Capítulo 16

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La alarma del reloj comenzó a sonar, Mikoto se despertó y con pereza extendió el brazo para apagarlo, la luz le lastimaba los ojos porque había olvidado correr las cortinas... oh la noche anterior, los recuerdos volvieron a su mente. Se dio la vuelta y se acurrucó contra Fugaku que aún dormía, observó las facciones de ese hombre loco y maravilloso, sabía que se estaba ganando muchos dolores de cabeza con la decisión que había tomado pero en ese momento no le importaba, sólo podía pensar en la felicidad de estar con él nuevamente.

Con suavidad hundió los dedos en ese cabello negro y sedoso que ella amaba tanto y los peinó, Fugaku abrió los ojos lentamente y sonrió.

—Quiero despertar así cada día de mi vida.

—Yo también...

Fugaku la abrazó y la besó con ternura, fue un beso incluso más íntimo que los de la noche anterior. De personas que piensan compartir toda una vida, no solamente una noche.

—Creo que deberíamos levantarnos, ya son las seis de la mañana y no quiero llegar tarde al trabajo—dijo Mikoto mirando el reloj.

—Si de mí dependiera no saldríamos nunca más de ésta habitación pero no tengo opción, debo compartirte con esos pequeños diablitos que tienes por alumnos.

—Al menos ellos obedecen cuando se les pide algo, tú haces todo lo contrario.

Fugaku sonrió y puso cara de santo.

—Yo también soy obediente, anoche hice todo lo que me pediste...

El rostro de Mikoto se tornó rojo escarlata y lo golpeó de forma juguetona.

—Anda holgazán, ve a bañarte mientras preparo el desayuno.

—No pienso ir al baño si no vienes conmigo.

—¿Ves como no eres obediente?—Mikoto comenzó a reír—Aunque creo que ésta vez puedo pasarlo por alto.

Fugaku la tomó de la mano y cerró la puerta del baño tras ellos.

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—Hoy te ves diferente Mikoto, estás feliz.

—Pues sí, hoy es un buen día.

Kushina detuvo a su prima en medio del supermercado y la miró fijamente, en seguida sonrió y soltó risitas en voz baja.

—Oh sí...ya veo que has tenido una buena noche de descanso ¿eh?, Fugaku debería darme las gracias.

Mikoto se sonrojó violentamente al ser descubierta.

—¿Y cómo sabes que Fugaku estuvo en casa?

—Porque fui yo quien se lo dijo tonta. Ayer estaba comiendo con Minato en el restaurante donde trabajo y le dije que viniera a verte.

—Lo sabía, siempre está ocultándome algo...¿cómo puedo confiar en él si ni si quiera me cuenta cosas normales?—El rostro de Mikoto se tornó enojado.

—No lo culpes, es un hombre enamorado. Además seguramente lo hizo para protegerme y que no te enojaras conmigo si las cosas salían mal.

—Puede ser...se salva ésta vez pero tendré que hablar con él, no me gusta que me oculten cosas y no voy a permitir que vuelva a hacerme lo mismo que en el pasado.

—Ay ya para Mikoto, te estás poniendo un poco pesada con eso de "el pasado esto y el pasado aquello", deja de vivir en el dolor y disfruta el presente para forjar un hermoso futuro, no puedes ser tan desconfiada o te volverás una amargada.

Amor...LOCO amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora