GISELLE.
Última clase a la orden. Este día para mí había sido completamente eterno. Huyendo de Joel incontables veces. No quería hablarle hasta que mi enojo se disipara, luego, Madison y Alanis. Esa estúpida se había metido muchas veces con mi mejor amiga, yo ya no iba a aguantar algo más de ese tipo.
Por lo que me fugué de la clase.
¿Y para qué hiciste eso, Giselle? Si, seguro se preguntarán eso...
Alanis hace unos segundos salió a recibir una llamada, y eso me pareció demasiado sospechoso. Así que cuando la profesora se vió distraída, salí volando por la puerta.
Busqué con la mirada hacia todos los sitios, hasta verla al final del pasillo, rápidamente me escondo detrás de una puerta, bastante cerca para poder escuchar un poco de su conversación.
- Si, ahora buscaré algo, no te preocupes. ¡Ya te dije que lo haría, idiota!- Uh, se alteró.
Ella sigue hablando.
- Cállate, mierda. Ahora lo haré, deja de insistirme. - Corta rápidamente la llamada, y a paso acelerado camina a donde no tengo idea, pero solo la sigo.
Cuando entra en un salón, me doy cuenta de lo que dice arriba.
"Biblioteca".
¿Alanis sabe leer?
Wow, me sorprende.
Voy atrás de ella. La chica camina pasillo por pasillo, buscando repisa por repisa. Agarra 4 libros y se sienta. Parece que estará horas aquí.
Me escabullo trás una librería llena de revistas. Lo cuál es ilógico, pues deberían haber libros, pero considerando que es un colegio, las revistas también son lectura.
Hago un pequeño hueco entre los artículos para poder ver alguna acción sospechosa de su persona. Pero nada, solo lee.Así que me levanto velozmente, tratando de pasar desapercibida. Me dirijo a la bibliotecaria. No alcanzaba a divisar que mierda leía.
- Hola... ¿Me puede decir que hay en ese pasillo?- Apunto a las estanterías de las que Alanis había sacado 4 lecturas.
- Géneros de terror, misterio, origen fantástico de seres mitológicos. - Responde, teniendo su vista solo en el computador. La señora era muy seria.
- ¿Cómo que seres dice usted?- Me acerco para escuchar mejor, pues hablaba bastante bajo.
- Que se yo, niña. Quizás hadas, brujas, monstruos...- Me concentro en esa palabra.
- Gracias.- Me alejo de ahí, y me voy nuevamente al escondite. Alanis sigue leyendo concentradamente. Coge su celular y saca fotografías sin parar. Cuándo veo que se levanta, el miedo se apodera de mi.
Viene hacia acá, mierda.
Caminando como un duende, me voy a la otra estantería. Ella deja sus 4 libros donde estaban y saca muchos más. Me aseguro de que se haya sentado nuevamente, para tomar lo que ella había tenido y volver a esconderme.
Creación.
El monstruo debajo de mi cama.
Fantasmas.
Mensajes.
Esos son los títulos peculiares que tienen.
Que le vienen correctamente a la situación.
Qué casualidad... ¿No?
Lo que me llama la atención, es que ella se va a otro lado de los muebles, donde hay otros géneros específicos que yo conozco perfectamente.
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El Monstruo Debajo De Mi Cama
Novela JuvenilDesde pequeña creía que había un monstruo que vivía debajo de mi cama. Lloraba todas los noches del miedo que me daba. El tiempo pasó, me llevaron a un psicólogo, con la esperanza de que me ayudara a creer que no había nada. La cosa es... ¿Me ayudó...