Capítulo 8

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Me despierto gracias a la alarma de mi celular y bufó internamente.

Estoy cansada pero feliz.

Un buen día es después de un buen sexo... El sexo alegra hasta al más amargado.

Me visto rápidamente luego de ducharme. Hoy solo visto una falda de tubo negra, camisa blanca de lino con una pequeña rosa impresa en la parte del pecho derecho. Zapatos de tacón negros, mi cabello va en una media cola dejando caer los rizos involuntarios creados por las trenzas de ayer.

Salgo de casa con el tiempo suficiente, subo a mi camaro y manejo hasta llegar a la empresa donde debo pasar toda está semana.

Suspiro al salir del ascensor y ver a dos tipos con trajes sentados en los sillones.

Buen día, en qué puedo ayudarle? – pregunto amable.

Eh, buen día esperamos a Damián, tú eres…? – pregunta uno de los tipos.

Soy Rose Sierra secretaria y asistente personal del señor Harold un placer – me presento en modo trabajo.

Oh, el placer es nuestro yo soy Víctor Olivera y él mi hermano Jorge Olivera – presenta él tipo tendiendo su mano a la mía.

Bien, un gusto puedo ofrecerles algo mientras esperan? – pregunto amable.

No, gracias – dice sonriendo Víctor.

Por cierto la oficina de él joven Damián no es aquí – opino.

Si, lo sé pero él nos dijo que lo esperemos aquí – explica.

Oh entiendo, cualquier cosa no duden en pedirlo – respondo antes de girarme y caminar hasta mi habitual silla.

Enciendo la computadora y la tablet. Mientras eso se hace preparó el café del señor Harold.

Al terminar lo dejo en su oficina y camino hasta él buzón donde están las revistas diarias del señor.

Colocó todo a cómo debe estar y regresó enseguida a mi lugar de trabajo.

Así dispongo de mi tiempo ordenando todo acordé a la computadora y la tablet. Sonrío cuando terminó todo antes de tiempo.

Hoy es lunes así qué él señor tiene un día pesado pero tengo mis energías recuperadas gracias al energizante qué tomo antes de venir acá.

A las 08 en punto cómo es lo normal cada día de trabajo, llega el señor Harold acompañado de su hijo y Travis.

Me pongo de pie antes de qué ellos lleguen hasta donde mi, plasmo mi sonrisa de trabajo en mi cara.

Buen día Rose, chicos – saluda él señor Harold.

Buen día Harold – saluda Jorge.

Buen día Señor – saludo amable cuando está de frente a mi.

Rose, acompañame – dice seguido sonríe y entra a su oficina.

Tomo la tablet y un lapicero por si acaso sonrió hacia los 4 hombres de pie en la recepción, camino hasta donde el señor Harold.

Rose, hoy a la hora de mi almuerzo necesito qué cancele cualquier cosa que tenga. – dice cuando me ve entrar – siéntate, tengo otro compromiso familiar – explica y yo asiento.

Bien, otra cosa? – pregunto.

No, ahora dime qué hay para hoy por favor – dice sonriendo.

Y así le explicó la lista de compromisos, reuniones y conferencias de vídeo llamadas de hoy.

Bien, puedes retirarte pero pon en la linea a Ray – dice y yo sonrió forzosamente.

Claro – respondo y salgo de ahí.

Llegó a mi escritorio y busco el Número de papá.

Padre – digo en forma de saludo.

Hola hija, ¿cómo estás? – pregunta alegre.

Bien, te llamo porqué el señor Harold quiere comunicarse contigo, te paso a la línea – explico.

De acuerdo pasa buen día te quiero – dice.

Igual, hasta luego ahora espera – digo.

Dejo en espera la llamada y me comunico al teléfono del señor Harold.

Ray en la línea 2 señor – informó.

Gracias Rose – dice y cuelgo pasando la llamada.

Tomo nuevamente el teléfono dispuesta a llamar a la secretaria del cliente qué tenía un almuerzo con mi jefe.

Buenos días, habló de parte del Señor Harold Peltz para avisarle qué no podrá reunirse con el señor Tomás pero si desea puedo agendar otra cita – explico a la secretaria a través de la línea telefónica.

Claro, iba a llamar para avisar lo mismo podría ser en ésta semana la cita – propone.

Claro, déjame ver – busco en la tablet. – el miércoles a las 2 podría ser – murmuró.

Excelente así queda, gracias pasa buen día – se despide la secretaria.

Gracias e igual hasta luego – digo y cuelgo.

Al hacerlo me doy cuenta de qué los 4 hombres siguen sentados hablando animadamente menos Travis se le ve incómodo.

Sonrió y le llamo.

Travis, podrías venir un momento – digo sonriendo.

Él se disculpa y camina hasta mi.

Dime – dice cuando llega.

Buen día a ti también – comentó divertida.

Disculpa pero estoy aturdido aún por la platica qué llevan esos tipos – dice sonriendo.

Se ve, por eso te he llamado se te veía incómodo – digo sonriendo.

Y lo agradezco estaba muy caliente la plática – dice sonriendo.

Imagino lo qué hablarán los hombres – digo divertida.

Hey! No todos tenemos esa mentecita tuya bien pervertida – comenta burlón llamando la atención de los otros 3 hombres que me ven atónitos.

Bien Travis, no podías gritar más alto?

No sabes lo que pienso – digo ignorando a los demás.

Créeme podría decírtelo ahora mismo – réplica divertido.

Dime – le desafió.

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