Hace 9 años atrás...
Ruidos se escuchan debajo de su cama. Gritos ahogados son los que incendian los oídos de los niña. Sus pupilas duelen, no ha dormido nada hace más de 4 meses, máximo una hora, y sus ojeras la delatan. No sabe qué hacer. Hace tiempo ha estado presenciando esto, y lo único que quiere es poder dormir tranquila, sin la presencia, de este "monstruo" que acecha su habitación, así es como lo llama Madison, y por su nombre que le habilitó, todos creen que está loca. Los padres habían considerado llevarla a un manicomio, pero recapacitaron y se dieron cuenta que esa idea es mucho peor, así que si el miedo persistía, la llevarían al psicólogo. Era todo lo que podían hacer con su loca niña. La cual estaba escondida debajo de sus sábanas, como si de estas dependieran su vida.
Todo empezó cuando un día, manchas rojas en su ventana fueron presente ante sus ojos. Su madre creyó que era algún tipo de broma, lo dejó pasar. Sin embargo, para la niña no lo era. Al contrario, era más que una broma. Luego de eso, empezaron los sonidos en su armario, cuyo objeto ahora siempre está cerrado. Evitando su sonido.
Pero había algo.
Algo, al cual nadie podia hacer nada.
Su cama.
Su cómoda cama.
Así era como lo apodaba ella, antes de todo.
Hubo una semana en la que todo parecía marchar bien. Ella creyó que finalmente se trataba de una pesadilla. Así que, ahora pudo dormir tranquila. El monstruo solo la molestaba durante la noche. En el día era libre de ataques. Su madre la ignoraba por completo y se enfocó en su trabajo, habia tenido demasiado con su hija, que para colmo, estaba loca.
Su padre demostraba apoyo hacia ella. A pesar de saber que su niña podía estar sin un tornillo.
Todo parecía marchar perfecto. Hasta que...
Sonidos.
Sonidos horrorosos debajo de la cama de la niña. Voces irreconocibles para Madison. Ligeros, para luego volverse cada vez más escalofriantes. Se escuchaba como un susurro, otras veces como un grito de auxilio.
- Mamá...- Trató de hablar la niña. Pero la voz no le salía. Y es que siempre en casos desesperados, sus sentimientos terminan invadiendola. En este caso, y en todas las noches anteriores, Madison había sido víctima del llamado "parálisis del sueño". Cuando su mente se despertaba antes que su cuerpo, para luego empezar a escuchar esas voces. Todos creían que eran pesadillas de la niña, pero no, eran acciones de carne y hueso, vividas por una niña de 7 años.
- Madison... ¿Como estás?- Una voz extraña y muy macabra, era la que siempre trataba de hablarle todas las noches.
- No sé quién eres... No sigas molestándome, por favor, te lo pido...- Pedía la niña, con los ojos nublosos. Las sábanas ya se estaban volviendo grises por el llanto.
- No temas, pequeña... No te haré daño...
- ¿Qui-qui-eres ser mi amigo?...- Murmuraba la niña, con la voz en un susurro.
- No quiero serlo. No vine para ser tu querido amigo, vine para atormentarte toda tu vida.- Le responde. Y la niña aprieta los dientes, los cuales ya estaban sonando del miedo y la desesperación.
- ¿Que- que es eso?- Su voz se tornaba cada vez peor. Temía quedarse, nuevamente, sin ella.
- Molestarte, no temas, pequeña cría, más adelante te mataré...- Y fue ahí, donde la niña sintió un escalofrío que le recorría toda la espina dorsal, hasta sus pies. Ya no tenía control sobre su cuerpo.
- No....- Trataba de elevar la voz. Sin embargo, no podía.
- ¿Quieres que te cuente un cuento?- Le pregunta el desconocido. Trasando sus largas uñas por el brazo de la niña y dejando graves rasguños, la niña se aguanta el dolor, pues sabía que si se quejaba sería peor.
- Andate....- Pidió.
- ¡¡NO. VINE PARA MATARTE!!- Grita, a tal nivel, que para la niña le afectaron gravemente los timpanos. Sintió la respiración del monstruo cerca de sus oídos. Que fue totalmente escalofriante. No miró al lado, sin embargo, no se aguantó y lo hizo.
- ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!- Ahora es ella la que grita.
Los padres de Madison entran a la habitación, alarmados y cansados. Siempre los despertaba, lo peor es que al otro día tenían trabajo y no podían rendir lo mejor. La agarraron bruscamente, mientras la niña lloraba.
- ¡Deja de llorar! ¡No hay nada! ¡Es mentira!- Le grita la madre.
Esto es lo que pasaba siempre.
Y nunca dejó de pasar.
Hasta sus 17 años.
Su infancia y adolescencia no había sido muy agradable. Ahora asistía a un psicólogo. Nadie sabía si iba a poder ser capaz de dejar ese trauma, esa pesadilla.
Ella tenía clara la respuesta.
Nunca.
Nunca lo olvidaría.
Pues ahora que nada la atormentaba. Ya sabía que nada duraba para siempre y pronto vendría lo peor.
A lo que ella predominaba....
La muerte.
******
¡HOLAAAAAAAAAAAAÁAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Por fin comencé a publicar esta historia, que con tantas ansias quería subirla.El miércoles que viene subo el primer capítulo. Espero les haya gustado, perdonen los errores.
LOS SARANGUEO <3
Bai Baiiiiiii ✌️
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El Monstruo Debajo De Mi Cama
JugendliteraturDesde pequeña creía que había un monstruo que vivía debajo de mi cama. Lloraba todas los noches del miedo que me daba. El tiempo pasó, me llevaron a un psicólogo, con la esperanza de que me ayudara a creer que no había nada. La cosa es... ¿Me ayudó...