Estaban hablando de temas diversos y acordándose de momentos que había pasado.
Por un lado me sentía incómoda ya que yo no sabía nada de lo que estaban hablando como aquel que dice no estaba en la conversación, solo me limitaba a escuchar y sonreír de vez en cuando. Kayla también hablaba de momentos y cosas que habían pasado, pero evitaba contar lo que pasaba con mi hermano, sabía perfectamente que entre ellos pasaba algo pero no querían decir nada.
A Kayla se le ocurrió que jugáramos a las cartas para que me sintiera cómoda ya que se dio cuenta que no lo estaba mucho.
Me miró y guiñó un ojo, le devolví el gestos y moviendo los labios le dije:
—Gracias.
Ellos aceptaron y Kayla sacó las cartas que llevaban en su mochila.
La puso sobre la toalla y Andrés las sacó de la caja para barajarlas.
—¿A que jugamos? —Preguntó el castaño.
—No sé —Me encogí de hombros.
—¿A la brisca? —Preguntó Luis.
Todos asentimos y Andrés repartió las cartas. Cómo íbamos en sentido de las agujas del reloj primero empezaría Luis y a continuación todos lo que íbamos detrás de él.
Hicimos varias partidas y parece que era mi día de mala suerte, no gané ni una.
—Vaya, vaya, señorita Maize, parece que no sabes jugar —Dijo Andrés picandome.
—Si se jugar, lo que pasa que el universo no está a mi favor, pero tampoco me voy a enfadar por eso —Reí encogiéndome de hombros.
Terminamos de jugar y los chicos optaron por irse a darse un baño, nosotras nos quedamos en las toallas tumbandonos, por ahora no queríamos ir a bañarnos.
Cuando ellos estaban lejos Kayla habló:
—Tengo que comentarte algo —Dijo Kayla mirándome con una ceja enarcando.
—¿Que ocurre? —Le miré.
—¿Que te traes con Andrés?
—¿Qué? nada ¿Porque? —No entendía nada de la pregunta que me había hecho.
—Os vi en la playa está mañana, estabais muy unidos
—Lo de la playa de esta mañana no tiene nada que ver con la película que te estás montando. Solo salí a bailar, ha hacer ballet ya que bueno cuando tenía quince años me apunté. No era un conservatorio ni nada de eso, era una muy buena escuela de baile y me apunté a ballet y contemporáneo, a los dieciocho años terminé por que no quería seguir viviendo de mis padres, ellos no van a estar para mí siempre, así que me apunté a un grado de administración, a los veinte lo acabé y en la oficina que me fui de prácticas me cogieron, después cayó en quiebra y me fui a trabajar a otra empresa en la que trabajo actualmente.
—Eso me parece muy bonito, pero no respondiste a mi pregunta, te fuiste del tema —Dijo poniéndose recta.
—Cierto. Estaba allí bailando —Señalé las rocas —Cuando acabé Andrés me aplaudió y se sentó a mi lado, me dijo que si me apetecía bañarme le dije que si. Él se metió primero y cuando iba entrando una ola me dio en el vientre por lo que me dio más frío. El caso es que salió de la nada me agarró y me tiró. —Me encogí de hombros —¿Pero tú cómo sabes eso? Si no había nadie más que conociera —La miré con el ceño fruncido.
—Esto... —Empezó a jugar con un mechón de su pelo liandolo en el dedo.
Se estaba poniendo nerviosa y eso se notaba.
—Habla —La inste a que lo hiciera.
—Está bien. Por las mañanas me gusta salir con mi cámara a echar fotos, vi a una chica bailando y me interesé por ella, sus movimientos eran fluidos.
Empecé a echar fotos pero en ningún momento sabía que eras tú, después llegó un chico que tampoco sabía quién era, y empezaron a hablar, el agua y a jugar y ya cuando os vi bien me di cuenta de quienes erais por eso la pregunta.—¿Me haces fotos sin que lo sepa?
—Asi es, pero no eres la única, me gusta hacer eso, las fotos salen más naturales.
—Esas fotos quiero verlas.
—Perfecto, a la noche cuando nos recojamos, duchemos me acerco a tú casa y te las enseño.
—Vale.
Nos levantamos y nos dirigimos al agua, el sol no pegaba mucho pero nos apetecía.
Cuando entramos los chicos se pusieron en fila y nos quedamos mirándolos, parecía cuando le echas comida a los peces que vienen todos, pero está vez nosotras éramos comida para ellos.
Fuimos metiéndonos poco a poco y los chicos se acercaban más a nosotras, así que optamos por capuzarnos y bucear saliendo por detrás de ellos. Cuando se dieron cuenta fueron hacia nosotras y nos pusimos a jugar todos en el agua.
*****
Missis y yo llegamos a casa después de pasar una tarde agradable y fuimos cada uno a un baño para darnos una ducha, ya que Kayla vendría a enseñarme las fotos que sin mi permiso me hizo.Me quité el bikini y metí al agua, empecé a quitarme la tierra y sal y después me eché jabón, a continuación me lavé el pelo y quité todo el jabón que tenía.
Terminé, salí de la bañera, cogí la toalla que estaba en el lavabo y me la enrollé en mi cuerpo. Me miré al espejo y vi que en la cara por la zona de la nariz lo tenía colorado, me había quemado. Miré por mía hombros y se veían un poco rojos. Cogí el after Sun y me lo eché en las zonas coloradas la verdad que aliviaba un poco el escozor.
Me vestí, desenredé el pelo y bajé al salón.
Mi hermano aún se estaba bañando.
El timbre sonó y fui a abrir la puerta, allí se encontraba Kayla con su cámara en una mochila colgada del cuello.
—Adelante —Me hice a un lado y ella entró.
Nos sentamos en el sofá, sacó su cámara y me enseñó las fotos que me había hecho. La verdad que eran muy buenas.
—Que bonitas —Sonreí.
—Gracias, para algo me sirven las clases de fotografía —Rió y reí con ella.
—¿A ti te gusta mi hermano?
Me miró como si lo que dije era peor de los pecados.
—A que viene esa pregunta —Se removió incómoda en el sofá.
—Curiosidad —Me encogí de hombros.
La chica se quedó callada mirando algo demasiado colorada y miré hacia donde ella miraba y vi a mi hermano con solo una toalla a su cintura. Ambos se miraban colorados.
—Miss, por dios cambiate —Dije alzando los brazos.
—Iba a coger la ropa del tendedero por que se me olvidó subirme la ropa, y no sabía que había visita.
—Pues ya lo sabes, sigue tú camino.
Éste miró sobre su hombro cuando ya se iba hacia la terraza y después se perdió.
—¿Y bien?
—Esta bien, si me gusta tú hermano, desde el primer momento en el que lo vi me pareció un chico guapo, solo eso, pero estando todo el tiempo con él en la forma en la que me trata a solas eso hizo que dentro de mi creciera algo. —Dijo apenada.
—Lo sabía, solo queria asegurarme —Le guiñé el ojo y reimos.
Me enseñó todas las fotos que había hecho en este verano, también empezamos a hablar de cosas para conocernos más.
ESTÁS LEYENDO
Ayúdame a olvidar (COMPLETA)
RandomDecidí irme con mi hermano mayor a la casa de la playa, para así olvidar todo lo que un día me hizo mal, para apartar aquellos turbios recuerdos que se reproducen una y otra vez. Al cerrar los ojos; el infierno de ese momento se repite. Así que po...