- ¿Estás segura de que no era una pesadilla?- Pregunta la psicóloga, inspeccionandome, es lo único que sabe hacer. En este tiempo no me ha ayudado en nada. Ninguna persona lo ha hecho.
- Si.- Contesto, cortante. Miro las gotas de lluvia que caen contra la ventana de su oficina. Un sentimiento de angustia me invade y me hace cuestionarme. Este tiempo solo hace que me den ganas de dormir y no hacer nada, en este caso, no me dan ganas de hablarle sobre mis problemas personales, pues se supone que tiene que ayudarme, cuando lo único que hace es juzgar.
- A veces los sueños o pesadillas, reflejan a lo que tememos, nuestros peores miedos. Solo para darnos una lección de vida.- Me dice, yo solo asiento, sin importarme en lo más mínimo que quiera decirme.- ¿Crees que es una pesadilla?
- Todo el tiempo que llevamos tiene que sobrarle, para decirle que NO ERA UNA PESADILLA. Es real.- Contesto, irritada de que siempre vengan con las mismas preguntas.
- ¿A que le tiene miedo, Madison?- Pregunta, esperando mi respuesta con paciencia.
- Al monstruo.
Ella suspira, debe estar cansada de seguir lidiando conmigo. Soy una carga para todos. Toda mi familia y los que saben por lo que pase, me apodan como "La loca". Cuando lo único que necesito es que me ayuden a entender, y se que capaz ella está haciendo eso, ayudando, pero realmente no. Por qué cree que es una pesadilla.
Pero es un monstruo.
Y jamás me cansaré de decir, que no es mentira, que no estoy loca, que esa cosa me acecha hace tiempo.
Veo el reloj, que tranquilamente va moviendo sus manillas. Esperando que ya termine esta pesadilla. Pero nunca acabará.
- Bueno, Madi, se nos acabó el tiempo, nos vemos en la próxima, encuentrate bien.- Se despide con un abrazo. Nos conocemos hace tanto, que ya no hay tanta desconfianza. Salgo de su oficina con los nervios de punta. Se que se venía algo malo. Voy a la cafetería a comprarme algo para beber y como su nombre lo dice, un café es lo que tomaré.
Al entrar, siento que todas las miradas se dirigen hacia mi. Sin embargo, las ignoro sutilmente, siempre me ha importado lo que digan de mi, es algo en lo que he estado trabajando, para ser libre y poder dejar de una vez por todas de importarme esas inútiles y esos estúpidos que me juzgan.
¿Por qué me juzgan?
Capaz eso se han preguntado, dado que nadie sabe sobre el monstruo, a excepción de mi mejor amiga, Giselle, pero ella todavía no llega a la cafetería.
Hace tiempo atrás, había salido con unos de los chicos más populares del colegio, se llamaba Axel, lo que yo no sabía era que ya tenía novia en ese entonces, me engañó, me besaba y me decía que me quería, cuando solo era para volverse más popular, desde ahí es que todos creyeron que era una zorra que le robó el novio a otra de las chicas más amadas del colegio.
Alanis.
Es una chica extremadamente superficial, caprichosa, engreída, malcriada miles de adjetivos más que la describan de la peor forma posible.
Cuando descubrió sobre nuestra relación, me hizo la vida imposible. ¿Como?
Molestándome.
Esta chica tiene un blog del colegio, donde pública de todo, entre eso, mostró mi expediente del psicólogo, todos creyeron que estaba loca, gracias a Dios, no mostró más de lo debido, por lo que solo se vió lo siguiente.
Alucinaciones.
Todos creían que estaba loca, solo por esa estúpida palabra. Cuando Axel supo sobre eso, me terminó cruelmente y siguió con Alanis. Los dos tontos se paseaban en frente mío, mostrando su amor, mientras que los demás murmuraban cosas malas sobre mi.
Ahí viene la zorra.
Que asco.
La cafetería ya se infectó.
Iugh, huele a perra.
Agh, ya viene la quita novios.
Todos esos son los insultos que recibo cada vez que entro a la cafetería, o bueno, cada vez que paso en cualquier parte y ellos me ven.
No quería nada. Después de lo que había pasado, todos hablaban a mis espaldas, fue ahí, donde el monstruo desapareció. No volví a salir con nadie más, ni si quiera tuve amigos y me la pasé súper mal, seguí asistiendo al psicólogo, la cual fue de gran ayuda en ese momento. Solo que todavía no olvido a esa cosa demoníaca que habitaba debajo de mi cama. Supongo que jamás se olvidará, pero que si se superará.
Mientras espero a que el agua hierva. Alguien me golpea en la cabeza. Me doy vuelta, encontrándome con mi mejor amiga. Giselle.
Su piel pálida se ve más blanca que nunca, sus mejillas naranjas por su maquillaje, ojos color avellana, labios carnosos y cabello teñido. Trae una gorra que cubre casi todo su cabello, pero hace que algunos mechones rebeldes salgan a flote. Jeans ajustados, blusa y sus botas, las cuales no se las quita ni para ir a la playa. Me está mirando divertidamente.
- ¡No les hagas caso, sabes que son unos imbéciles sin vida!- Lo último lo dice elevando su voz. Sonrió falsamente - Hey, hey, hey, no hagas sonrisas falsas, Madi...- Me regaña.
- Me conoces muy bien.- Respondo.
- Lo sé. ¿De nuevo estás bebiendo café?- Pregunta, harta de que siempre sea lo mismo.
- Yo no te reprocho por tus botas.- Le digo, y se que gané esta batalla.
- Touché.
Miro como el agua sigue cayendo en el café, hasta revalsarse.
Solo quería café y este se revalsa.
- ¿Ves? Hasta el destino quiere que dejes de tomar café. No has dormido hace más de 5 días, y aún así sigues tomando café, te hace mal.- Me regaña. Es como mi madre, me trata como su hija. Creo que se debe a que siempre quiso a una hermana. Pero el Mundo es cruel y le dió un hermano que la molesta siempre, en todo momento.
- Ya lo sé. Pero es que temo que si me duermo, vuelva a tener pesadillas.- Susurro. Nadie puede escuchar esto.
- ¿Cuál fue tu última pesadilla?- Pregunta, curiosa. Siempre me he preguntando por qué ella no es la psicóloga, ya que me ha ayudado mucho más que la del colegio.
- No se si habrá sido una, pero últimamente, he tenido muchas visiones, está fue diferente...- Titubeo. Sin poder creer.
- Cuenta.
- Era un cuerpo...- Murmuro, nerviosa por su reacción. Ella me mira expectante y habla.
- Picarona... Estabas soñando con Christian Grey...- Me empuja levemente en el hombro.
- No.
- ¿No que?- Su curiosidad es cada vez más notable.
- Era el cuerpo de una chica...
🌫️🌫️🌫️🌫️
¡YEIIII! Por fin nuevo capítulo. Solo espero que les haya gustado. Lo escribi con mucho amor. Y me disculpo por no haber actualizado, me di un descanso de Wattpadd por mí falta de tiempo. Pero volví y con todo.
¿Te gustó?
Perdonen los errores.
LOS SARANGUEO <3
Bai Baiiiiiii ✌️
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El Monstruo Debajo De Mi Cama
Teen FictionDesde pequeña creía que había un monstruo que vivía debajo de mi cama. Lloraba todas los noches del miedo que me daba. El tiempo pasó, me llevaron a un psicólogo, con la esperanza de que me ayudara a creer que no había nada. La cosa es... ¿Me ayudó...