Apis

capitulo 30

Un chico alegre caminaba de regreso a casa, una mano tenia su golosina preferida una '' gato galleta'' que hace unos cuantos dias habían sacado del mercado.
El día se veia gris, probablemente lloveria pronto, teniendo eso en mente el joven apresuró el paso.

No pensó en encontrarse con un montón de chicos rodeando un cuerpo en el piso, su primera impresión fue que encontraron alguien herido y querian ayudarlo, pero sus esperanzas se fueron abajo cuando ellos empezaron a reirse y lentamente se fueron.

Steven se acercó con cautela a la escena, claro después de que los chicos estuvieran lo suficientemente lejos, en el piso estaba una chica lastimada que fácilmente reconoció.

Era lapis, esa chica amante de lo paranormal estaba en el piso intentando respirar y con los ojos entre abiertos. '' lapis? Levantate!''
La movio un poco esperando que reaccionara, al ver que esto no resultó decidió llevarla en brazos a su casa (la de steven), recordó que tenía un gato galleta en su mano asi que sin pensárselo dos veces se la comió de un mordisco.

Su boca estaba helada, igual que todo su cuerpo incluyendo su cerebro, la lluvia empezó a caer antes de que steven pudiera llegar a casa, corría como sus piernas se lo permitían, gracias al cielo era fuerte pero el no tenía ni idea de como tenia tanta fuerza.

Cerró la puerta detrás de el y recosto
A la peli azul en su sillón, rápidamente encontró una toalla y la secó. Se sentó a su lado impaciente, moviendola cada cinco minutos en busca de alguna reacción.

Después de media hora por fin lapis despertó, aparentemente confundida de donde estaba.'' ¿Pero que? ¿P-peridot?'' Preguntó la peli azul desconcertada.

'' no lapis....soy steven...me recuerdas?'' Preguntó steven con esa sonrisa calida que lo caracterizaba.
''Ah? Si...'' lapis cómo pudo se sentó.

La noche pasó rápido, lapis no tuvo más alternativa que quedarse con steven en su casa, al amanecer lapis se dio cuenta de lo que había pasado y eso era la mismísima nada.

Exacto, nada de lo que pasó con peridot desde que supuestamente llegó a la base de ella no habia pasado en lo absoluto, tampoco lo de su gema incrustada en su espalda, si...recordaba el dolor que eso lo había causado...pero nada de eso paso, desde que esos matones la habían golpeado no había hecho nada mas que alucinar con un futuro tal vez posible sobre Peridot y un ''final feliz'' con ella, pero esto es la vida real, y la vida no es tan fácil, los problemas no se solucionan de la nada, nada es cómo lo imaginamos.

Decidieron ir a la escuela ese dia, era viernes y el día les sonreía a ambos, pero eso no era importante para ellos, steven y lapis salieron rápidamente a la escuela y asistieron a ella cómo si nada, la gente parecía olvidar rápido las cosas y no les parecía extraño la desaparición de la maestra en lo absoluto.

Las clases pasaron rápido y ya era hora del almuerzo, ese lugar trágico en donde peridot habia demostrado por primera vez su escalofriante comportamiento, ese lugar no era agradable para lapis en lo absoluto, pero al menos tenía a steven de compañía por un rato.

Ambos caminaban por la cafetería buscando un asiento lejano a los demás, de repente se escucha un gorgoteo proveniente de una de las puertas de salida en caso de emergencia, los dos quedaron paralizados al ver a peridot a unos cuantos metros de ellos.

peridot gimió y se dobló, con una mano sobre su estómago. " Hambrienta.." susurró, gruñendo suavemente. " Quiero ..." Fue interrumpida repentinamente cuando fue empujada desde su costado. "Muévete, maniquí!" Murmuró connie , pasando a peridot y lapis, dirigiéndose en dirección a la biblioteca.

Peridot gruñó ferozmente, sus ojos de repente se encendieron de rabia cuando extendió la mano y la agarró del brazo, tirando de él hacia sí misma. Abrió la boca y mordió, y habría hundido sus dientes en la carne si connie no se hubiera liberado de su agarre, corriendo por el pasillo lejos de ellas. Peridot continuó tomando aire por unos segundos, con la saliva volando en todas direcciones, antes de darse cuenta de que su presa se había escapado de ella.