Kuroro era un completó idiota.
Un odioso que no podía odiar.
Desde que el rubio llegó al Instituto le desagrado la actitud del pelinegro, era simplemente; intolerable.
Pero...¿Porqué no lo puede odiar realmente?
El amor a primera vista no puede ser...
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¡Gracias :D! ❤ actualizo 1000 años después, pero aquí finaliza la historia :v
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—Cualquier chica quisiera estar en tu lugar.—mencionó Hizoka mirando fijamente a Kurapika, quien se encontraba siendo arreglado por Bisky, en una pequeña habitación. —Incluso yo, quisiera ser el esposo de tu futuro esposo.
—Oye bombón, nos importa un carajo que te quieras arrinconar a Kuroro, ahora, ¿Vas ayudarnos o seguirás hablando estupideces?— ironizó Bisky sin expresión, mientras llenaba la pequeña brocha de polvo y la pasaba por las mejillas del rubio.
—Pero la que más quisiera estar en tu lugar es Neón. Ella, incluso es capaz de incendiar el altar, arruinar por completo la boda, asesinarte, asesinar a Kuroro, echarle veneno al pastel, ponerle polvo pica pica a tu vestido de novia, o lo más probable; gritar "yo me opongo".— siguió el payaso, ignorando la presencia de Bisky.
—Q-Que...—el menor abrió los ojos de par en par, sintió como su estómago se revolvia y las manos se le ponían heladas.
—Se acabo.—gruño Bisky entre dientes, se acercó peligrosamente a Hizoka y le agarró la oreja con fuerza, lo arrastró hasta la puerta y lo saco de una patada. —¡Para fuera!
La chica cerró la puerta, le puso candado y doble llave por dentro. Se giró para seguir arreglando al rubio, encontrándose con sus inseguros y asustados ojos.
—Neón no sabe de esta boda.— mencionó Bisky con seriedad. —Y si supiera, no está invitada. Es una chica muy torpe, dudo mucho que pueda llegar hacer algo para perjudicarte.
—No lo sé... yo... necesito ver a Kuroro.—murmuró Kurapika nervioso.
—Es de mala suerte ver a la novia antes de la boda.— advirtió la mayor. —Si te ve, su matrimonio no va durar.
—¡Pero si soy hombre!
—Es lo mismo, ya tienes el traje puesto, falta poco para que la ceremonia de inicio, sólo calmate, espera, y verás que todo está bien.
—Creo que me pica...— agregó el rubio asustado rascándose el brazo.
—El traje no tiene nada ¡Dios, calmate!
—Huele a quemado...
—Es el perfume de Hizoka.
—Estoy nervioso por la luna de miel...¡Bisky ayúdame!
—Sólo disfruta del viaje, disfruta ese momento, disfruta estar con Kuroro, disfruta el sexo y tienes que poner tu mejor actitud, relajate, no es algo forzado, es algo hermoso que tal ves no se vuelva a repetir...—respondió la rubia y se limpio una lágrima imaginaria. —Quiero llorar pero no puedo.