Megan Ross es una chica de veintitrés años que tras la muerte de su madre tuvo que crecer demasiado rápido para poder cuidar a su hermana menor, Laila Ross. Un día por accidente choca con Nicholas Smith. Él, con tan solo veintiséis años es el hombre...
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Final 1/3
Megan
Un mes después
En estos últimos días la he pasado de maravilla. Me siento mejor conmigo misma, he tenido tiempo para mí. Todo ha ido excelente.
Cada quién ha estado en sus cosas. Laila y Ellie están muy bien en España, no siempre me llaman o me envían mensajes. Ellie encontró un trabajo, y Laila todas las mañanas se encuentra en la escuela, ella también encontró un pequeño trabajo de medio tiempo. Ambas se han acoplado muy bien. Eso me pone muy feliz.
Mi relación con Nicholas ha ido de maravilla que no quiero que nada se interponga entre nosotros. Así que por eso por lo que preferí renunciar a mi empleo en la empresa y buscar uno nuevo en otro lugar.
Lo conseguí.
No busqué por mucho tiempo. Encontré un empleo muy bien pagado, muy cómodo, las personas que también trabajan ahí son una maravilla. Todos se han portado muy bien conmigo.
Todo está saliendo muy bien y espero que todo siga así.
Escucho que mi celular empieza a sonar, es una llamada;
—¿Hola?
—Hola, Meg.
—Hola, Lai —sonrío —. ¿Cómo has estado?
—Muy bien. Hoy me gané un diploma por tener las notas más altas de la clase.
—Oh, Laila. Eso es excelente. ¡Felicidades!
—Gracias, Meg.
—No agradezcas. Te lo mereces muchísimo. Te extraño, Laila.
—Ay, Meg. Yo también te extraño muchísimo. Extraño que hagas tus pastas quemadas.
—¡Oye! No se me queman las pastas. ¿Qué te pasa? —rio.
—A que sí, Megan. Acéptalo.
—Eso solamente pasó una vez, Laila. Supéralo —ruedo los ojos.
—¡Jamás! Nunca lo haré. Fue muy divertido ver tu cara de preocupación.
—Ríete todo lo que quieras. Algún día llegará el karma de la pasar y hará que se te queme todo por burlona. Voy a anhelar ese gran día.
—¡Oye! Eso no es justo. Ya me echaste la mala suerte, trataré de nunca cocinar pasta.
—Ya verás que algún día de te quemará la comida hasta peor que yo.
—Espero y nunca —ríe —. Bien, Megan. Me tengo que ir, tengo que ir a la biblioteca por unos libros y ponerme a estudiar porque mañana tengo un examen muy importante.
—De acuerdo, Laila. Cuídate mucho y también cuida de Ellie.
—La cuido de la misma manera en que ella cuida de mí.
