Terminamos de hacer lo que estábamos haciendo, cogió las dos guitarras y se las llevó a su cuarto.
Estaba sentada encima de la cama con las piernas cruzadas, pensando en todo lo que había pasado esta semana. Fue una semana demasiado movida, en la cual he conocido a gente maravillosa y me alegra decir que por fin pasé un buen verano después de mis recuerdos perturbadores.
Mi teléfono vibró y lo cogí, al mirarlo vi que era un WhatsApp de un número desconocido puesto que no lo tenía guardado. Me interesé y lo abrí, quería saber quién era.
~Buenas noches bonita~
Leí el mensaje y Fruncí el ceño, no sabía quién era.
~¿Quién eres?~
~Una personita~
~Dime quién eres si no quieres que te bloquee~
~Andrés~
Al leer ese nombre sonreí, porque con él habían buenos recuerdos.
~¿Como conseguiste mi número?
~Tengo mis contactos~
Sabía que la pregunta que le hice fue algo estúpida. Seguro que mi hermano le había dado mi número.
Me pasé un largo tiempo hablando con él al igual que con Kayla. El sueño me venció y dejé el móvil en la mesita apagando la luz para después dormir, fue un día agotador como todos los que pasaba aquí.
Al día siguiente me desperté sintiendo el sol en mi mejilla, por lo que tuve que entreabrir los ojos para que no me diera el sol de lleno.
Fui al baño a hacer mis necesidades y asearme un poco. Al terminar bajé al comedor y tenía el desayuno preparado.
—Que agradable mi hermano, me hizo el desayuno —Dije sonriendo al ver el manjar que estaba depositado encima de la mesa.
Al lado de este había una notita que decía:
"Buenos días fea, sé que creerás que fue tu hermano quién te hizo el desayuno, pero te equivocas, él se fue temprano con Kayla yo me apiadé de ti ;)"
Andrés
Este chico era una caja de sorpresas, me giré para coger una silla y disfrutar de mi desayuno.
—¿No lo vas a compartir? —Oi una voz a mi espalda. Me asusté y di un pequeño brinco me giré poco a poco y lo que vi no me lo esperaba para nada. Andrés estaba apoyado en el marco de la puerta dándole vueltas a las llaves de mi casa.
—¿Qué haces aquí? —Hice la pregunta más tonta que pude haber hecho —Si quieres matarme lo vas a conseguir, dame dos o tres sobresaltos más como este y verás como lo próximo es mi funeral —Rodé los ojos.
Este se rió y camino por mi cocina como si se tratase de su casa. Llegó a la altura de la silla y se sento.
—Tranquila, si te mato sería de otra forma —Me guiñó el ojo.
Negué y me senté frente a él, tendría que compartirlo con él.
—Callate y come —Espeté.
Empezamos a devorar aquellos platos que se encontraban allí, y he de admitir que era la cosa más buena que había probado, aunque con la forma de cocinar de mi hermano cualquier cosa está buena.
—Me sorprende —Hablé con la boca llena.
—¿El qué?
—Que sepas cocinar
—Se hacer más cosas, nena —Enfatizó el nena.
—Si intentas ligar conmigo, cambia de estrategia nene —Respondí con el mismo tono que él.
Nos miramos a los ojos por un momento y pude apreciar el color tan intenso que estos trasmitían. Era como ver el mar reflejado en un cristal.
Hicimos un juego de miradas que acabaron en una sonora carcajada que inundó el silencio del hogar.
Terminamos de desayunar y nos pusimos a recoger los platos, los metimos en el lavavajillas y nos fuimos a la piscina.
Este chico lo tenía todo planeado, vino con su bañador y sus cosas de baño para meterse un chapuzón en mi piscina.
—Lo tienes todo planeado —Lo observé.
—Claro, ahora vamos a darnos un chapuzón.
—Tengo que cambiarme.
Subí a mi cuarto para ponerme un bikini y un tampax para poderme bañar, aunque por suerte ya se me estaba llendo. Me duraba poco.
Bajé en bikini y al llegar al jardín allí estaba él metido en el agua bañándose. Extendí la toalla en la hamaca y me tumbé sobre ella para tomar un poco el sol.
—Vamos Maize, encima que vengo a estar contigo ¿No te bañas? —Respondió alzando las manos y salpicando un poco de agua.
—Viniste por que quisiste, en ningún momento te dije que vinieras.
Le dejé callado, no salían palabras de sus labios y continuó capuzandose. Me incorporé y pude observar como pequeñas gotas de agua deslizaban por su torso desapareciendo en el agua, algunos mechones de su cabello estaban desordenados y esos ojos azules brillaban más. No me había dado cuenta pero era un chico guapo y atento.
A veces era un poco-demasiado borde con la gente que mostraba un pequeño interés en mi bienestar pero lo desperdiciaba.
Me levanté y me senté en el borde de la piscina.
—Andrés —Llamé su atención y éste vino hacia mi.
—¿Qué quieres? —Preguntó delante de mí.
—¿Por que te preocupas tanto por mi?
—Eres la hermana de mi mejor amigo. —Respondió obvio.
No dije nada, no esperaba esa respuesta, sonreí en respuesta y me tiré al agua con él, se quejó, ya que le salpiqué al caer.
Finalizamos el baño y salí enrollando mi cuerpo en una toalla, miré el reloj y eran casi las dos. Se había pasado el tiempo volando.
—¿Comemos? —Pregunté.
Este asintió.
Al estar seca me metí hacia la cocina para hacer la comida, no tenía ni la remota idea de lo que hacer de comer, estaba escasa de ideas.
—¿Que te apetece? —Le pregunté desde la puerta de la cocina que estaba cerca del jardín.
Él puso la atención en mi. Giró su cabeza para mirarme ya que estaba acostado en la hamaca.
—Lo que quieras.
«Gracias, me ayuda mucho tu opinión, ¿No ve que no tengo ni idea de que hacer y te pregunté por si me la dabas?» Pensé.
Volví a mi sitio y me puse a hacer patatas fritas, huevos y carne, no tenía otra cosa mejor.
«Nota mental: Hacer la compra».
La comida ya estaba hecha y lo llamé para que entrara a comer, nos pusimos en la mesa del comedor y comenzamos a comer.
La comida pasó entre preguntas y respuestas por parte de ambos para conocernos mejor.
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Ayúdame a olvidar (COMPLETA)
RandomDecidí irme con mi hermano mayor a la casa de la playa, para así olvidar todo lo que un día me hizo mal, para apartar aquellos turbios recuerdos que se reproducen una y otra vez. Al cerrar los ojos; el infierno de ese momento se repite. Así que po...