Mito observó con calma a través de la ventana de la cocina cómo su nieta se acercaba en compañía del chico Uchiha y sus ojos de águila notaron el disimulado movimiento de las manos de ambos al soltarse antes de entrar al patio trasero, así que esas eran las intenciones de él, al parecer no veía a Mikoto como una simple niña y a decir verdad su nieta tampoco se parecía a una, a pesar de su joven edad la personalidad de Mikoto correspondía a la de una chica mucho mayor, no le extrañó que un chico como aquél se fijara en ella pero de todas formas sería necesario mantener una conversación con él.
Mito se puso de pie y salió al patio para recibirlos.
—¡Hola abuelita!—Mikoto corrió hasta la anciana y le dio un beso en la mejilla.
Mito observó el rostro de su nieta, los ojos le bailaban de alegría y tenía las mejillas sonrosadas, su felicidad era contagiosa.
—Hola querida, ¿te divertiste en tu paseo?
—Sí te traje éstas flores —Mikoto le entregó un ramillete de flores silvestres, las favoritas de Mito.
—Gracias son hermosas, ¿por qué no vas por un jarrón para ellas? y ya que vas de camino te agradecería si pudieras calentar agua para el té.
—Por supuesto, ahora regreso...ah abuela él es...
Mito la interrumpió antes de que pudiera continuar la frase.
—Sé quién es éste joven, ¿eres el hijo del comisario Uchiha verdad?
Fugaku tragó saliva sin poder dejar de ver a la señora Mito directo a los ojos, sentía que si dejaba de observarla aunque fuera por un momento esa mujer endemoniada lo atacaría como una fiera salvaje, no lo engañaba esa fachada de ancianita adorable que ponía delante de Mikoto, él sabía la bestia que esa señora tenía dentro, aún le parecía sentir en la espalda los golpes que le dio con la escoba hacía unos años.
—Bien, si ya se conocen iré a dejar la canasta en la cocina y prepararé el té que me pediste, ahora regreso. —Mikoto marchó feliz sin percatarse de nada de lo sucedido entre Mito y Fugaku.
Mito le indicó a Fugaku que tomara asiento en una de las sillas que rodeaban la mesa del jardín y se sentó en la posición opuesta quedando de frente a él. A Fugaku los nervios lo estaban matando, ¿qué se traía entre manos esa mujer loca?
—¿Podrías recordarme tu nombre?—Preguntó Mito.
—F-Fugaku señora Senju.
—Oh, así que te acuerdas de mí—Un brillo malicioso apareció en los ojos de la anciana.
—Por supuesto...no podría olvidar sus golpes de escoba ni en un millón de años. Mis amigos también se acuerdan de usted.
Mito sonrió complacida y Fugaku la miró con incredulidad, al parecer tomó su crítica como un halago, esa vieja estaba completamente desquiciada... en el fondo le caía bien.
—Escucha Fugaku, sé quién eres y sé quién es tu familia así que te lo advierto, si llegas a tocar uno solo de los cabellos de mi nieta los golpes que te di hace dos años no serán nada en comparación con lo que te haré ésta vez.
—No tiene por qué preocuparse...no planeo hacerle nada malo a Mikoto, preferiría herirme a mí mismo antes que lastimarla a ella.
El comentario tomó desprevenida a Mito...¿A caso eran tan profundos los sentimientos de ese chico?
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Amor...LOCO amor
Fanfiction¿Qué harías si tuvieras 12 años y el chico más atractivo del mundo y que es tres años mayor se interesa por ti? Es lo que Mikoto se preguntó al conocer a Fugaku Uchiha en el verano de 1974, un verano que marcó su vida...para mal, porque ese chico ma...