Cierta chica de cabellos color azabache se encontraba caminando furiosamente hacía la mansión en la que ella junto con su familia habitaban. Cuando estuvo a escasos centímetros de la gran puerta, tocó, más bien, golpeó la puerta.
Se escucharon los ladridos de August y seguido de estos, unos pasos.
La puerta fue abierta por Ryousuke.—¡Sumi! ¿Qué haces aquí? Izuku me dijo que estabas estudiando algo sobre- —la pelinegra interrumpió a su hermano.
—¿¡Dónde está Fujiko!?— Sumire gritó con un muy notorio enojo, provocando un pequeño sobresalto por parte de su hermano mayor.
—¡No grites! ¿Estás loca?— dijo Ryousuke, frunciendo el entrecejo.
En ese momento, Hirahara Fujiko, la madre de Sumire, apareció. Usando un hermoso vestido color blanco, traía puesto un collar y aretes de perlas. Se veía elegante.
Los reproches por parte de su madre no se hicieron esperar.
—¡Hirahara Sumire!— ahora, la mayor gritaba —Las señoritas no gritan y tampoco tocan de manera desesperada la puerta ¿Dónde están tus modales?— la pelinegra rodó los ojos.
Siempre pasaba lo mismo. Ryousuke al notar la tensión del ambiente, se fue alejando de ahí de manera lenta.
Fujiko hizo una mueca de asco —¿Y esa ropa? ¡Es horrible!— la mayor se acercó a una distancia considerable de su hija y revisó sus oídos —¿De nuevo sin usar aretes? ¡Eres una mujer! Comportate como tal, se más femenina. Por dios deja de usar ropa negra, usa algo más colorido— Sumire chasqueó la lengua —¡Y párate derecha!—
—Deja de decirme cómo debo ser— susurró Sumire, obteniendo una mirada de desaprobación por parte de su madre.
Y así, dió inicio a una discusión entre Fujiko y Sumire.
Izumi, quién pasaba por ahí, simplemente se detuvo unos cuantos segundos a observar aquella pelea y siguió con su camino hacia la pequeña biblioteca que tenían.—¡Y quién te dio permiso para decidir las cosas por mí! ¡Te ausentaste 14 años!— gritó Sumire, cerrando con fuerza su puño.
—¡Lo hice por tu bien!— respondió Fujiko, provocando una ligera risa sarcástica en Sumire.
—¿Por mí bien? Querrás decir por tu bien ¡Todo el mundo gira alrededor de ti!—
Ryousuke iba pasando por ahí, pensó en detenerlas, pero debía terminar una tarea, así que simplemente lo dejo pasar por única vez, de vez en cuando se sobresaltaba por los gritos que Fujiko o Sumire pegaban. Pero finalmente se encerró en su habitación y colocó la música, para evitar escuchar la discusión de todos los días.
—¿¡Y si mejor me explicas por qué mierda me transferiste a la clase 1-A!?— gritó Sumire, a la vez que golpeaba la mesa que estaba cerca de ella con la palma de sus manos.
—Eres una Hirahara y por ello debes estar en la clase 1-A — replicó Fujiko, tratando de contenerse —Ningun Hirahara debe estar en una clase de segunda, con gente de segunda— Fujiko se cruzó de brazos.
Aquello, fue la gota que hizo derramó el vaso.
—¿Gente de segunda?— Sumire cerró con fuerza ambos puños, a consecuencia de esto, sus uñas se enterraron en la palma de sus manos, provocando que sangrara lentamente —Esa gente de segunda me quieren por cómo soy en realidad, no por mí dinero como la mayoría de tus amigos ¿Pero que me dices de ti? Solo juzgas por las apariencias y te crees superior a los demás sólo por tener dinero, sin mencionar que adoras dejar en ridículo a los demás y hablas mal a las espaldas de todos. ¿Qué clase de mierda de persona eres, Fujiko?— la mencionada le dió una cachetada a Sumire, pero está, ni se inmutó.
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when it comes to you ; midoriya izuku
Fanfiction« Cuando se trata de ti, no hay crímen. Tomemos nuestras almas y entrelacémoslas. Mírame hablar con el corazón. » [ Terminado. ✓ ]