Neón llevo al pelinegro a un salón abandonado, estaba sucio y los pupitres estaban amontonados en una esquina, algunos hasta rotos. La chica cerró la puerta bruscamente haciendo que el mayor se diera la vuelta rápidamente y la mirara con desconfianza.
—¿Que quieres?
La peliazul sonrió y se acercó más al pelinegro, quien retrocedió confundido.
—No te preocupes, no voy a matarte, ni tampoco voy a violarte o algo por el estilo.— aclaró Neón.—Entonces?
—Solamente quiero preguntarte algo...— añadió la chica y fruncio el ceño poniéndose sería.
—¿Que es lo que quieres de Kurapika?Kuroro sorprendido la miro por unos segundos, desvió la mirada y mordió su labio.
—¿Porque me preguntas eso?Neón se cruzó de brazos y rodó los ojos.
—¿Porque crees tú? Al principio lo trataste mal, luego tuviste sexo con él, y después lo quisiste violar en un salón. Y si vas a decir algo como; "y i ti qui ti impirti" pues sí, si me importa porque Kurapika es mi amiguis, y no permitiré que lo lastimes o que juegues con él, puedes follarte a cualquier zorra pero el-—Si, si, pero con él es diferente, el mismo estúpido discurso de Leorio.— añadió el pelinegro y comenzó a pasearse por el salón con desinterés.
—Eh?... Como sea, contesta mi pregunta ¿Que quieres de Kurapika? De todas las vírgenes desesperadas por ti ¿Porqué él? Dime, ¿Es especial para ti?— interrogó nuevamente la chica.
—Mmm... aquí está muy sucio.— murmuró Kuroro tocando uno de las mesas con su dedo.
—¡Oye, me estás escuchando?— grito Neón enojada y dando fuertes pisadas se acercó nuevamente al pelinegro.
—Mhm, que?— la miro.
—No te hagas el sordo...— gruño la peliazul y puso las manos en su cintura.
—¿Te gusta Kurapika?—Si.— respondió y desvió la mirada.
—Eso creo...—¿Qué te gusta de él?— pregunto con desconfianza.
—Uf... qué no me gusta.— respondió y sonrió.
—Quién te entiende...— murmuró Neón y suspiro.
—¿Entonces porqué siempre la cagas?Kuroro la miro con el ceño fruncido.
—Bueno, si de verdad te gusta vas a dejar de ser un idiota y le vas a decir lo que sientes ¿Tan difícil es?— agrego la peliazul irónicamente.
—Para mí, si lo es.— respondió el pelinegro y rodó los ojos. Y sin decir nada más se dirigió a la salida.
—Espera.
—¿Ahora que?— se detuvo y la miro de reojo.
—Por favor ya no la cages...— dijo Neón con una mueca suplicante.
Kuroro suspiro y abrió la puerta.
—Cómo sea.— salió dando un portazo, dejando a la peliazul frustrada.—¡Maldito engreído!— renego la chica infantilmente, luego sintió como sus mejillas se ponian rojas.
—...No, no, no puede ser! Ya no me gusta... ¿Porqué te pones tan alterado, estúpido corazón? Se supone que... Él es cosa del pasado...✿
Kurapika caminaba tranquilamente por los pasillos, faltaba poco para que sonara el timbre. De repente lo arrinconan contra la pared, el impacto hace que cierre los ojos.
—¡Que...!— abre los ojos lentamente encontrándose con Kuroro, hace una mueca y desvía la mirada con el ceño fruncido.
—¿Que quieres?El pelinegro tomo el mentón del rubio girando su rostro para que lo mirase fijamente.
—Si...—¿Hum?— el menor lo miro confundido.
—Si me gustas...— susurro ocultando su mirada.
Kurapika se quedó estático por unos segundos, luego sonrió calidamente y con su mano derecha acarició la mejilla de Kuroro, quien lo miro con sorpresa.
—B-Bueno, y... eso quiere decir que...—¿Que?— lo miro divertido, el rubio se sonrojo más y desvió la mirada.
—Y-Ya sabes... nosotros...
—¿Nosotros...?
—S-Somos...
—¿Que?
—¡No te hagas el tonto!— exclamó Kurapika sonrojado.
—S-Sabes lo que estoy tratando de decir...—No, no lo sé.— se acercó más al rostro del rubio.
—¡Pues ni lo sabrás! Pierdete.— gruño Kurapika y empujó al pelinegro.
—¿Te enojas con tanta facilidad?— ironizó Kuroro y se acercó a la oreja del menor.
—Bueno, no me importa... me gustan agresivas.El rubio gruño y intentó darle un puñetazo en la cara, pero el pelinegro recibió hábilmente su golpe deteniendolo con una mano.
—Calmado.—¡No entiendo como puede gustarme semejante idiota como tú!— grito Kurapika, para después ponerse rojo por sus propias palabras.
—Ni yo lo entiendo. Jamás imaginé que te ibas a enamorar de mí realmente...— murmuró Kuroro pensativo.
—¿Porqué no?— pregunto tímidamente el rubio con sus mejillas un poco coloradas.
—Pensé que me odiabas a muerte, y que el simple hecho de que yo fuese Pudin no cambiaría tu odio hacia mí, es más, lógicamente me odiarias más... Pero quien te entiende.— agrego el pelinegro divertido.
—Eres raro...—C-Cállate...— susurro Kurapika avergonzado.
—Pero no me importa, porque eso te hace único.—murmuró el mayor y beso la mejilla del rubio, sonrojandolo más.
—¡D-Dije que te callaras!— grito Kurapika y oculto su rostro en el pecho de Kuroro.
—Yo... No se porqué me enamoré de ti, es extraño... aunque mucho antes de que tú me escribieras como Pudin, ya estaba pensando mucho en ti...—¿Así que pensabas en mí?— interrogó con una sonrisa traviesa el mayor.
—Si... Pero no entiendo porqué. Se supone que yo te odiaba, no?— murmuró el rubio y se aferró más al pelinegro.
—Me siento como un fácil...—¿Fácil? — Kuroro elevó la voz en exageración.
—¿Tú fácil? Por favor, me la has puesto difícil todo el tiempo.—Tuve sexo contigo cuando ni siquiera sabía tu identidad.— ironizó Kurapika.
—Eso me convierte en un fácil.—Claro que no, sólo te dejaste llevar por lo que sentías. Pudin no era un desconocido, tú lo conocías no? Te desvelabas hablando con él y tan sólo confiaste.— opino el mayor.
El rubio suspiro sintiendo la calidez del otro, gracias a las palabras de Kuroro ahora se sentía menos zorra. (:v)
—Oye, Kurapika.— mencionó el pelinegro, el rubio hizo un leve movimiento con la cabeza para que prosiguiera.
—No te has puesto a pensar que...—¿Que?
—Tú en realidad estas enamorado de Pudin, y no de Kuroro...— agrego el pelinegro, dejando al rubio un poco pensativo.
—¿No son la misma persona? — pregunto el menor confundido.
—No.— contestó el mayor de inmediato.
—Pudin es una personalidad y Kuroro es otra, ambas complementan a una misma persona pero... ¿Tú estás enamorado de tan sólo una de mis personalidades?Kurapika trago pesado, si estaba enamorado tan sólo de Pudin ¿Sería ese un problema?
Estúpido Kuroro... ¿Porqué tiene que tener dos personalidades? Después qué. ¿Va a tener dos cabezas? Ah, si ya las tiene (͡° ͜ʖ ͡°).
Kurapika respiro hondo y miro al mayor a los ojos.
—¡Pedazo de idiota te acabo de decir que aún cuando ni me habías escrito yo pensaba en ti!— grito.Kuroro sonrió con suficiencia.
—¿Enserio? — tomo el mentón del rubio.
—¿Y qué te gusta...de mí?
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Mi Idiota (KuroKura)
RandomKuroro era un completó idiota. Un odioso que no podía odiar. Desde que el rubio llegó al Instituto le desagrado la actitud del pelinegro, era simplemente; intolerable. Pero...¿Porqué no lo puede odiar realmente? El amor a primera vista no puede ser...