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Miami 2012
Camila

Caminé a prisa hasta la salida, había sido suficiente por el día de hoy. Mis padres me esperaban en el auto, mi hermana pequeña de 6 años también estaba ahí.

-Hola cariño ¿Cómo te fue hoy?
Preguntó Mamá. Sonreí tratando de demostrar que estaba bien. Cerré la puerta de un golpe y besé a mi hermanita.

-Muy bien Mamá. Dije antes de besar a cada uno en la mejilla y colocarme el cinturón de seguridad.
Los observé sonreírse y salir finalmente de las puertas del colegio. Amaba que fueran por mi a la salida, me salvaba de caminar algunas cuadras.
En realidad sabía que Lauren iba caminando y cuando se presentaba la ocasión, yo caminaba con ella detrás soltando un montón de groserías y piropos.
Mi padre me miró por el retrovisor, debía tener una cara pensativa. Sonreí de regreso tratando de distraerlo.
Siempre quise contarles sobre Lauren, tal vez así ellos podrían hablar con sus padres y convencerla de que me dejara en paz, pero por lo poco que conocía a su familia decidí no decirlo y evitar algún enfrentamiento.
Lauren vivía a pocas casas de la mía y si fuera la misma de antes no dudaría nada en caminar con ella, pero todo era diferente ahora.
Todas las mañanas la miraba pasar y cuando llegaba yo al colegio ella me esperaba en la puerta para restregarme en cara que me había visto desnuda por la ventana o algún tipo de vulgaridad.
La tarde se pasó rápido y después de comer subí a mi cuarto, era rosa con unicornios por todas partes y extremadamente ordenado. Sacudí mi escritorio antes de comenzar. Había tarea de lenguas y matemáticas. Dios. Me esperaba una tarde muy entretenida.
Coloqué música clásica para concentrarme y me senté.
Sólo que un mensaje llegando a mi teléfono móvil me distrajo.
Era un mensaje de ella. Aunque no guardaba su número siempre me enviaba mensajes, aún no me decidía a bloquearla y obligarla a acosarme más de la cuenta. Mariza le había pasado mi número sin querer, según ella. Rodé los ojos al leerlo.
~Mis padres no van a estar en la casa ¿Que te parece si vienes 👉🏼👌🏼💦? ~
Será asquerosa. Bufé un poco y escondí mi móvil en un cajón lejos de mis manos. Ya no la soportaba.

Al día siguiente entre antes al colegio. Mi padre había ido a la empresa mas temprano de lo usual y cómo yo siempre despertaba temprano, me trajo en cuanto pudo. El se dedicaba a las bienes raíces, mi madre una decoradora de interiores. Eran un gran equipo. Así que solía respetar mucho sus tiempos y obedecer si tenían que traerme temprano al colegio. Le di un beso en la mejilla a mi padre.

Rezaba por que nadie se encontrara dentro. Así podría repasar mi tarea.
Use el pasillo principal y giré para llegar a mi casillero. Aún había algunas luces apagadas y me pareció tétrico.
Con pasos lentos caminé al casillero y lo abrí. Todo normal. Bien ordenado, como todo en mi vida. Coloqué los libros que utilizaría hasta tarde y me miré en un pequeño espejo que tenía dentro. Esperaba que mi cabello se mirara mejor en un rato. Acomodé mi blusa blanca y cubierta.
Mi pantalón se ajustaba perfectamente y los pequeños tacones me fascinaban. Me di una media sonrisa y luego reacomode mi bolso. La sorpresa que me lleve al cerrar la puerta del casillero me dejó los nervios alterados.
La insoportable estaba ahí. Comiéndome con sus ojos verdes en un tono más oscuro y fascinada con divertirse conmigo tan temprano. Se mordió el labio. Sabía que iba a soltar algo.

-Te espere toda la noche en mi cama Camz.
Decidí evitarla y no decir ni pío. Tal vez así me libraría de ella, hoy.
-¿Eso será tu próximo juego? ¿Seguirme y luego fingir indiferencia?
Continúe mis pasos. No iba a permitir que me faltara el respeto de nuevo.
-¿Te gusto lo que hacía con Sophie? Mis pasos se congelaron. No entendía como se dió cuenta de mi presencia ayer. Mis mejillas se enrojecieron.
Ella me encaró. Con sonrisa divertida y mirándome hacia los pechos.

-No se...no se de que hablas. Trate de sonar segura. Pero no me dejó. A pasos lentos me arrinconó en el pasillo. Yo suplicaba por que alguien entrará al colegio. Y mirará lo que esa chica quería hacerme. Era un poco más alta que yo y sin duda más fuerte, practicaba natación y entraba en competencias. Creo que era su mejor cualidad. Podría parecer un pez y demasiado ágil para intimidarme. Topé con el muro y ya no pude retroceder.

Ella entraba y salía de un personaje a cada rato. Cómo ahora. Sus ojos estaban claros y acarició suavemente mi mejilla como pidiendo permiso para algo. Necesitaba salir de ahí.
-Camz. Susurró y trató de besar mi hombro. Pero yo la separé.
Su sonrisa cínica apareció.
-Dios, me mata que seas tímida, debes estar mojada ahora, dicen que las tímidas son las peores.
¿Esta chica quería otro golpe en la cara?
Estaba otra vez como la chica insoportable y acosadora. Intenté salir de su jaula de opresión pero no funciono.

-Mira Jauregui, te juro que si no me dejas ahora iré con el director a acusarte.
Esta era la segunda vez que Lauren intentaba acercarse más de lo usual. La vez pasada había sido en el baño y me había besado la mejilla.

-Me gusta que luches ¿En serio no sientes nada entre tus piernas? Por que yo apuesto a que si.
Dijo divertida.
La empujé pero no se alejó ni un poco. En cambio me hizo retroceder más y sentí sus labios en mi oído. Yo había girado la cara para que no me besara. Cerré los ojos al sentirla susurrar.
-Algún día vas a querer que te toque el culo.
Y listo. Dejé de sentir la presión de su cuerpo en el mío.
No pude relajarme tan rápido. Aún podía sentir su olor en mi ropa. Quería llorar. En serio esa chica no iba a parar y aún le quedaban cuatro meses antes de que se acabaran las clases y ella se alejará de mi por completo. Ambas iríamos a la universidad y por cuentos de Mariza me enteraba que para nada iba a donde yo.

La insoportable Jauregui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora