Satoru no sabía qué hacer o decir, la noticia de Mikoto lo había tomado por sorpresa, la chica comenzó a derramar lágrimas silenciosas.
—Ya sé que me dirás que soy una estúpida por dejarme embarazar, la verdad solo nos acostamos una vez y alcanzó para que me haya metido en éste lío. No necesito que me digas todo eso porque...
—Mikoto.
—...No sé en qué estaba pensando, ni si quiera recordé que debía protegerme, soy una idiota, soy...
—¡Mikoto basta!
Satoru la tomó por los brazos y la sacudió levemente.
—Tranquilízate, ya sabes que jamás diría esas cosas de ti—su vocación médica salió a la superficie— ¿de cuántas semanas estás?
—Casi tres meses.
—¿Ya has ido al médico?
Mikoto se limpió las lágrimas del rostro.
—No, estoy demasiado asustada. Mi abuela y mi prima aún no lo saben, no quiero cargarlas con otro problema ahora que se acerca la boda.
—Entiendo. No le diré nada a nadie pero entiende que debes tomar precauciones, ahora ya no eres solo tú, debes cuidarte, no quería decirlo pero últimamente te veo muy delgada y eso no es bueno para el niño o niña que llevas contigo. Encuéntrame mañana en el hospital luego del trabajo, te acompañaré a la consulta médica.
Mikoto no dijo nada, sólo abrazó a Satoru y se aferró a su calor, necesitaba desesperadamente sentir el suelo bajo sus pies y en esos momentos él era su ancla, su fuente de seguridad.
—Mikoto...—susurró Satoru en su oído sin soltarla—ese niño podría tener un padre, podría ser mío si quisieras.
Mikoto levantó el rostro con brusquedad y lo observó unos segundos antes de responder.
—No hablarás en serio, digo, no esperarás que yo te cargue con ésta responsabilidad.
—Hablo con toda la seriedad del mundo, no me respondas ahora, sólo piénsalo y dame una respuesta cuando estés lista.
—Gracias...
—¿Por qué?
—Por todo, por ser la luz en mi oscuridad, por amarme a pesar de haberte lastimado, por ser el hombre dulce que siempre has sido. Y si no llegara a aceptar tu propuesta quiero que sepas que nunca olvidaré lo que has hecho por mí.
—¿Me estás diciendo que no?
—Te estoy diciendo que lo pensaré, pero si llegara a ser un no aun así nunca olvidaré éste momento.
—Si aún hay esperanza entonces rezaré para que sea un sí—susurró Satoru dejando un beso liviano y fugaz en los labios de la chica—Nos vemos mañana.
—Sí...—Mikoto no supo qué más decir, ese beso la había sorprendido, Satoru jamás había sido tan osado.
¿Realmente él era consciente de lo que acababa de ofrecerle? Debía estar loco para hacerse cargo del hijo de otro hombre pero así era él, compasivo hasta la médula. Mikoto volvió sobre sus pasos y entró de nuevo a la sala de la casa, Mito y Kushina se abalanzaron sobre ella.
—¡¿Satoru te beso?! La abuela y yo lo vimos por la ventana—exclamó Kushina con alegría y ansiedad.
Mikoto se sobresaltó, ¿habrían escuchado ellas algo de su conversación?, los nervios la invadieron.
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Amor...LOCO amor
Fanfic¿Qué harías si tuvieras 12 años y el chico más atractivo del mundo y que es tres años mayor se interesa por ti? Es lo que Mikoto se preguntó al conocer a Fugaku Uchiha en el verano de 1974, un verano que marcó su vida...para mal, porque ese chico ma...