Terminamos de cocinar la señora Libia y yo.
Preparamos filetes de pollo empanizados, con verduras cocidas a vapor, con una sopa de espagueti. De beber un agua fresca de frutas. Y de postre un flan y un pay de queso.
Cuando terminamos de servir nos sentamos los tres a la mesa, era una pequeña mesa muy fina para 4 personas, con un florero precioso al centro.
-¿Y estudias? -me pregunta la señora Libia
-Si, estoy en el último semestre de la Preparatoria
-Igual que Matías -dice y puedo notar una mirada de orgullo en sus ojos
-¿Ya sabes que estudiar?
-No, estoy indecisa
-Matías va a estudiar Arquitectura
-Si, me lo comento, ¿le digo que es curioso?
-Claro dímelo
-Una de las carreras en las que estoy interesada en la arquitectura
Ambos me miran
-Por otro lado mi padre quiere que estudie derecho y mi madre psicología
-Bueno pues el tiempo está sobre ti, tienes que decidir
-Si, pero es complicado
-¿Por qué?
-Bueno, mis padres tiene que estar de acuerdo en todas mis decisiones
-Pero no pueden obligarte a hacer algo que no quieres -me dice la señora que dejo de comer para mirarme
-En realidad no me atrevo a llevarles la contra, gracias a ellos soy lo que soy
-Si pero también tienes que aprender a tomar tus decisiones y equivocarte y aprender de esos errores, tus padres no estarán toda la vida a tu lado
-Si, ya lo he considerado muchas veces
-¿A qué le tienes miedo Yaritza?
Bajo la mirada
-Abuela déjala, no más -le dice Matías
-Claro, esto no es mi asunto, no quiero que creas que soy una viejilla metiche
-No, de ninguna manera -le digo mientras le sonrío levemente
-Iré por el postre -se levanta y se va a la cocina
-¿Estás bien? -me dice Matías mientras me toma de la mano
-Si, no es nada
-¿Estás segura?
-Es que tu abuela me hizo abrir los ojos, vivo como mis padres me dicen, soy su títere, nunca he tomado una decisión por mi cuenta
-Ya no pienses en eso, mi abuela se cree con el derecho de hablar y regañar a todos
-Es muy lindo de su parte
Me sonríe y deposita un beso en mi mano
-Esto huele delicioso -dice mientras coloca el flan en la mesa la señora Libia
-Si, huele bastante bien -le digo con una sonrisa
-Puedo serte sincera Yaritza -dice la señora Libia
-Por favor
-Abuela -le dice Matías con tono de reproche
-No es malo hijito, relájate
-Cuida lo que dices por favor
-Yaritza eres una persona muy buena, sé que si mi niño y tu llegan a tener algo más serio, estará en buenas manos, eres diferente a todas las demás
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Sin ti, Soy nada
Teen FictionElla es una chica feliz, que acepta su destino y trata de vivirlo lo mejor que puede. Sin embargo, su madre tiene limitaciones y ni hablar de su padre. Un día conoce a un chico coqueto, que le habla como si quisiera pretenderla, pero al ver a la mad...