Megan
Mierda.
—¿Qué? Yo... No estaba mirando tu cuerpo —mi voz está muy temblorosa.
Me estoy muriendo de los nervios.
Nos subimos al elevador para ir al piso principal.
—Cariño, sólo pídelo y ya. Yo jamás me resistiría al sexo.
¿Disculpa?
—Yo jamás tendría sexo contigo. Prefiero besar primero a un sapo que acostarme contigo.
—Mmmm... yo que tú, no diría eso.
Frunzo el ceño.
Nicholas sonríe de una forma malvada...
Eso me da un poco de miedo.
—Una vez que estés conmigo en la cama y desnuda... —Él se acerca a mí agarrándome de la cintura y me jala bruscamente hacía su pecho. Entre él y yo se ve una gran diferencia de estatura, yo le llego solamente hasta el cuello. Acerca su boca a mi oído y me susurra —. Querrás que todos los días te haga mía. Querrás que pase mi lengua por tu esplendoroso cuerpo. Querrás que chupe, muerda, que lamba todo tu cuerpo y no querrás que pare. Querrás que mi boca y mi lengua hagan magia en tu cuerpo. Y créeme, cariño, jamás querrás que pare.
¡Oh, Dios!
Gracias al cielo el elevador se abre y Nick se aparta de mí para que pueda salir con una sonrisa.
🦋
Nick
Traje a cenar a Megan a uno de mis lugares favoritos. Es un lugar pequeño y tranquilo cerca de la playa. Es un pequeño restaurant de comida rápido pero deliciosa.
—¿Qué te pareció el lugar? —pregunto.
—Es muy lindo y pequeño. Me gusta —sonríe.
Un adolescente de aproximadamente de unos diecisiete años se acerca a nosotros y nos entrega los menús. Después pedimos nuestras órdenes y el adolescente se vuelve a retirar.
—Cuéntame un poco de ti, Nicholas.
Eso me toma por sorpresa.
—¿Qué quieres que te diga? Ya lo sabes todo que soy guapo, soy un abogado, soy rico y exitoso.
Megan ruedo los ojos, y recarga sus brazos sobre la mesa.
—No, tonto. Cuéntame un poco sobre tu vida. ¿Cuál es tu nombre completo? ¿Cuándo es tu cumpleaños? ¿Cuántos años tienes?
—Bien —hago una corta pusa y empiezo a hablar —. Me llamo Nicholas Jensen Smith, tengo 26 años. Nací en Nueva York, pero siempre he vivido en San Francisco. Mi cumpleaños es el 24 de Julio. Se jugar, basquetbol, voleibol, futbol americano, tenis, golf. Mis padres se divorciaron cuando yo tenia 8. Y me gusta hacer ejercicio todos los días. Cuando quieras podemos hacer cardio en mi departamento —guiño un ojo.
—Olvídate. Nunca.
—Ahora cuéntame sobre tu vida —le digo.
Megan se endereza y suspira.
—Antes de que empiece a hablar, mi vida no es o fue tan interesante como la tuya.
Creo que toqué un punto débil en Megan.
—Mi nombre es Megan Elizabeth Ross Silverman. Tengo veintitrés años. Cumplo el 12 de junio. Nací y crecí en San Francisco. Mi madre es mexicana. Mi adolescencia jamás la viví porque tenía que estar trabajando y cuidando a mi hermana. Laila tenía seis años cuando mi madre murió. Y, eso es todo.
Ambos nos quedamos en silencio. No sé qué decir al respecto. Ella sufrió mucho, ha sobrevivido a tantas cosas siendo apenas una niña, cuidó por sí sola a su hermana pequeña.
En verdad, admiro a esta mujer.
El adolescente que nos tomó la orden vuelve con nuestra comida y ambos empezamos a comer en silencio.
🦋
Megan
Nicholas no quiso que le diera la mitad para pagar la cena, he hice un puchero por eso. No quería que pagara todo él.
—Listo. Vámonos. Te llevaré a casa —me dice. Me levanto de la silla y nos dirigimos hacía el coche.
Nick enciende el coche.
—¿Qué te pareció la cena?
—Estuvo muy deliciosa —le digo.
Él sonríe y arranca el auto.
—¿Puedo poner música? —pregunto.
—Claro. Los discos están en la guantera.
Abro la guantera y sacó varios discos con la mano y los empiezo a ver.
Vaya, tiene muchos discos de muchos artistas.
The Beatles, One Direction, Ariana Grande, Katy Perry, Zayn, Lady Gaga, Harry Styles, Taylor Swift, Conan Gray, 11:11, Tessa Violet, Grace VanderWaal y muchos más.
Pongo el álbum Thank u, Next de mi cantante favorita. Bad Idea suena a todo volumen en el coche. Una vez que empieza la letra Nick y yo nos miramos mientras sonreímos y empezamos a cantar a todo volumen.
Nos reímos y cantamos a todo volumen mientras vamos en el coche.
Me gusta esto.
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Ni Tú, Ni Yo ©
RomanceMegan Ross es una chica de veintitrés años que tras la muerte de su madre tuvo que crecer demasiado rápido para poder cuidar a su hermana menor, Laila Ross. Un día por accidente choca con Nicholas Smith. Él, con tan solo veintiséis años es el hombre...