Apis

capitulo 38

El dolor era insoportable. Con los dientes enterrados profundamente en su hombro, Peridot sostuvo a lapis con un agarre de hierro, negándose a dejarla ir. Se rió histéricamente mientras la humana gritaba, el sonido solo la emocionaba más. La sangre llenó su boca como lo había hecho tantas veces antes, pero esta vez fue diferente. Esto era mejor

Peridot se separó del hombro de lapis y en su lugar fue por su rostro, chillando ruidosamente para desorientar a su presa antes del golpe mortal. Agarró a lapis por su cabello y tiró su cabeza hacia atrás, dándole una vista clara y fácil de abrir para ir por su garganta.

Se agachó, solo logró rozar el lugar con los dientes antes de sentir un dolor agudo en el costado. Gritó y soltó a la joven investigadora, y lapis soltó el destornillador que había estado sosteniendo e inmediatamente arrancó a la alienígena y la tiró al suelo tan fuerte como pudo.

Peridot la miró con pura e intensa malicia e ira en sus ojos, recuperando rápidamente el equilibrio y abordando a la  chica, lanzando todo su peso en ella. Al no tener tiempo suficiente para reaccionar debido a la velocidad a la que se había recuperado la gema, lapis fue arrojada hacia atrás cuando peridot colisionó con su sección media, chasqueando la boca y gruñendo, con cuerdas de saliva gruesa que goteaban desde sus mandíbulas.

Abatida en el suelo ahora, lapis se estremeció y gritó de miedo cuando peridot abrió la boca de par en par, exponiendo la oscura oscuridad desde el interior, un pozo de podredumbre y muerte. Su lengua se deslizó y lamió la cara de lapis, saboreando su sabor.

"... muerta ... ahora ..." Peridot se ahogó, su respiración era superficial y áspera. Se rompió en un ataque de risas, sangre verde saliendo de su herida puñalada. No era fatal para ella, ya nada era, pero aún era algo que debía ser atendido después de que esto terminara.

"Peridot, por favor no hagas esto!" lapis le rogó, no viendo otra forma de comunicarse con ella ahora, "Puedo ayudarte a mejorar. ¿No quieres eso? ¿Ser normal otra vez?"

"... No ... caso..." Peridot gorgoteó, gotas de sangre humana cayendo de sus dientes y golpeando el suelo duro, "... No ... cura....mentir ..."

"Te lo prometo, no estoy mintiendo, Peridot". lapis la miró directamente a los ojos, tratando de no mostrar su miedo. "Quiero decir lo que digo Puedo ayudarte."

Peridot se detuvo, los ojos vagando hacia abajo para mirar fijamente la garganta de su rival de mucho tiempo, deseando desesperadamente arrancarlo. Ahora estaba completamente en silencio, excepto por el sonido de la respiración áspera de la gema mientras respiraba y exhalaba, sonando inquietantemente similar a un estertor de muerte, como si se derrumbara y muriera en cualquier momento.

Lapis contuvo el aliento, esperando ansiosamente su decisión. El problema era que, incluso si Peridot si decía que sí, aún no tenía idea de donde encontrar el.último ingrediente para la cura. Realmente no podía garantizar el regreso de peridot a la normalidad, y ni siquiera sabía si funcionaría, incluso si lograba semejante hazaña.

Después de unos momentos de pensarlo, la antigua gema gruñó profundamente en su garganta, una barra metálica emergiendo para golpearse contra el suelo, a menos de una pulgada de la cara de lapis.

"¡NO!" Peridot gritó, un chillido mezclado con la palabra, le dio escalofríos a lapis y le hizo temer por su vida una vez más. "¡No! ¡MIENTES!" Levantó la barra otra vez, levantándola por encima de su cabeza, y los ojos de lapis se agrandaron de terror. Con sus instintos de lucha o huida pateando, levantó el pie y lo condujo directamente hacia el estómago de la alienígena.

Mientras peridot abría gritaba, lapis aprovecho la oportunidad, tomó de su bolsillo la cura ya creada y rápidamente la lanzó a sus abiertas fauses.

Peridot se atragantó desesperadamente intento expulsar el líquido ingerido, mientras Peridot tosia, lapis intentaba encontrar la parte faltante de la cura, no estaba segura todavía que podía ser, Peridot finalmente se rindió de intentar expulsar el líquido y fulminó con la mirada a lapis, avanzandose a ella rápidamente, lapis se quedaba sin opciones, agarró a peridot de los hombros y la dirigió hacia ella, Peridot quedo desconcertada ante esto, luego lo sintió....labios cálidos besaban su boca, el beso se hacía mas profundo cada segundo.

Así quedaron unos minutos, rodeadas de ruinas y el resplandor agobiante del amanecer, que amenazaba con extinguir el beso, solo se escuchaban respiraciones en el destruido lugar con un montón de tierra rodeandolas, pero nada de eso importaba,ya no lo hacía.

Peridot pronto perdió la consciencia y se desplomó sobre lapis, la cual la levanto rápidamente, la dejó en el destruido sofá.

Y se sentó a su lado, esperando lo mejor.

(Final en el siguiente capítulo)