Por fin terminó la odiosa cita con la doctora Ortiz. Donde hace su chequeo rutinario.
-¿Y a dónde quieres ir? -me pregunta mi mamá una vez que estamos en el auto
-A la plaza -le digo con una sonrisa
-¿Otra vez?
-Me encanta el helado de ahí
-Bien
Conduce en silencio mientras miro por la ventana. Siempre me ha gustado mirar a mi alrededor, ver como la gente pasa metida por completo en su mundo e ignorando a las personas que pasan por su lado.
En 10 minutos mi mamá estaba estacionando el auto y subiendo las ventanillas.
-¿Vienes?
-Por supuesto
Caminamos hasta el local del helado, mientras mi madre lo compraba me sente en una banca a mirar la tienda de regalos que había justo enfrente.
-¿Qué hace una chica tan linda sola?
Miro al sujeto que bloquea mi vista.
Era un chico alto, con una sonrisa resplandeciente, cabello color bronce, y sus llamativos ojos color miel, con pestañas largar y curviadas, sus cejas gruesas y dos hoyuelos en cada mejilla.
-Oye, ¿Si hablas no? -me pregunta
-Si, si hablo -me cruzo de brazos y miro a otro lado
-¿Te dejo tu novio?
-¿Qué?
-¿Por qué otra razón una muñequita estaría sola?
-¿Me llamaste muñequita?
-O prefieres hermosura
Negué con la cabeza, controlando una sonrisa de burla
-Ups, problemas, adiós
Se va sin decir más.
-¿Qué quería ese chico? -dice mi madre
Me giro para mirarla
-Nada
-¿Y por qué estás sonriendo?
-Porque creyó que podía coquetear conmigo -le digo riendo
-Vamonos a casa, tu padre no debe de tardar en llegar
Subimos al auto y volvimos a estar en completo silencio.
Al llegar entre a la casa y vi a mi padre leyendo el periódico como siempre.
-Hola papá -le digo abrazandolo por la espalda
-Hola princesa, ¿Cómo les fue?
-Igual que siempre
-¿Compraron helado? -pregunta mirando la bolsa
-Si -le digo con una sonrisa
-Espero que sea de otro sabor, me tiene harto el de avellana
-¿Qué? -le pregunto confundida -Creí que te gustaba mucho
-Solo estoy jugando
Pero mentía, no podía mentirme a mi, yo sabía cuando lo hacía su mirada lo delataba.
-Mañana traeremos de otro -suspiro y me levanto del sillón para subir a mi habitación
-Princesa solo era un juego -dijo mi papá a mis espaldas
-No importa, a mi también ya me harto -le dije sin mirar atrás
Al entrar a mi cuarto cerre la puerta y comencé a hacer mi tarea pendiente.
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Sin ti, Soy nada
Teen FictionElla es una chica feliz, que acepta su destino y trata de vivirlo lo mejor que puede. Sin embargo, su madre tiene limitaciones y ni hablar de su padre. Un día conoce a un chico coqueto, que le habla como si quisiera pretenderla, pero al ver a la mad...