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Nueva York
Camila

-No estoy segura si Lauren vive con su novia o un monstruo, pobre chica.
Estaba cansada de escuchar esa conversación sobre Lauren. Dinah en serio que no iba a superarlo.

-Mira, de todas formas no es de nuestra incumbencia, entre más lejos estemos, mejor.
Me encogí de hombros y la hice entrar al edificio.
Ella entro alucinada, justo como yo. Estaba grande y fácilmente iban a caber nuestras oficinas.

-¿Oye y sobre el puesto que esta libre? ¿Que has pensado? Preguntó Dinah. Cierto, nos hacía falta alguien en el equipo. Tenía pensado anunciarlo en el periódico y hacer algunas entrevistas.
Me moví un poco hacía las escaleras. Imaginando mi escritorio mirando hacía esa área. Seria increíble. Necesitaba llamar a mi padre y convencerlo. Tal vez seria bueno invitarlo para que mirara todo. Esto era más grande que la que tenía en Miami.
Sonreí.
Pero luego mi mente viajo a todo lo que había pasado ayer. Primero había vuelto a ver a Lauren, me había sentido realmente desconcertada y luego mientras tomábamos la cena habíamos escuchado todo.
Golpes, ruidos raros y algo rompiéndose. O no entendía. Dinah abrió sus ojos de golpe y me miró.
Salimos casi corriendo para auxiliar a quién estuviera sufriendo un ataque.
De la puerta de enfrente, provenían gritos y bufidos altos, cosas cayendo y al final pisadas contundentes. Con torpeza retrocedimos y nos ocultamos detrás del árbol artificial del pasillo.
La tal Marie salía echando fuego. Estaba loca. En serio que gritar así cuando se tenían vecinos pero parecía exagerado.

-Dios, no quiero entrar ahí y encontrar el cuerpo de Lauren sin vida.
Yo me estremecí por pensarlo. Sin dudar tocamos la puerta con golpes rápidos y fuertes. Lauren apareció confundida.
No había pasado nada, simplemente había sufrido un ataque por su novia y estaba avergonzada. Estaba tímida y realmente asustada por todo lo que escuchamos.

¿Quien era esa chica que tenían enfrente? ¿Donde había quedado la chica acosadora del colegio? Definitivamente su novia era la abusadora ahora.

-¿Oye puedes hacerme caso? Se quejó mi amiga. -Te digo que quiero este lugar, pero ya.
Sonreí también segura. A mi también me encantaba.
Fuimos caminando a mi departamento y llámanos a Mani para avisarle. Ella se encargaría de la renta del lugar. Por el momento no quedaba de otra mas que esperar la respuesta de mi padre y contratar al diseñador. Todo debía ser perfecto.
Decidimos tomar un café en la cafetería frente a los departamentos.

-¿Saliste con esa chica?
Dinah asintió. Yo rodé los ojos. En serio que nunca se lo pensaba cuando se trataba de eso. Se acostaba con ellas sin importar nada y luego las abandonaba.
-No te aproveches tanto de tu belleza por favor. Sonrió cínica.
Después de un rato miramos a alguien conocido pasar. La novia loca. Luego pasó Lauren apresurada con un montón de bolsas de compras en las manos.
Yo reí. Dinah me miró mal.

-¿Que es tan gracioso? Pobre chica, tiene a la peor novia de la historia.
En realidad solo era divertido por que Lauren de aquella forma era divertida. Si ella la hubiera conocido hace años me entendería.
Terminamos y subimos. Para mi sorpresa Lauren esperaba algo frente a nuestra puerta. Se movió inquieta.
-Lauren.
Saludó Dinah. Ella ni siquiera vivía ahí pero le encantaba meterse en todo.

-Hola buenas tardes. Dinah rió levemente. -Las esperaba.
Sonrió tímida y me dejó abrir la puerta. -Aaaahh tengo una invitación para ustedes.

-¿Lo dices tu o tu novia?
O por dios. Lo había dicho en voz alta y sentí un pequeño golpe de parte de Dinah. Cuando me giré después de abrir y la miré. Otra vez enrojecida y con el nerviosismo a tope.

-Marie, aaa ambas, quiero decir, a ella le pareció buena idea invitarlas a cenar, será para los vecinos pero los dé abajo han dicho que no podían.
Me era imposible no reír. Es que en serio, Lauren actuaba como un idiota. Pero de que reía. Yo era así de adolescente.

-Claro Lauren, dile a tu novia que estaremos ahí.
Asintió con una sonrisa y entró a su departamento. Después de cerrar el mío. Yo estallé en risas.

-Oye cálmate ¿Si? Tenemos que ayudar a la pobre chica, investigar un poco.
Que ella lo hiciera yo era feliz un poco al descubrir que la Lauren de antes ahora era dirigida por su novia. Era una clase de Karma.
Eran las ocho cuando decidimos acudir a la puerta de enfrente. Había pensado demasiado que llevaría puesto y con sorpresa. Me miré. Llevaba un vestido corto, como cuando Lauren acostumbraba decirme un montón de vulgaridades sobre mis piernas ¿A que estaba jugando?
Me miré en el espejo por mucho tiempo y finalmente salí. Dinah también había llegado. Muy arreglada y con un postre en la mano. El pastel de chocolate siempre es un buen regalo, repitió.
Tocamos la puerta y Marie nos miró de pies a cabeza.

-Comenzaba a pensar que no vendrían, pasen, Lauren aún esta cocinando.
Asentí y miré como caminaba a la cocina para dejar el pastel.
El departamento definitivamente necesitaba que alguien lo arreglara. Pero a pesar de todo me gustaba como estaba todo en perfecta armonía. Miré los cuadros y todos los objetos que había.
Marie volvió y nos observó. Nos invitó a sentarnos.

-¿Es lindo no? Preguntó y asentí. Nadie querría llevarle la contraria a esa mujer.
-Lauren se dedica a eso, diseño...

-¿De interiores? Preguntó Dinah de inmediato y pellizque su brazo antes de que soltara algo sobre el trabajo.

-Si, tenía su estudio en Londres Pero decidió venir conmigo.

-No lo dudo. Dijo a Dinah en voz alta y Marie nos miró raro. Yo me estremecí. Lauren apareció junto a la puerta de la cocina y sonrió.

-Hola ¿Quieren pasar a la mesa o quedarse a platicar otro rato?
Preguntó atenta. Marie gruño.

-Dios Lauren, eso ha sonado muy grosero.
Yo parpadeé a Dinah. ¿Que mierda tenía en la cabeza Lauren para estar con alguien así?
Esa chica se creía que todo lo sabía.

-Lo siento, cariño.
Yo me puse de pie.

-En realidad yo muero por comer algo ¿No Dinah? Podemos charlar en la mesa.
Lauren me regaló una sonrisa agradecida y caminamos. La mesa lucía realmente encantadora y sabía que ella había hecho todo eso. Había ensalada al centro y algunos cortes. Olía increíble. Yo me senté justo al frente de Lauren.
Marie en una orilla.
Apretó su mano y ella se movió incómoda en su silla.
Dinah iba a tomar comida pero Marie la detuvo.

-Déjame hacerlo o mejor tu changuito, sirve los platos.
O Dios mío. Estuve a punto de soltar una carcajada pero mi amiga me golpeo con su pie debajo de la mesa. Changuito.
Se movió rápidamente y sirvió los platos. Todas comenzamos a comer en silencio. Hasta que Dinah lo hizo.

-¿Eres diseñadora Lauren?
Asintió y limpió la comisura de su labio.
-Y cocinera al parecer, esta delicioso todo.
Lauren le regalo una hermosa sonrisa. Algo a lo que Marie respondió inmediatamente. Había tomado a Lauren por el cuello y besándola frente a la nosotras.

-Mi prometida es un sol, tiene muchas habilidades....también es nadadora y la mejor novia....cuando me lo ha propuesto no he dudado nada en aceptar.
Lauren realmente se iba a casar con esa loca, obsesiva, celosa y mandona mujer. De pensarlo. De solo imaginar terminar con alguien así me daban náuseas.
Lauren me miró fijamente y luego suspiró. No estaba cómoda con todo aquello.

La insoportable Jauregui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora