Nick
—Ayer en la noche estuve hablando con Megan por mensajes, y, me dijo que quiere que vaya a cenar a su casa hoy en la noche. Y no sé...
—A ver si estoy entendiendo. ¿Estás nervioso por la cena en casa de Megan? —pregunta Sam.
Tímidamente asiento con la cabeza.
Esto es muy vergonzoso...
—¿Es enserio, Smith? —Sam se ríe muy fuerte, demasiado fuerte. Tanto, que hasta se le salen algunas lágrimas de la risa.
Me encojo de hombros.
—Es la primera vez que haré esto. Es normal que éste nervioso, ¿no? —pregunto.
—Si, Nicholas. Es normal. ¿Acaso nunca has tenido una novia?
—Novias he tenido bastantes. Recuerda, que soy un hombre guapo. Y los hombres guapos tienen muchas parejas. Pero, novias formales, no.
—A ver, espera. No entiendo.
—¿Qué no entiendes?
—Has tenido muchas novias. Pero, nunca, una formal.
—Exacto —agrego.
—Nicholas, tienes veintiséis años. Y en esos veintiséis años, ¿ninguna novia formal?
—Eres mi mejor amigo, debes saber eso. ¿No?
—Tienes razón. Pero, ni siquiera, Annie.
No sé porque, pero aún me duele el nombre de Annie. Aunque ya hayan pasado cinco años de lo sucedido.
—No. Realmente, estaba perdidamente enamorado de ella. Pero, nunca fuimos novios formales. No alcanzamos a serlo.
—Yo pensé que sí.
🦋
Megan
—¡Megan, ya! —alza la voz Laila.
—Ok. Ya, ya, ya.
Suspiro.
—Ya casi serán las ocho de la noche. Me estoy poniendo más nerviosa. Laila, ¿qué hago? Ayúdame.
—Lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte. No te pases, Megan, faltan casi cuatro horas para que llegue Nicholas.
Suspiro.
—Lo siento, ¿sí? Es que, estoy muy feliz y nerviosa. Es una extraña sensación que está dentro de mí. Es... se podría decir que es... ¿mi primer novio? Y es, raro, ¿sabes? Porque, siempre me he dedicado a ti, siempre he hecho hasta lo imposible para que nunca te faltara nada. Después de que muriera mamá me juré a mí misma que nunca te iba a faltar nada. Mi prioridad siempre vas a hacer tú, Laila. Lo único que estaba en mi mente eras tú. Nunca me di la tarea de buscarme un chico porque nunca me pasó por la cabeza. Es más, ni siquiera me pasó por la cabeza que tenía que mantener a una niña de tan solo seis años, teniendo yo casi 17 años. Fue muy difícil, pero lo conseguí. Logré sacarte adelante sin importar qué. A pesar por todas las cosas horribles que pasé. Estás aquí, estás conmigo, estás bien, estás sana, estás contenta. Es lo único que me importa. Eres lo más importante en mi vida, Laila.
Laila tiene los ojos llorosos. Parece que mis palabras la conmovieron.
—En verdad, lo siento. Por culpa mía no disfrutaste tu adolescencia, tu vida. Perdón.
—¿Qué? No, no, no. No te estoy echando la culpa de nada. No tienes nada de culpa, ¿sí?
Abrazo a Laila, como si fuera el último abrazo que le daré. Cómo si fuera, la última vez que la veré, porque mañana se acaba en mundo.
¿Qué?, ¿Se acaba el mundo mañana?
No. Suposición, subconsciente. Suposición.
🦋
Ocho en punto...
Rayos, ya son las ocho en punto. Creí que nunca llegaría está hora. Esperar a que fueran las ocho de la noche se me hizo una eternidad.
Estoy muy nerviosa...
Ellie hace unos minutos que llegó. Laila y ella están igual de emocionadas que yo.
—Estoy muy nerviosa —las volteó a ver.
—Tranquila, amor —me agarra la mano Ellie —Todo saldrá bien.
—Eso espero —sonrío.
Din-dong...
—Esta aquí —dice Laila.
—Ajá —comento.
Me acomodo mi vestido color rojo, lo sacudo un poco y camino hacia la puerta.
Estoy temblando.
Abro la puerta y ahí está él.
Tan guapo como siempre.
Pero ahora está vestido en modo elegante.
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Ni Tú, Ni Yo ©
RomanceMegan Ross es una chica de veintitrés años que tras la muerte de su madre tuvo que crecer demasiado rápido para poder cuidar a su hermana menor, Laila Ross. Un día por accidente choca con Nicholas Smith. Él, con tan solo veintiséis años es el hombre...