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Una vez afuera tiraron al hombre que apenas pudo ponerse de pie para irse mientras se apoyaba en la pared.

Nos dejaron el suelo a Matías y a mi

-Ahora largo busca pleitos -cerraron la puerta

Mire a Matías

-¿Te hizo daño? -me dice mientras me examina superficialmente

-Estoy bien, gracias por salvarme, ese tipo quería... -mi siquiera pude terminar la frase

-¿Estás temblando?

-Supongo que es por el miedo y la desesperación

-Tu brazo -lo toma delicadamente

Veo la marca de la mano del hombre.

-No es nada, ¿tu estás bien? -lo examino

-Estoy bien muñequita

Lo mire

-¿Te molesta que te diga así?

-Aunque te diga que si, seguirás diciéndomelo

Me sonríe

-Bueno te llevo a tu casa

-Vine con mis amigas

-Lo se, pero ellas están adentro

Saco mi celular pero estaba sin batería. Maldigo en mi mente y vuelvo a guardarlo.

-Bueno si no quieres irte conmigo, llama a tus padres

-Me matarían si se enteran que no estoy dormida

-¿Te escapaste de tu casa?

-¿Te sorprende?

-Bueno obvio que si, tú no parecías de esas chicas

-¿Qué clase de chicas?

-De las que se escapan por las noches a los antros

-No suelo ser así -le digo con una sonrisa -Digamos que tengo amigas muy...

-Extravagantes

-No exactamente, son muy arriesgadas y les encanta meterme en problemas -lo digo bromeando y ambos reímos

-Bueno muñequita tu sola te buscas problemas

Lo miro sorprendida por su comentario

-Vestida así cualquier hombre quiere estar contigo

-Eso es asqueroso

Ambos reímos

-En realidad creo que no es tu forma de vestir, osea eso ayuda mucho, pero tu rostro es hipnótico

-Eso explica porque no dejabas de mirarme

Sonrió

-¿Nos quedamos parados toda la noche o vamos a buscar una banca?

-Tengo que irme 

-Yo te acompaño 

Levante la mirada y miré mi alrededor. No era la entrada principal, estábamos en un callejón

-¿Dónde estamos? 

-En la parte trasera del antro

-¿Y vienes en auto?

-Si, tu tranquila, no te voy a llevar a pie 

Caminamos. Al llegar a la esquina doblamos a la derecha. Un hombre encapuchado con navaja en la mano, me tomo y coloco el arma en mi cuello.

Sin ti, Soy nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora