Nick
Estoy besando a Megan y no me arrepiento de eso.
Ella reacciona ante el beso y se separa solo un poco. Ambos nos quedamos perplejos. Mirándonos a los ojos.
-Lo siento -ambos hablamos al mismo tiempo en susurro.
Yo tuve la culpa, yo la besé primero. No pude aguantar las ganas de besarla.
Realmente siento que Megan es diferente a las demás chicas, podría admirarla por horas y jamás me cansaría. Es simplemente hermosa.
¿Qué? ¿Desde cuándo digo cosas tan románticas?
Con solo verla me da tanta paz.
Igual que Annie.
Aunque hayan pasado varios años no puedo superar su muerte. Ella fue muy importante para mí. Ella para mí, lo fue todo.
Mi paz, mi tranquilidad, mi amor, mi vida, mi calma... Mi todo.
Si no hubiera...
No.
Esto no fue sólo culpa de Owen. También fue de ella.
¿Por qué?
🦋
Megan
¡¿Qué...
Carajos...
Acaba de...
Pasar?!
Nicholas y yo nos besamos apasionante.
Y nadie lo impidió.
Ninguno de los dos lo hizo.
No manches.
¿QUÉ PUTAS PASÓ?
Me besé con Nicholas. Y se sintió tan... bien.
Ese beso lo sentí muy cómodo, muy lindo y tranquilo.
Jamás, nunca me imaginé besarme con el arrogante e idiota de Nicholas Smith.
-Lo siento. Me tengo que ir -digo un poco nerviosa e intento salir de la oficina. Pero él, me toma del brazo y volvemos a quedar de frente otra vez.
-¿Qué pasa? ¿Éstas huyendo de mí, chica helado? -me dice.
-Deja de decirme así.
-¿Cómo? ¿Chica helado?
-Si, no me gusta. Es un poco tonto y ridículo.
Se acerca a mi cuello y lo empieza a oler:
-¿Por qué hueles mi cuello? Es... raro.
-Hueles delicioso, Ross.
-Ya déjame, Nick -rio -. Me da cosquillas -me alejo riéndome y lo miro a los ojos.
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Ni Tú, Ni Yo ©
RomanceMegan Ross es una chica de veintitrés años que tras la muerte de su madre tuvo que crecer demasiado rápido para poder cuidar a su hermana menor, Laila Ross. Un día por accidente choca con Nicholas Smith. Él, con tan solo veintiséis años es el hombre...