Megan Ross es una chica de veintitrés años que tras la muerte de su madre tuvo que crecer demasiado rápido para poder cuidar a su hermana menor, Laila Ross. Un día por accidente choca con Nicholas Smith. Él, con tan solo veintiséis años es el hombre...
—Hija, por favor, no te metas —Dijo muy enojada —. Sal de aquí. ¡Vete!
—No mamá, no lo hagas, por favor te lo pido. Piensa en mí y en mi hermana.
—¿Por qué lo haces? No lo hagas, por favor. Te lo suplico.
—Lo siento, Megan. Ya es demasiado tarde, ya no hay marcha atrás. —Mi madre subió a la silla que estaba aún lado, ya que estaba arriba de ella, pasó la cuerda por alrededor de su cuello, la amarró fuertemente y saltó.
—¡Mamá, no! ¡Por favor! ¡Mamá! ¡No!
Mi vida a partir de ahí se había derrumbado. Solamente estaba yo y mi hermana menor, solo estábamos nosotras solas, no teníamos familia; pero ahora teníamos que sobrevivir a partir de hoy.
A partir de ahí, tendría que aprender a sobrevivir día a día, no solo por mí, si no también por mi hermana, ella es muy pequeña para comprender todo lo que ha pasado.
Si quería que mi hermana no sufriera, tendría que aprender a sobrevivir cueste lo que cueste.
Sin importar nada ni nadie.
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