Amor...LOCO amor

Capítulo 23

Capítulo 23

—En el fondo lo esperaba...—Mito observó a su nieta con pena y resignación, la noticia de que Mikoto se marcharía en breve no la había tomado por sorpresa.

—Lo siento abuela, realmente no quiero irme pero quedarme será peor, tarde o temprano Fugaku descubriría que tengo un hijo suyo y conociéndolo no lo detendría nadie, sería capaz de hacer cualquier cosa.

—A éstas alturas lo único que quiero es que seas feliz, si crees tienes más chances de lograrlo junto a Satoru entonces que así sea.

La chica abrazó a su abuela y subió a la habitación para buscar sus cosas, había pasado una semana desde que tomara la decisión de irse de la ciudad, el plazo se cumpliría en breve y Satoru volvería a ocupar su puesto habitual en el hospital universitario de Tokio llevándose a Mikoto con él, así lo habían decidido, aunque no estaban casados vivirían juntos hasta el nacimiento del bebé. Tsunade y su esposo se habían opuesto rotundamente al enterarse de la noticia de que su hija viviría con un hombre estando soltera y por si fuera poco embarazada.

Mikoto recordó con pesar la llamada telefónica que mantuvo con su madre días antes, en lugar de comprenderla ésta sólo se limitó a juzgarla y a lamentarse por el qué dirían los amigos y conocidos.

—A éstas alturas mamá lo que menos debería preocuparte es eso, por el contrario deberías tratar de ayudarme y hacerme sentir mejor pero veo que tú y yo nunca tendremos una relación normal.

—Pareces más hija de tu abuela que mía.

—Tal vez sea porque ella sí se parece más a lo que debería ser una madre.

Tsunade enmudeció al otro lado de la línea, las palabras de su hija le dolían en el pecho pero sabía que eran ciertas, ella nunca había sabido llegar al corazón de su hija y sentía que en ciertos momentos prácticamente no la conocía, su madre en cambio sí se llevaba bien con Mikoto, es como si esas dos hubieran sido amigas en otra vida, Mito había sido una buena madre para Tsunade pero en cambio con su nieta había desarrollado una relación completamente diferente, casi parecía que esas dos pensaban lo mismo al mismo tiempo.

—Hice lo mejor que pude Mikoto.

—No, no lo has hecho, jamás te preocupaste por mis sentimientos, me dejaste sola durante meses para trabajar en otros países cuando era niña y ahora que por primera vez te pido ayuda y tu apoyo como madre sólo me juzgas igual que el resto de la gente, pero no te preocupes, ya me esperaba ésta reacción de tu parte.

—Mikoto yo...es que fue sorpresivo, no esperarás que...

—Solo quería que lo supieras, adiós mamá.

Mikoto regresó al presente, intentaba evitarlo pero su mente aun volvía una y otra vez a esa horrible conversación, le había dolido la falta de comprensión de su madre pero así era Tsunade Senju, implacable en todos los sentidos.

Tomó las maletas y trató de acercarse a la puerta pero pesaban demasiado.

—¿Qué se supone que tratas de hacer? Estás completamente loca, vamos muévete de ahí.

Satoru apareció de la nada y en un segundo tomó las maletas por ella.

—Sólo quería ayudar a bajar las cosas.

—Mikoto tienes casi cinco meses de embarazo, deja de tratar de hacer locuras o no podré irme tranquilo a trabajar cuando estemos en Tokio.

—Lo siento, trataré de que no te preocupes por mí.