Nadamos toda la tarde en la alberca, Matías me enseñó a nadar y más o menos a poder flotar sobre el agua. Las manos las tenía como pasitas.
-¿Señorita?, ¿Señorita? -me hablaba una chica mientras agitaba su mano para que me acercara
-Ya vuelvo -le digo a Matías
Tomándome de la orilla voy hasta donde está la chica, está se agacha y me susurra al oído
-Todo está listo
-Perfecto, muchas gracias
-Un placer
Regresé al lado de Matías que me miraba con los ojos entrecerrados tratando de adivinar mi expresión
-Te tengo una sorpresa
-¿A mi?
-Si, ven -lo tome de la mano
Ambos nadamos hasta las escaleras del otro lado de la alberca y salimos, tomamos unas toallas, nos secamos lo mejor que pudimos
-¿Necesito cambiarme?
-No, solo ponte está playera -se la doy
-¿Y tú?
-Está tuya -le digo con una sonrisa
Me sonríe también
-Bueno necesito que te cubras los ojos -le doy un pañuelo
-¿Enserio?
-Si
Le ayudó a ponérselo
-¿Confías en mi? -le digo cuando estoy convencida de que no está viendo
-Por supuesto, totalmente
-Bien, sigue mi voz -lo tomo de ambas manos y comenzamos a caminar lentamente -Hay una pequeña rampa, vamos a subirla
-Okey
Subimos la rampa y seguimos nuestro camino.
-Bien ahora vas a tener que bajar 15 escalones
-De acuerdo
-1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15
Y nuestros pies tocaron la arena fresca.
-¿Es arena?
-Si, que observador
-Tengo los ojos vendados -dice y ambos empezamos a reír
-Que bien tienes desarrollados tus otros sentidos
Cuando avanzamos lo suficiente me detuve.
-¿Dime que escuchas?
-Tu hermosa y melodiosa voz
-Además de eso -le digo riendo
Guardamos silencio
-Las olas
-Bien -me puse detrás de él y quite el pañuelo
Abrió sus ojos y se quedó sorprendido
-¿Te gusta? -le pregunto ilusionada
-¿Tu hiciste esto?
-Tuve mucha ayuda, tenía que distraerte mientras lo preparaban
-Esto es... ¡wow! ni siquiera puedo describirlo
Habían formado un camino de pequeñas lamparitas cuadradas por toda la arena, después había una pequeña plataforma con un cojín de esponja y muchas almohadas alrededor. Había un pequeño árbol artificial que sostenia pequeñas luces en sus ramas.
ESTÁS LEYENDO
Sin ti, Soy nada
Novela JuvenilElla es una chica feliz, que acepta su destino y trata de vivirlo lo mejor que puede. Sin embargo, su madre tiene limitaciones y ni hablar de su padre. Un día conoce a un chico coqueto, que le habla como si quisiera pretenderla, pero al ver a la mad...