Sin ti, Soy nada

XVIII

Me despierto porque la alarma de mi celular no deja de sonar. Me levanto de mi cama pesadamente y voy a tomar una ducha.

Hoy sería un día largo, las trillizas no estarían conmigo lo que significa estar sola y aburrida entre clases y a la hora del descanso.

Me pongo mi uniforme. Recojo mi cabello en una coleta y bajo a desayunar.

-Buenos días

-¿Estás bien?

-Las trillizas no irán a la escuela

-Eso quiere decir que hoy te llevo, vamonos o se hará tarde -dice mi padre mientras termina su taza de cafe

Me tomo un licuado y ambos salimos de la casa hasta su auto.
Todo el camino fue silencioso, pero un silencio cómodo, de ese que no tienes que llenar con cualquier comentario.

-Suerte en la escuela -me dice

-Gracias papá, suerte con el trabajo

-Mucho estudio

-Muchos negocios -bajo del auto y voy directo a mi salón.

Tomo mi lugar y mi celular suena, avisandome que me llegó un mensaje

Matías. 

"Te tengo una sorpresa muñequita"

"De que se trata guapo" le respondo

"Si te lo digo ya no es sorpresa"

"¿Piensas dejarme con intriga?, porque para tu información odio eso"

"Lo siento, tienes que aprender a ser paciente"

"¡Woow! Cuánto misterio"

"Debes estar en clase, te dejo para que no te vayan a quitar es celular"

"Qué considerado de tu parte"

"Por ti lo que sea"

"Entonces dime que es mi sorpresa"

"Todo menos eso"

"¿Podemos llegar a un acuerdo?"

"Suena tentador"

"Un boleto canjeable por cinco besos si me dices cual es mi sorpresa"

"Mmmm, es muy poco, cinco cupones de 10 besos cada uno y lo reconsiderare"

"Seis cupones con 10 besos sin fecha de caducidad para hoy mismo"

"Cuando tenga los cupones te lo diré"

"Mmm no, ahora me dices y luego te los doy"

"Dando dando pajarito volando"

"Bien"

La profesora entra y guardo el celular en mi mochila.

Las horas tal y como creí pasaron más lentas. Pero lo peor de todo fue en la clase de matemáticas cuando al profesor se le ocurrió hacer equipos de 4 para presentar un trabajo. Por suerte Darío y Dorian estaban ahí así que solo se nos unió Louis, un chico que siempre está solo sentado al final del salón.

Salí de la preparatoria y vi estacionada una motocicleta con un chico bastante atractivo parado al lado de ella con los brazos cruzados y con una sonrisa en los labios al verme.

-Sorpresa -dice mientras me da un abrazo

-¿Qué haces aquí? -le pregunto con una sonrisa enorme