Megan Ross es una chica de veintitrés años que tras la muerte de su madre tuvo que crecer demasiado rápido para poder cuidar a su hermana menor, Laila Ross. Un día por accidente choca con Nicholas Smith. Él, con tan solo veintiséis años es el hombre...
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Megan
Han casi dos semanas desde que fui a cenar con Owen. Lastimosamente, ya no hemos hablado desde la cena. Es más, no siquiera lo he visto, no sé dónde estará.
Nicholas y yo nos hemos llevado de maravilla. Hablamos más, reímos más, nos empezamos a llevar bien.
Nicholas recién llega a la oficina y antes de entrar se detiene en mi escritorio.
—Buenos días —sonríe —. Te quiero en la oficina en diez minutos. ¿De acuerdo?
Asiento.
Y él entra cerrando la puerta.
Los días que han pasado nos la hemos pasado muy bien. Como si fuésemos amigos desde años. Después de que salí del restaurante, junto con Owen. Al otro día no me habló a excepción de algunas cosas del trabajo. Pero ahora, nos reímos juntos.
Ja. ¡Que locura!
Los diez minutos acaban de pasar, busco mi libreta de notas y entro a la oficina.
—¿Necesita algo? —pregunto cuando entro.
—Apunta.
—De acuerdo.
—Robos, maltrato familiar, acoso, violencia intrafamiliar. Esos casos se repartirán con los demás abogados en la próxima.
Asiento.
—Oh, espera. Falta uno más.
—¿Cuál? —pregunto.
—Cena con Nicholas hoy en la noche.
Empiezo a anotar, pero cuando voy en el nombre de Nick noto algo. Espera, ¿qué?
Miro a Nicholas algo confundida.
Nicholas está sonriendo.
Nicholas está sonriendo.
Ahh, me derrito. Su sonrisa es tan encantadora.
—¿Y?
—Y, ¿qué? —pregunto.
—¿Te gustaría ir a cenar conmigo hoy?
Dios, estoy tan nerviosa.
—Eh, s-sí, c-claro —fue lo primero que sale de mi boca.
—Perfecto —Nick sonríe.
—S-sí. Bien... —hablo mientras camino hacia atrás sin dejar de mirar a Nick —. Hoy en la noche, sólo llamaré a mi casa pa... ¡auch! —me quejo cuando reboto con la esquina de la puerta, sin decir nada más salgo de la oficina rápidamente.
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Nick
—Perdón por no haberte avisado antes. Vine a Italia a conocer a mi nueva sobrina, se adelantó el parto.
Samuel tiene una hermana mayor de nombre Bianca, actualmente vive en Italia con su esposo.
—Descuida, Sam. ¿Cómo se va a llamar la bebé?
—Pues, creo que Ava o Romilda, espera... creo que iba a llevar los dos nombres. Ay, ya ni sé.
—¿Te quedarás varios días en Italia?
—Eh, no. Regreso en unos días. ¿Por qué? ¿A caso ya me extrañas, bebé?
—Sí, porque te fuste sin chupármela, bebé.
—Jodete, Nicholas. Eres un maldito idiota.
—Bien —rio —. ¿Nos vemos en unos días, de acuerdo?
—Claro. Adiós.
Ambos colgamos la llamada al mismo tiempo.
🦋
Megan
Ya había llegado la noche y estaba terminando de llenar unas cosas que Nicholas me había encargado mientras que escucho música. La música me relaja bastante es una de mis cosas favoritas. Me and My Broken Heart de Rixton me estaba haciendo compañía.
—¿Lista?
Alzo la mirada para ver quien habló... de nuevo me estoy poniendo nerviosa.
—Eh, sí, sí —digo agarrando mi bolsa y me levanto para irnos de una vez.
Dios, se ve tan guapo con su traje color azul marino, con su camisa blanca y corbata negra.
Todo un Dios mi Nicholas.
Espera, ¿qué dijiste, Megan?
Oh, oh. No sé lo que dije, subconsciente. Simplemente salió de mi mente y ya.
Salgo de mis pensamientos y Nick se me queda viendo, arqueando una ceja.
—¿Ya terminaste de ver mi hermoso cuerpo? —pregunta.
