-¿Estás bien?- Pregunta Aiden. Su preocupación presente.Desearía decirles que si.
- No, bueno, si, vamos rápido, tengo hambre.- Le ordeno. Ignorando a todos. Mi buen humor se había ido. Pero a decir verdad, nunca estaba de humor, el me sacaba de quicio.
Y había algo o alguien que me sacaba más de un miedo.
Sé que, hasta Giselle me considera una loca, Dave y Joel deben saber sobre los chismes, pero simplemente ignorarlos, y Aiden... Como el acosador que es ya debe saber hasta de que color es mi ropa interior.
Y si que lo sabe.
-¿Planeas llevarme a pie?- Pregunto al estúpido que iba detrás mío. Mínimo un bus. No es que sea exigente, pero si planea conquistarme que se esfuerce.
- ¡No, claro que no!- Se niega. - Tengo auto.- Dice , orgulloso de tener a un hijo. O así lo llaman algunos hombres. Raro, pero verdad.
- Ajá, como si te creyera.- Observo a los autos pasar, hay que detener el aburrimiento y mirar sus bellas facciones me distrae.
Si, ya está, es completamente tonto e insistente, pero de que está lindo, lo está. Pero ahí, a que sienta algo por el, es prácticamente imposible. Ya lo he dicho, lo considero así, pero no es un mal chico.
- Ahí está.- Apreta el botón de las llaves. Y el auto suena. Se me cae la mandíbula al piso.
- A mi ni si quiera me compran tampones.- Digo, admirando al carro. Luego me doy cuenta de lo que acabo de decir. - Eh... Como sea, comida quiero ya. - Idioma de Tarzán a la vista.
- Así será, señora.- Y sin nada más que agregar. Me abre la puerta de copiloto. Trata de contener su risa. Pues se que lo anterior dicho le causó gracia.
- Como si no pudiera abrirla yo - Ruedo los ojos. Irritada. Termino de abrirla, para sentarme rápidamente.
Esta salida no es de mi gusto.
Por que se que nada bueno pasará. Nada.
- Se que te caigo mal, no, más que mal, pero disimula, Madi.- Sonríe. Y sus ojos se achinan. Es un estúpido tierno.
- No me caes mal, pero eres demasiado.... Loco.- Agrego. Tratando de no sonar grosera, por qué o si no me quedaría sin pizza.
- Mira quién está hablando de locos.- Ríe. Mi cuerpo se tensa.
A la mierda la pizza.
Abro la puerta del auto bruscamente, saliendo de este, con la rabia contenida.
Soy una loca.
¿Así me consideran?
¿Cómo se sentirían ellos al ver, oir y sentir todo lo que yo vivo?
Les gustaría apoyo y yo solo consigo ese apodo.
Solo consigo que me desprecien y me miren como si fuera el ser más tonto de la tierra.
- Eres un estúpido, Aiden. - Y no sé por qué, pero el dolor se siente más fuerte que otras veces, supongo que fue el tono en que lo dijo.
O simplemente por qué lo dijo el.
Camino hacia la calle para dirigirme a mi casa.
- ¡Espera!- Aiden me sigue por detrás, pero solo consigue que lo ignore. Como es de costumbre. - Estoy desesperado, ¿Ya? Solo me ignoras, oí los rumores, Nick , de otra clase, me dió consejos. Te lo juro. Sabes que jamás diría eso. - Vaya que luce idiota. Y sus mejillas están rojas. Sus ojos solo emanan "la re-contra cagué". Y es que lo hizo.
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El Monstruo Debajo De Mi Cama
Teen FictionDesde pequeña creía que había un monstruo que vivía debajo de mi cama. Lloraba todas los noches del miedo que me daba. El tiempo pasó, me llevaron a un psicólogo, con la esperanza de que me ayudara a creer que no había nada. La cosa es... ¿Me ayudó...