Apis

capitulo 14

Lapis se aferró a su nuevo amigo casi como si no estuviera pensando en dejarlo ir. Presionó su rostro contra el suave pelaje, su rostro tenso con una sonrisa permanente porque estaba bastante contenta de que por primera vez en su vida, había encontrado algo que parecía preocuparse por ella.

Después de un momento, habló con el pequeño Einstein. "¿Quieres ir al parque?", Cuestionó mientras cogía la correa y la sujetaba al cuello del perro antes de ponerse de pie. Se dirigió hacia la puerta principal y la abrió, mirando al pequeño perro.

Sin embargo, Einstein estaba delante de ella mientras salía corriendo por la puerta ladrando o, solo para ser asfixiado brevemente por la correa alrededor de su cuello. Se tambaleó un poco hacia atrás y sacudió su collar, mirando a lapis y ladrando.

Lapis respondió a esto despegando en un lento trote, cerrando la puerta detrás de ellos. Muy pronto, el parque estaba a la vista. Como se predijo, el parque estaba bastante vacío debido a que la escuela aún estaba en sesión y, en su mayoría, todo el mundo estaba trabajando. Al pasar por los columpios, no pudo reprimir el recuerdo de peridot sentada en uno de ellos, mirando misteriosamente a sus pies. Esta imagen fue rápidamente expulsada mientras Einstein saltaba al lado de ella y ladraba con entusiasmo en el espacio abierto. Agarró su correa entre sus dientes, tirando de ella con un pequeño gruñido.

La chica alzó una ceja y miró al cachorro mientras la sacabak asa aq de este recuerdo, inclinándose y agarrando el broche de la correa en su mano. "No te escaparás si te dejo ir, ¿verdad?"

Einstein ladraba y le tocaba la pernera del pantalón, solo parecía interesado en retozar con la humana. Él ladró felizmente cuando la vio alcanzar su correa.

Lapis sonrió y tarareó confiada que el cachorro se quedaría y rápidamente soltó la correa del cuello de Einstein. Se levantó y caminó hacia adelante, dándose unas palmaditas en la pierna dos veces para indicarle al perro que la siguiera.

Einstein gritó emocionado mientras corría detrás de ella, agitando la cola furiosamente. Algunos niños miraron los ladridos de un cachorro obvio, ya que a todos les gusta un buen cachorro. Einstein mordió la pernera del pantalón de lapis y tiró de ella, golpeando su cabeza con un gruñido juguetón. la chica se rió entre dientes y sacudió su pierna juguetonamente hasta que el cachorro perdió el control y trotó un par de pasos hacia adelante. Se detuvo y se volvió para mirar al perro, inclinándose y silbando una vez.

Einstein ladró mientras saltaba detrás de ella felizmente. Lo abordó alegremente, moviendo su cola mientras se lamía la cara repetidas veces con deleite.

Lapis tomó al cachorro en sus brazos otra vez, lo abrazó y enterró su rostro en el pelaje una vez más. No podía recordar una vez que había sido tan feliz, pero solo sabía que estaba muy contenta de haber traído este perro con ella y por el hecho de que su mente había sido limpiada de esos horribles recuerdos ahora.

Después de otro momento, dejó al perro en el suelo y se puso de pie, examinando el parque hasta que sus ojos aterrizaron en el espeso bosque hacia la parte de atrás. Se dirigió hacia ellos y silbó para que el perro la siguiera, pensando que tanto ella como Einstein encontrarían este lugar un poco más agradable.

Einstein ladró alegremente, corriendo en círculo con demasiado entusiasmo. Continuó ladrando y rebotando alegremente, solo queriendo correr y quemar su energía. Después de observar esto, Lapis salió corriendo a paso lento para que el perro corriera detrás de ella, luego aceleró el paso en una carrera lenta ya que el cachorro parecía mantenerse bastante bien.

Esquivaron árboles y saltaron sobre troncos hasta que terminaron saliendo al otro lado del parque. Lapis se inclinó, jadeó fuertemente, ya que habían estado corriendo durante bastante tiempo. Sin embargo, Einstein aún estaba rebotando emocionado. Dio un ladrido al ver que se inclinaba, saltando mientras trataba de cortar sus manos felizmente.