Kurapika miraba con una mueca al pelinegro, su actitud fue muy exagerada. Después de todo todos ocultamos secretos y bien dicen que nunca terminas de conocer a una persona.
Pero la mirada de Kuroro, demostraba que ese secreto podría ser muy oscuro...
—Pues yo quiero conocerte Kuroro.— mencionó el rubio con seriedad, después de todo su relación apenas comenzaba y se irían conociendo más poco a poco.
El pelinegro desvió la mirada y suspiro pesadamente.
—Claro.— forzó una sonrisa.Kurapika negó con la cabeza.
—Estoy abriendome a ti, para que me confíes lo que sea.—Te quiero.— dijo Kuroro y miro fijamente al rubio.
—Y te diré todo, pero aún no ¿De acuerdo?—Lo respeto. Pero quiero que seas sincero conmigo y que no me ocultes nada. Quiero tener una relación limpia y sincera.— respondió el menor y sonrió dulcemente.
—Kurapika...— murmuró el pelinegro y negó con la cabeza.
No podía darle una relación sincera, mucho menos limpia. Su vida era algo complicado y difícil de manejar.
—¿S-Si?— dijo el rubio nervioso por la expresión de Kuroro.
Y el pelinegro al ver el nerviosismo de Kurapika decidió callar. No podía decepcionarlo ni lastimarlo diciéndole que no podía darle una relación normal.
—Nada.— contestó en tono neutral.
—Tengamos una cita.—E-Em...claro.— murmuró el rubio y sonrió avergonzado. —Aunque deberíamos estar en el Instituto...
—No te preocupes, el fin de semana me encargaré de que tengas todos los apuntes de hoy.— agrego Kuroro y paso su brazo sobre los hombros de Kurapika.
—¿Con eso te refieres a que vas a pagarle a alguien para que anote los apuntes en mi cuaderno?— dijo el rubio burlón.
—Si.— contestó el pelinegro sonriente y ambos comenzaron a caminar alejándose de aquella casa.
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—"Kiriri ni is in dilinciinti"— imitó Leorio con una voz chillona las anteriores palabras del rubio, estaba amargado lavando los platos .—Niño estúpido...
Gon alzó una ceja al escucharlo, se levantó de la mesa y se acercó al mayor con duda.
—¿Sucede algo Leorio?— pregunto el peliverde, Leorio al escucharlo volteó a verlo y forzó una sonrisa.
—No, todo está bien.
—¿Y Kurapika?
El mayor suspiro pesadamente tratando de controlar su molestia.
—Se fue a...Comprar pan ¿No deberías estar en la escuela?—Faltaremos hoy, de todos modos mañana es Sábado y tenemos tiempo para recuperar los apuntes de este día.— contestó Gon y sonrió.—Oye crees que Kurapika tarde mucho? Me gusta cuando estamos todos juntos.
Leorio cerró los ojos con fuerza y asintió lentamente.
—Si... él ya no tarda en venir...—¡Preparemos el almuerzo!— exclamó el menor emocionado.
—¡Para que cuando él vuelva este ya la comida en la mesa!—Creo que tiene cosas que hacer Gon...— murmuró el mayor y suspiro triste.
—¿Pero él vendrá, no?— pregunto Gon y su expresión cambio.
—¿No se han peleado, verdad?—No, no... Él vendrá.— afirmó Leorio, estaba mintiendo pero no quería hacer sentir mal a Gon diciéndole que el rubio estúpido los había dejado plantados por irse con un delincuente. Forzó una sonrisa y asintió.
—Él vendrá...
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Mi Idiota (KuroKura)
AcakKuroro era un completó idiota. Un odioso que no podía odiar. Desde que el rubio llegó al Instituto le desagrado la actitud del pelinegro, era simplemente; intolerable. Pero...¿Porqué no lo puede odiar realmente? El amor a primera vista no puede ser...