Capítulo 9

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Missis llegó hacia nosotras y estaba completamente vestido, se sentó a lado de Kayla y está empezó a ruborizarse un poco. Se podía palpar como ambos sentían cosas pero no se decían nada.

—Chicas, ahora vendrán ellos por que Andrés dijo que tenía que contarnos una cosa, la verdad que solo era a mi pero al estar vosotras aquí también entráis dentro del círculo.

—¿Que tiene que decirnos? —Pregunté dudosa.

—No lo sé, por eso vendrán ahora.

Kayla y yo seguimos hablando de nuestras cosas. Yo omití lo que me pasó con Héctor, eso aún no me sentía con fuerza de decirlo.

Al rato llegaron los chicos y se sentaron junto a nosotros, Kayla se pasó a mi lado para dejar sitio en el otro sofá.

—Bueno chicos, necesito contaros algo. Esto será para darnos a conocer y así poder cumplir nuestro sueño. —Empezó a  dialogar Andrés —Iba caminando por la playa y llegué cerca de un chiringuito, allí había un cartel de información y me acerqué para ver de qué se trataba, el caso es que mañana a las diez de la noche, en la playa va a ver una fiesta ibicenca, por lo que iremos todos de blanco. —Luis cortó a Andrés.

—¿Y eso nos ayudará a que nos conozca? ¿Cómo?

—Dejame terminar hombre —Dijo el castaño dándole en el brazo.  —Habrá micrófono abierto, el cual podremos usar para lanzarnos al mundo del espectáculo —Terminó Andrés de hablar.

Un silencio se hizo presente en el salón, nadie hablaba, nadie se movía, ni se oía respirar. Pero entonces el silencio se vio interrumpido por todos los chicos que gritaban y saltaban como locos.

—Eso es increíble, por fin podréis cumplir vuestro sueño —Dijo Kayla emocionada.

Los chicos hicieron un círculo y se abrazaron todos saltando, hasta incluso inventaron un grito de guerra.

—Kayla, tú podrías echarnos las fotos —Dijo Alberto y ésta asintió.

—Pero, primero... Tendremos que estar en la fiesta que habrá canapés, bebidas y demás. A las doce de la noche es cuando habrá micrófono abierto, allí todo el mundo podrá ir a cantar, tendremos que ser rápidos para poder ser los primeros.

—Creo, que por que seáis los primeros no habrán personas, es decir las personas empiezan a venir más tarde, y si queréis que las personas os vean y valoren vuestro arte, tendría que ser cuando haya más gente. —Dije encogiéndome de hombros.

—En eso tienes razón, pero lo que no sabes es que esa fiesta es la mejor que hay aquí, todas las personas que veranean aquí vienen o hasta incluso hay personas de otros países que vienen expresamente para disfrutar está fiesta —Refutó Andrés mi argumento.

—Mañana, quedamos antes y nos vamos. —Dijo Nacho.

—Tendremos que ensayar —Dijo Martín enmedio del barullo en el que nos encontrábamos.

—Podemos ensayar en mi casa, además, ya sabemos algunas canciones, podemos hacer alguna cover que sepamos bien para así poder defenderla —Respondió Missis.

Todos aceptaron la propuesta de Missis y quedaron para mañana a las diez de la mañana en mi casa para ensayar hasta la noche.

—Mañana nos vemos —Dijo Luis despidiéndose de nosotros.

Los cuatro se fueron y Kayla se quedó conmigo en casa así mañana podríamos ir a comprarnos ropa.

Por lo menos yo necesitaba un vestido blanco puesto que no tenía ninguno.

*****

Al día siguiente nos despertamos con el despertador, bajamos a desayunar y Alberto aún seguía dormido.

Terminamos de desayunar y nos fuimos de compras a un centro comercial. Fue ella quién me llevó, no me acordaba de nada.

Entramos y nos pusimos a mirar algún vestido o conjunto blanco que nos gustará o quedará bien.

Kayla se fue hacia un lado a mirar en un montón y yo me fui hacia otro, no había nada que me convenciera.

—Maize, encontré algo, ¿Podrías acompañarme al probador y al salir me digas si me queda bien o no? —Preguntó enseñándome lo que portaban sus manos.

Asentí.

Caminamos hacia el probador, ella entró y me senté en una silla que había ahí y esperé a que saliera. 

Al salir llevaba un pantalón corto blanco, y una camiseta de tirantes con encaje por la zona de los hombros.

Le quedaba bien.

—Me gusta

—¿Tú crees que me queda bien? —Preguntó mirándose por detrás en el gran espejo que había fuera.

—Si, yo creo que conquistaras a Miss —Reí guiñándole el ojo.

—Que va. ¿Tú no tienes nada?

—Aun no —Pregunté algo apenada.

—Podemos ir a otra tienda.

Asentí.

Kayla salió del probador con la ropa que traía antes, pasamos por caja y pago. Salimos de aquel establecimiento y fuimos a otro.

Ese parecía que era especial ibicenco por que solo había ropa blanca. Empezamos a mirar por todos lados y alfinal di con un vestido blanco por encima de la rodilla, con algo de vuelo, iba atado al cuello y en la zona de la cintura estaba con encaje juntando la falda con el top. La espalda estaba descubierta.

Me lo probé y miré en el espejo que había dentro, me quedaba super bien. Me di la vuelta y vi la apertura de la espalda. Salí para que Kayla me diera su veredicto. Al verme se quedó asombrada.

—¿Tan mal me queda? —Pregunté mirándola.

—No digas tonterías, te queda perfecto es como si estuviera hecho a medida, especial para ti, además me encanta la apertura de la espalda y el encaje uniendo falda y top. Quedatelo.

Salí del probador con la ropa que traje antes y nos pusimos a ver algunas sandalias blancas para esta noche. Cogimos algunos accesorios que nos gustaron.

Cuando lo teníamos todo salimos de allí y nos fuimos a un MC Donald a comer puesto que entre tienda y tienda se nos pasó la hora volada.

Nos sentamos después de pedir y cuando nos trajeron nuestras  cosas nos pusimos a comer.

Al terminar de comer nos fuimos a casa y cuando entramos ellos estaban en el jardín ensayando un montón de canciones conocidas.

Subimos a mi cuarto para dejar lo que nos habíamos comprado y guardé mis cosas en el armario mientras Kayla los dejó sobre la cama.

Bajamos al jardín y nos sentamos en unas sillas que habían para verlos y oirlos.

Ayúdame a olvidar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora