Capítulo diecisiete

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Capítulo diecisiete.

La graduación estaba cada vez más cerca, Steve estaba nervioso, tenía un largo verano por recorrer, papeles que juntar, cosas que comprar y reclutas nuevos que entrenar. Lo positivo era que tendría a su lado a una hermosa pelirroja acompañándolo.

Soltó un suspiro notorio, tenía dos meses de relación con Natasha y todo iba de maravilla, aunque la chica de vez en cuando actuaba de manera rara, Rogers solo le daba un poco de espacio y luego estaban como si nada hubiese pasando.

¿A qué se debe ese gran suspiro?

Volteo a su izquierda, viendo esos hermosos ojos y sonrío notoriamente apenado con ese característico ligero color rojo en sus mejillas.

No sabría decírtelo con exactitud.

Vio como frunció su entrecejo y él sonrió aún más, se tomó la libertad de darle un corto beso en los labios, luego paso su brazo alrededor de sus hombros y ella su brazo por la cintura del chico. Era un gran avance que el rubio tuviera más iniciativa con eso, parecía que aquel chico seguro de sí que había dicho que le gustaba y después la beso, se fue, volvió a ser el mismo de antes, tímido e inocente.

Natasha se estaba adaptando a todo eso, dejo de ser alguien de relaciones serias cuando dejo Rusia, tenía quince años, casi dieciséis, cuando se mudó a Estados Unidos con su abuela. Para esa edad, ella ya tenía un novio, el cual dejo de buena manera por obvias razones y al parecer Markov se lo había tomado muy mal y quizás un tanto personal por lo que las palabras del joven ruso la lastimaron un poco. Ahora con tres años más encima puede justificar que apenas eran unos novatos en eso del amor y su primer amor no podía pensar en otra cosa que ella era una perra por solo irse y no pensar en él y sus sentimientos.

Aunque ella seguía siendo una novata en ello, para sus diecisiete, ya estaba en Estados Unidos y por decisión propia salió con un chico, pero no fue nada serio, aunque lo pareciera. Solo se conocieron lo suficiente, salieron varias veces y luego tuvieron varias noches íntimas. Había perdido su virginidad con él. Y aunque no pareciera habían pasado otro chico por "su cama" y había besado atrevidamente a unos cuantos más. Ahora estaba con Steve, todo era un poco extraño, pero le gustaba sentir esa sensación. Seguía siendo la misma, pero con una sola diferencia: era la chica de Steve Rogers. Todos en el colegio de su novio lo sabían, era la noticia de la que todos hablaban, tantas chicas de sus cursos y otras que no, queriendo ganarse de corazón del Capitán y absolutamente nadie lo había logrado, luego llego la mejor amiga de Clint Barton quien rápidamente se robó el corazón del rubio. Por supuesto que es algo de qué hablar. O eso pensaba ella.

Bucky sigue queriendo la revancha del juego de cartas.

¿Por qué no se da por vencido?

No lo sé.se encogió de hombros y se dirigió con ella de su mano a la heladería a paso lento. Creo que le has dado en su ego. ¿Quieres un helado?

No es para tanto, era un simple juego de cartas, no había nada que apostar. le restó importancia al asunto. Claro que quiero un helado...

De menta con chispas de chocolate.

La pelirroja volteo a verlo con una falsa cara de sorprendida, Steve le sonrió de la manera que siempre le daba justo en el corazón, de esas que podría enamorar a cualquiera.

Me conoces bien, soldado.

Por supuesto, no me lo perdonaría si no supiera cuál es tu helado preferido. No sería un buen novio.

Recuperando al Amor de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora