Mi Idiota (KuroKura)

Capítulo 26

El rubio entro cuidadosamente por la puerta, tratando de no hacer ruido. Ya era media noche y seguramente mañana tendría que darle explicaciones a Leorio.

Pero para su mala suerte, el moreno se encontraba sentando en el sofá, esperándolo con las luces apagadas, mientras bebía café. No se veía "enojado".

Kurapika al verlo suspiro pesadamente y fue a prender la luz.

—¿Por qué me esperaste?— pregunto y camino hacia el mayor.

—Estaba preocupado...— contestó Leorio y le dio un sorbo a su bebida.
—Casi es la una, pensé que te había pasado algo...

Sus ojos reflejaban preocupación, cosa que provocó satisfacción en el rubio.

—Estoy bien, lamento mucho haber llegado a estas horas. Fui con Bisky a cenar y se emborracho, tuve que pedir un taxi y acompañarla a su casa para que el taxista no se aprovechará de ella...me costó subirla a su cuarto, por eso tarde.— se excusó Kurapika, o más bien mintió.

Pero Leorio le creyó cada palabra y le sonrió con sinceridad.

—De acuerdo... lo importante es que estas bien.

El rubio se acercó más al Moreno y lo beso dulcemente.

—¿No estas enojado?— pregunto sobre sus labios.

—No... tú tienes el derecho de salir cuando quieras. No me gustó que regresarás tarde pero me es imposible enojarme contigo, confío en ti y estoy seguro de que respetas nuestra relación...Nunca cometerias una "locura".— respondió el mayor y levantó su mano para acariciar la mejilla del rubio.

Kurapika mordió su labio inferior. Ahora se sentía la peor persona del mundo, Leorio confiaba ciegamente en él y se aprovechaba de eso.

Sin decir nada más comenzó a besar al mayor con pasión, le dolía mentirle pero lo necesitaba, lo quería. Después de todo, antes era su mejor amigo.

Leorio rompió el beso suavemente, estaba confundido por esa repentina acción, y conocía perfectamente a Kurapika, algo le pasaba.

—¿Sucede algo? — pregunto.

—S-Si... — susurro Kurapika y se puso de rodillas para estar a la altura de los labios del contrario, le tomo el rostro mirándolo directamente a los ojos.
—Leorio, te necesito.

El nombrado asintió sin entender muy bien.

—Sabes que estoy para ti.— mencionó y beso la frente del menor con cariño.
—Dime que sucede.

Kurapika jadeo y levantó la mirada para sonreirle.
—¿Me amas?— pregunto.

Leorio se sorprendió por la pregunta.

—Por algo nos vamos a casar, no?— dijo y sonrió avergonzado.
—Si, te amo.

El menor sintió como su rostro se ponía rojo, algo en su pecho se removió al escuchar las palabras de Leorio.

—Te quiero mucho.— alcanzó a decir y abrazo con fuerza al Moreno.
—Gracias por siempre estar conmigo, y ser comprensivo.

El contrario dudosamente le correspondió, algo andaba mal con Kurapika, conocía al menor lo suficiente para saber que ocultaba algo.

✽⚘ ✿ ⚘✽

Era bastante temprano, Bisky abrió el bar una hora antes para hablar cómodamente con su ex mejor amiga Neón. Y minutos después la susodicha apareció en el marco de la puerta, tensa y se notaba decepcionada.

—Adelante.— mencionó Bisky al verla insegura, pues la otra tenía razón en tenerle miedo ya que anoche en los sanitarios del restaurante la había agredido verbalmente por lo de Kuroro.
—Ya no estoy molesta, no te cite para golpearte o insultarte.

Neón entro a paso lento, se dirigió a la barra para sentarse en uno de los bancos, mientras que la rubia preparaba batido de fresa.

—¿Qué quieres Bisky?— pregunto toscamente, un tono de voz muy impropio a ella.
—¿Restregarme en la cara que Kuroro aún ama a Kurapika?

—No, claro que no.— le aclaró la mayor.— Lamento mucho haberte insultado ayer, tú no tienes la culpa de nada. Tampoco puedo obligarte a que dejes de querer a Kuroro, son tus sentimientos... Pero, tampoco puedes obligarlo a que te quiera.

—No lo voy a obligar a nada, pero me enfurece tanto el hecho de que todo era perfecto... hasta que apareció Kurapika y lo arruinó. No me creo esa estupidez de que "se encontraron por casualidad", Seguramente lo planeó todo.— dijo la peliazul y fruncio el ceño, estaba amargada a pesar de que siempre era tan pacífica y dulce.

Bisky entrecerro los ojos, en realidad ella era la culpable de que aquellos dos se encontrarán, lo planeó todo con ayuda de Hizoka.

—Kuroro ama a Kurapika, deberías empezar a aceptarlo, lo quieras o no, aunque Kuroro fuese tu novio su corazón siempre le perteneceria a Kurapika. Él no arruinó nada, ellos están destinados.— hablo y sirvió los dos batidos en unas copas de vidrio.

—¿"Destinados"? Que ridiculez, eso sólo pasa en las historias de amor, deberías dejar wattpad. La realidad es que tratas de justificar que Kurapika es una zorr-

La rubia agarró el cuchillo más cercano que tenía y apunto con este a Neón.

—Dilo y despidete de tu lengua..— le advirtió.

—¿No que no me ibas a hacer daño?— ironizó la peliazul con una sonrisa cínica.
—No me calles la verdad, Kurapika no es más que un cualquiera, tan fácil como engordar y bien que aprovecha su culo para amarrar a los idiotas que se fijan en él.

Bisky abrió los ojos sorprendida, nunca había escuchado a Neón hablar de tal manera, parecía otra, una gemela mala de la peliazul. No podía creer lo ofensiva y cruel que estaba siendo.

—Kurapika no es una... un "fácil", es una persona inocente, pura y-

—¡Si claro! Una persona "inocente y pura" que está comprometida con uno y se mete en la cama con otro ¡Vaya inocencia! Si eso es ser inocente entonces Hizoka es virgen.— mencionó Neón burlona.

—¡No se a acostado con Kuroro! ¡Kurapika respeta su relación con Leorio! Pronto va a terminar con uno de los dos. Incluso puede terminar con Kuroro, para tu suerte...

Neón rodó los ojos. Y un ruido hizo que ambas chicas se sobresaltaran, voltearon a ver y era Kurapika el que parecía comer algo con tranquilidad.

—Si Neón, incluso puedo terminar con Kuroro para que te lo quedes...— mencionó el rubio y le dio una mordida a lo que parecía ser una galleta de chispitas.
—Estoy comiendome una galleta ¿No quieres las sobras también?