Capítulo 13

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Al día siguiente me desperté con una sonrisa de oreja a oreja. El día estaba bonito, los pájaros cantaban, las nubes tenía su color blanco y el cielo estaba azul perfecto.

Miré la cama y observé el peluche que me había regalado Andrés, y gracias a eso hoy me levanté con animo, me levanté con ganas de comerme el mundo, con ganas de todo.

Bajé dando brincos por las escaleras y después me fui al baño para hacer mis necesidades, al terminar me lavé las manos y fui hacia la cocina para hacer el desayuno.

Busqué en la alacena para ver lo que había o tendría que improvisar. Vi un paquete de harina y opté por hacer tortitas, pero está vez de verdad.

Cogí un cuenco hondo y le eché la harina, la leche y todo lo necesario para hacerlas. Agarré un bote de Nocilla y lo puse al lado para cuando salieran echarlas.

A continuación hice café.

Las tortitas salieron y vertí el chocolate encima de ésta, después las preparé en un plato. 

Me puse a desayunar.

Bajó Missis y se quedó mirandome desde arriba de la escalera.

—¿Y esa felicidad? —Dijo bajando las escaleras y parándose frente a mi apoyado en la mesa.

—Dormí bien —Me encogí de hombros — Y tú ¿Que tal con Kayla ? —Dije pilla moviendo las cejas de arriba a bajo.

Éste se puso a reírse y me esquivó pasando por mi lado para coger un vaso.

—No fue nada de lo que estás pensando, simplemente nos fuimos a cenar y pasamos tiempo juntos. Los chicos ya lo saben por qué me lo sacaron con pinzas —Hizo un gesto con los dedos como unas pinzas y acercándomelos, retiré la cabeza.

—Que penita, así podrías quitar todo lo que llevas encima —Reí.

—Mira enana renacuaja, yo no necesito quitarme nada, tengo una vida sexual muy buena —Dijo con autoridad. —A ver si la que tiene una mala vida sexual eres tú —Me dio un toquecito en la nariz.

—Bueno —Me encogí de hombros.

Missis se puso a desayunar y el teléfono le sonó de repente.

Me tiré al sofá y apoyé las piernas cruzandolas en el brazo de éste.

Lo observé.

Se levantó de la silla y comenzó a moverse de un lado para el otro hablando con alguien, no podía saber quién es porque no se escuchaba la persona que estaba hablando al otro lado de la línea.

Colgó.

—Eran los chicos, por si nos íbamos a la Manga hoy —Dijo apoyando la espalda baja en la encimera.

—Pero eso está lejos y no voy a ir andando con todo los bártulos, me niego.

—Tranquila, solo tenemos que preparar la comida, nos iremos en coche. Todo lo guardamos en mi coche y tú te vas con Andrés en la moto.

—¿Qué? —Me incorporé. —Sabes que las motos no me gustan, ¿no podría irse en coche?

—El coche lo lleva el hermano y él, pero lo tienen reparandolo.

Suspiré.

—Por cierto, cambiate que nseguida vienen a por nosotros —Añadió apartándose de la encimera y subiendo par cambiarse.

Me puse a preparar bocadillos y después subí para ponerme el bikini, cuando me lo puse me coloqué un pantalón corto y una camiseta de tirantes.

Ayúdame a olvidar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora