Capítulo 20

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Claro – dice Harold tenso.

Estás hermosa – dice Damián y me besa.

Sus suaves labios se mueven por unos segundos sobre los míos antes de separarse y verme a la cara.

Gracias – digo aún aturdida.

Ven, vamos a presentarte – dice Damián sonriente.

Si – digo vacilante.

Nos detenemos de mesa en mesa para que los familiares de Damián me conozcan, vale decir he saludado por lo menos durante una hora al estilo princesa o como si fuese alguien realmente importante.

Muchas de las tías de Damián han quedado encantadas conmigo y “la relación” con Damián.

Me he aburrido hasta no más poder, es que ostias la mayoría decía: “Es que hacéis una pareja perfecta” “Son lindos juntos” “Quiero sobrino pronto” “La boda cuando es” y yo sonriendo como queriendo decirles que todo es actuado.

Pero me he contenido. Regresamos por fin a nuestra mesa justo cuando van a servir la cena.

¿Cómo te pidió mi nieto que fueran novios? – pregunta Doña Sandra.

Si cuenta como fue – apoya Isabel. Sonrío sin saber qué decir y veo a Damián nervioso.

Fue gracioso  - Sonrió para mis adentros - llevábamos unos dos meses de estar saliendo fuera del trabajo y como en la octava cita me ha invitado a un restaurante, todo estaba bien hasta que llega un mesero con una bandeja en medio de está había una caja en forma de corazón decorada con otro corazón hecho de pétalos de rosa, cuando abrí la caja había una hoja de papel doblada…

le pregunté que era todo eso y el sólo sonrió, tome la hoja y la abrí dentro de ella había impresa una foto que nos tomamos en la tercer salida que tuvimos, debajo de el había un texto largo lleno de letras que mostraban una declaración digna de Damián. Y al final él habló: ¿Me harías el honor de ser mi novia? Fue todo lo qué necesite y lo besé. Y asi hace un mes que llevamos saliendo – Termino mi pequeño relato con una gran sonrisa.

Ya sé debería ser actriz por inventar cosas así en segundos y hacer creerlo.

Que hermoso – dice Isabel.

Y fue una de las mejores decisiones que he tomado – dice Damián mientras besa mi mano y la entrelaza con la suya.

Espero bisnietos pronto – dice Sandra.

Mamá no apresures – la riñe divertido Harold.

Es una gran mujer cuidala primo – Habla Almarnack.

Lo haré – dice Damián mientras me ve a los ojos.

Si yo no supiese de que esto es falso, una mentira para un mismo fin también me creería esas palabras.

Permiso, necesito ir al baño – anunció y me levanto sin esperar nada.

Camino hasta la casa donde encuentro el baño y entró sin pensar dos veces.

Cuando esto terminé será una decepción para mi familia, para la de Harold…para mi. Estoy creando algo qué no sucederá, estoy jugando con los demás.

¿Por qué No pude decir qué no a está ridiculez? – pregunto al aire.

Tal vez porqué tienes un corazón que ayuda si puede – gruñe mi subconsciente.

Y es cierto yo siempre te ayudaría si puedo, porqué yo necesite ayuda y ahí estuvo Julio el me ayudo. El me cuido, el me brindó su hombro.

No importa si la causa es grande o pequeña con tal para mi sea buena y este en mis manos te ayudaré, no te dejaré caer.

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