Capítulo 1

2K 151 57
                                    

Megan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Megan

Han pasado ocho años desde el suicido de mamá. Estos últimos años he aprendido a no darme por vencida. He aprendido a hacer fuerte, y a no dejar que me hagan menos. Todo este tiempo la vida me ha dicho que nada es de a gratis, si quiero o necesito algo me lo tengo que ganar sin importar las consecuencias. Me he partido el lomo para que a Laila no le falte nada, ella es mi única motivación en esta vida. He sufrido mucho desde la muerte de mamá, y eso me ha enseñado que pase lo que pase tengo que seguir adelante.

Por Laila.

Por mí.

Ella es mi única prioridad, es lo único que tengo y no pienso perderla.

Es mi única familia.

Escucho la campana que está en la entrada y eso me hace reaccionar. Veo que alguien esta entrado. Es una mujer alta, delgada, ojos azules y además es muy bonita. Se acomoda en una mesa, y espera al mesero. Como veo que nadie la atiende, tomo mi libreta de notas, mi bolígrafo y listo, me acerco hacía su mesa.

—Buenos días, señora —saludo amablemente —. ¿Qué va a ordenar? —En todas las mesas siempre están los menús del restaurant así que ya no es necesario que lleve uno.

—Sí, tráigame un café con dos de azúcar. También unos huevos revueltos, por favor.

—Enseguida, señora —anoto su pedido en mi libreta de notas, y después me retiro hacía la cocina para darle la orden a las cocineras.

El restaurant "Ellie's" ha sido mi trabajo desde hace cinco años. Cuando más necesitaba un trabajo para mantener a mi hermana pequeña encontré a Ellie en un parque, y ella a partir de ahí me ayudó un muchísimo. Siempre que la necesito está ahí para mí. Ella nos trata como si fuéramos sus hijas. Ellie es estéril y solo tiene a su esposo.

Gracias a ella, Laila tiene la vida que se merece.

Es una niña muy encantadora.

Escucho a alguien decir mi nombre, volteo y es Laila, que va entrando por la puerta. La recibo con los brazos abiertos para darle un fuerte abrazo.

—Hola, cariño. ¿Qué tal tu día?

—Muy bien. Hoy saque el primer lugar en el examen de Matemáticas -dice muy emocionada.

—Me alegro tanto, Laila. Espero que sigas así de inteligente.

Estoy muy agradecida porque con todo el esfuerzo que estoy haciendo para que ella tenga una vida mejor, está valiendo la pena.

🦋

Mi jornada de trabajo acababa de terminar. Invité a Laila a tomar un helado y ella aceptó.

Acabábamos de llegar a la heladería. Laila pidió un helado de fresa, y yo uno de vainilla. Saliendo de ahí nos dirigimos a casa.

Nuestro hogar, es muy sencillo. Es una casa de dos pisos, sencilla, de color amarillo pastel. Está casa Ellie me ayudó a comprarla hace cuatro años.

Ni Tú, Ni Yo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora