Capítulo dieciséis

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Capítulo dieciséis.

No podía negarse a sí misma que las palabras de aquella noche que le dijo el rubio no rondaban por su cabeza, era algo que de vez en cuando no podía evitar, se sentía confundida pero también molesta. Molesta porque Steve no le dirigía la palabra como se supone que debe de ser.

Solo habían hablado un par de veces en dos semanas y media, por una parte, se lo agradecía, no sentía tanta incomodidad ni presión entre ellos, pero aun así le enojaba que ya no fuera lo mismo de antes en ese tiempo. Estaba confundida, porque agradecía que Rogers no le hablara tanto, pero comenzaba a odiarlo solo un poco por hacer eso mismo. Gracias a Barton ese día tendrían que pasar tiempo juntos y eso quería decir que intercambiarían más palabras. El plan era pasar un viernes tranquilo, viendo alguna película, charlando o incluso ir a alguna sala de videojuegos.

La chica rusa decidió que ella pasaría por su colegio para irse juntos a la casa del arquero y planear mejor lo que harían.

Lo que sus ojos verdes observaban cuando recién se acercaba a la puerta del colegio la hizo sentir encolerizada, apuño sus manos y se detuvo por un momento para mirar la escena. Sus dos amigos tenían compañía, una bonita pelinegra que en cualquier momento se le abalanzaría a Steve. Parecía que los tres estaban participando en una conversación, aunque Clint ponía más atención a su móvil que a las otras dos personas hablando enfrente de él. Entrecerró sus ojos hacia ellos, en su punto de vista todo parecía que giraba alrededor de aquel rubio y la chica desconocida.

Murmuro un par de palabras para ella e insulto a Barton por no interferir en aquello, Steve también se llevó un par de insultos por no darse cuenta que esa arpía estaba coqueteándole deliberadamente. Miro esperanzada cuando su mejor amigo quito su vista del aparato y se unió en las risas, pero no duro mucho porque su vista volvió a recaer en el móvil. Sintió hervir su sangre y sus uñas encajar más la piel de la palma de su mano cuando entre risas, la pelinegra toco el brazo de Rogers quien soltó algunas risitas, esa fue la gota que derramo el vaso.

Si. Estaba celosa. No quería que se le acercara un centímetro más al rubio y si lo hacía, la iba a separar de él halándola por su linda cabellera negra.

A paso decidido se acercó a sus amigos y a "esa". Se plantó enfrente de Steve, en un rápido movimiento su mano libre se posiciono en su nunca y lo halo a ella haciendo que juntaran sus labios por unos segundos. Ambos escucharon un jadeo que provenía de Clint y un sonido incomodo por la chica.

Hola. dijo en un tono dulce cuándo se separó del rubio, sonrió un poco al ver el rostro de Steve. ¿Están listos?

Bueno... será mejor que yo me vaya. Nos vemos después chicos.

La pelirroja vio como un sorprendido Clint Barton se despidió de la chica con su mano y luego pasaba su vista de Steve a ella. Sabía perfectamente que no estuvo bien lo que había hecho aun así quería dejarle en claro a esa chica y a las que otras que se encontraban allí que Rogers ya no estaba disponible.

¡Demonios! Creo que... necesito acomodar mis ideas.

El castaño comenzó a caminar dejándolos solos por un momento. El Capitán aún estaba ido, en shock, no se esperaba eso, lo sorprendió bastante. Miro como Natasha estaba a punto de emprender la caminata para alcanzar a quien nombro su hermano. La tomo de su antebrazo con delicadeza, evitando a que avanzara un paso más, conecto sus ojos azules con los verdes amazónicos de ella y sintió como sus mejillas comenzaron a arder.

¿Qué fue eso, Nat?

Natasha lo observo, sus mejillas tenían ese leve toque carmesí, sus labios estaban en una línea y sus ojos bailoteaban de un lado a otro, como si quisiera descifrar la expresión de su rostro. Estaba realmente confundido. Sonrió ladinamente y soltó un suspiro haciendo que su cuerpo se relajara un poco.

Recuperando al Amor de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora