Capítulo veinte

1.1K 100 6
                                    

Capítulo veinte. 


Lo siento, Nat. Prometo llegar a tiempo.

Aun podía recordar la mirada llena de enojo por parte de su pelirroja novia, se sentía tan mal consigo que ni siquiera podía concentrarse del todo.

Eres un estúpido, Steve Rogers. fueron sus últimas palabras antes de irse y adentrarse dentro de la academia.

Quería correr tras de ella, pero Fury lo llamaba, le ordenaba que subiera al auto para así poder irse a esa misión tan importante según su alto en mando.

Soltó un suspiro, ¿y si ese era el fin? ¡No! Se rehusaba a pensar aquello, pero si por esa misión de improviso terminaba con su relación no se lo iba a perdonar.

¡Ey! Relájate, Romeo, ya casi llegamos. dice James juguetonamente. Pronto veras a tu Julieta y vivirán felices por siempre.

Guarda silencio, Bucky.

Claro, te sientes amenazado porque sabes que si se entera de que casi mueres se molestara un poco más.

Steve le regalo una mirada fulminante a su amigo, haciéndolo reír. Barnes sabía que tenía razón, la pelirroja se molestara si se entera que tuvo un pequeño inconveniente. Hizo una mueca de disgusto.

Cuando llego a su destino, llevaba con él un ramo de rosas rojas, entro al teatro y las personas pasaban enseguida de él, comenzaban a irse. Se reprochó mentalmente, le había prometido llegar a tiempo y ni siquiera eso pudo cumplir, aunque ella se fue y sus últimas palabras fueron un insulto hacia él. Solo había alcanzado a ver una pequeña parte del final.

En todo el recital estuvo buscándote con la mirada en el asiento que debiste de haber tomado junto a mí. escucho, frunció sus labios y soltó aire por las palabras de su amigo. Esta en los camerinos.

Gracias, Clint.

Comenzó a caminar y por el camino le pregunto a alguien en donde se encontraba su novia, camino un poco nervioso y escuchando risas, gritos, charlas por parte de todas las féminas que se encontraban ahí.

Disculpa, busco a Natasha Romanoff.

¡Romanoff, te buscan! grito la chica a la que se dirigió. Y si no lo quieres con gusto me lo puedo quedar yo.

¿Si no quiero que? escucho su voz y después vio su figura aparecer, miro con el entrecejo fruncido a su compañera, luego a él y al final poso su vista verdosa en la chica. Espero que te estés refiriendo al ramo.

Si, claro... el ramo.

Así que él es tu novio, Romanoff. se escuchó un leve grito provenir de algún lugar del sitio.

Steve se sentía nervioso, lo demostró con la leve sonrisa que apareció en su rostro y por como miro hacia el lugar en donde no había nadie. Natasha ignoro aquella afirmación. Aun se sentía un poco enojada con el rubio.

¿Qué haces aquí?

Bueno, yo... acabo de llegar a New York, alcance a llegar al final del recital y te traigo esto. le entrego delicadamente el ramo de rosas, por suerte ella lo tomo. En verdad lo siento, Nat.

La pelirroja dejo las flores en una silla que estaba desocupada, se cruzó de brazos y lo miraba con un toque de molestia. Los comentarios sobre que todo se estaba volviendo incómodo y los murmullos se estaban haciendo presentes. Natasha soltó aire, ¿a quién engañaba? Lo había extrañado demasiado y lo tenía ahí, estaba siendo una maldita en ese momento y ni siquiera se había despedido bien de él cuando se marchó.

Recuperando al Amor de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora