Apis

capitulo 31

Lo primero que vio lapis fue la sangre. Estaba en todas partes, creando patrones extraños y sin sentido en las paredes, ventanas y piso. Los cuerpos yacían en montones en el suelo, algunos de ellos todavía se retorcían y escupían sangre. Las luces parpadearon y se apagaron, algunas se apagaron por completo. El cableado eléctrico de la escuela siempre había sido terrible, por lo que las luces se apagaban a menudo.

La luz se filtraba por las ventanas, iluminando los cuerpos. lapis rápidamente comenzó a vomitar lo que tenía en su estómago  ante la vista y el hedor de la muerte y la decadencia,después de haber agotado todo lo que había comido antes. Se secó la boca con el dorso de la mano y, absorbiendo su miedo y su pánico, comenzó a acercarse a cada uno de los cuerpos, examinándolos para ver si alguno de ellos todavía estaba vivo.

Sintió cada uno de sus pulsos, excepto los que sabía que estaban muy muertos, aunque todavía no había encontrado ni una sola señal de que alguno de ellos todavía estuviera entre los vivos. Desde el punto de vista de las cosas, tenía una muy buena idea de que todas y cada una de las víctimas de peridot habían fallecido. A la mayoría de los cuerpos les faltaban trozos grandes, a algunos incluso les arrancaron las gargantas, o les faltaban miembros enteros. Algunos de ellos en su mayoría eran solo huesos, toda la carne había sido arrancada.

Lapis incluso se había topado con una víctima cuyos labios y la mayor parte de su boca habían desaparecido, incluida su lengua. Se estremeció al imaginar lo doloroso que debía haber sido morir así. lapis esperaba que algunas, si no la mayoría, de estas personas tuvieran muertes rápidas, aunque sabía por todos los gritos que escuchó antes que era casi seguro que la mayoría de ellos no lo hicieron.

La humana esperaba que al menos algunas personas se hubieran escapado del baño de sangre de peridot. Por mucho que lapis despreciara a sus compañeros de clase, ciertamente no les deseaba la muerte. ¡Estaba tratando de salvarlos a todos de peridot!Ella no desearía este destino a nadie, especialmente no así, atrapado en la escuela e incapaz de escapar mientras observaban a sus amigos comidos vivos por una monstruo.

Pero...ahora que cambió? Ahora es canival o que? Que falló? Por que la inminente reacción de querer comer a connie?

Mientras continuaba inspeccionando los cuerpos, caminando lentamente por el pasillo mientras observaba todo y buscaba a los sobrevivientes, lapis escuchó un débil gruñido en algunos pasillos. Se detuvo en seco y escuchó atentamente, haciendo el menor ruido posible. Unos segundos más tarde, lo escuchó de nuevo, un poco más fuerte esta vez. También pensó que escuchó el sonido de un leve masticado, seguido de un desgarro.

Lapis supo de inmediato que peridot debía ser la fuente de los ruidos, y que todavía estaba cerca, más cerca de lo que lapis había pensado que estaría.
Lo que significaba que tenía que ser extremadamente cuidadosa y callada para evitar tener el mismo destino que las otras víctimas de peridot. El problema, sin embargo, fue que la única salida en este lado de la escuela estaba ubicada en el mismo pasillo donde se originaban los sonidos. Muy lentamente, comenzó a caminar, abrazando la pared y asegurándose de permanecer en las sombras y mantener su respiración y su terror bajo control, pero era extremadamente difícil hacerlo considerando las circunstancias actuales.

Los sonidos de comer solo se hicieron cada vez más fuertes a medida que Lapis se acercaba lentamente, mientras que al mismo tiempo trataba de formular un plan de escape, en caso de que fuera descubierta y perseguida nuevamente. Conocía bastante bien el diseño de la escuela (mucho mejor que peridot), así como bastantes lugares potenciales para esconderse, y esta vez usaría ese conocimiento para su ventaja.

El gruñido de Peridot cesó de repente por un momento, así como su comida. Lapis se quedó helada y contuvo el aliento, temiendo que la alienígena la hubiera escuchado y que la hubieran descubierto. peridot continuó comiendo después de unos segundos, y lapis exhalo silenciosamente de alivio. Todavía estaba a salvo, por ahora.