Capítulo 21. Decisiones.

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Lena se detuvo cuando divisó una puerta de color ambarino. Se apoyó sobre el marco tratando de recuperar el aliento.

-¿Qué haces? -cuestionó Alex, igual de fatigada-. No podemos parar o nos...

Lena soltó una carcajada que inició espasmos por toda su cara. Se estaba riendo. Alex la miraba con incredulidad. No era el momento para echarse unas risas. ¿Qué demonios le pasaba? La tomó por el brazo tirando de ella.

-Tenemos que...

-¡Por el amor de dios! Estoy tan cansada. No puedo deshacerme de ella, ¿sabes? Si la mato sólo le daré la razón. Es lo que hacen los Luthor. No nos importa derramar sangre para conseguir nuestros objetivos. Ella ganará.

-Lena, no creo que...

-Shhh, ¿Oyes algo?

Alex la soltó y se concentró. Sólo su respiración agitada rompía el silencio que, sin darse cuenta, se había apoderado de los pasillos de la mansión.

-No -. Frunció el ceño sin entender. ¿Acaso había dejado de seguirlas?

-Sigue jugando. Soy una idiota.

Sin que Alex pudiera impedírselo deshizo sus pasos caminando en sentido contrario.

-Lena, ¿qué está pasando?

Ignorándola Lena comenzó a correr hacia el fondo del pasillo.

-Lena, Lena -gritó-. "¿Qué narices estás haciendo? Quieres que te maten", pensó mientras al trote la alcanzaba.

-Pero ¿qué?

Lena iba a caminar en otra dirección cuando Alex la sujetó por el hombro.

-Me vas a decir qué...

-Nos ha engañado. Mi madre nos ha engañado. Intenta comunicarte con J'onn -añadió al intuir un conato de enfado en la agente-. No puedes, ¿verdad? Me supongo que tampoco habrás contactado con él antes de saltarte sus órdenes para venir hasta aquí.

Alex abrió los ojos con sorpresa. Lillian no pretendía matarlas sino arrinconarlas. Lo que Lena había estado comprobando era cómo las había encerrado en el laberinto de pasillos. Puertas metálicas impenetrables cortaban todas sus salidas. Además, no había cobertura. Estaban aisladas.

-Me temo que no sabéis contra quien estáis luchando. Sin Kara estamos perdidas.

Lena se dejó caer en el suelo, su espalda contra la pared.

-Todo esto es culpa mía. Nunca debí tratar de sintetizar kryptonita.

-¿Por qué lo hiciste? -preguntó Alex. No había reproche en sus palabras. Lena estaba pagando con creces su error. No eran de las que añadía más leña al fuego.

-Por miedo. La última vez que Supergirl se descontroló vi lo que era capaz de hacer. Era imparable. No podíamos defendernos ante algo así. Si volvía a pasar debíamos estar preparados.

-Tenías que habérnoslo dicho. Podríamos...

-No te engañes. No te caigo bien. La forma en que me miras me hace daño, aunque trate de negarlo. La gente piensa que cuando siempre te tratan con desprecio, con desconfianza hasta con asco, tarde o temprano, acabas acostumbrándote, haciéndote inmune.

-Lena, yo...

-No lo haces. Crees que deja de dolerte con el tiempo, pero no es verdad. Cada gesto, cada palabra, cada mirada se escribe en tu piel formando un tatuaje imborrable. Un tatuaje que acaba grabado en tus pupilas y que terminas viendo cada vez que te observas en un espejo. Por la mañana, por la noche al retirar el maquillaje lo ves, reluciente y te preguntas si merece la pena despertar al día siguiente.

Nueva Era (SuperCorp) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora