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Miami
Camila

Al llegar a la casa. Caminé decidida a la habitación de Sofia iba a ser más fácil así para mantenerme alejada de Lauren.
Sofia se asustó al verme entrar a prisa y recargarme en la puerta.

-¿Que pasa? ¿Quien te persigue?
Mis latidos seguían acelerados y tenía demasiadas dudas de cómo íbamos a arreglar todo.
Yo no me disculparía.
Fui directo al sofá cama que mi hermana tenía dentro de su habitación.

-Nadie ¿Puedo quedarme contigo esta noche?
Sofia por supuesto puso una cara rara.

-¿Y Lauren? Negué un par de veces. No me sentía de humor como para explicarle todo a mi hermana menor. Sobre mi celos y la escena del centro comercial. Me quedé viendo a la nada y rogando por que Lauren no viniera aquí.
Bufé un par de minutos.

-Me asustas ¿Que paso?

-Nada, simplemente que Lauren...bueno estamos enfadadas.
Sofia soltó una risita divertida y se dejó caer a mi lado. Yo me recargué buscando un poco de su apoyo. Aun siendo más joven que yo a veces le tocaba aconsejarme mientras acariciaba mi cabello. Me gustaba escucharla, a ella y a mamá.
Cerré los ojos y recordé un par de cosas del colegio.
Como Lauren desaparecía de clases en ocasiones, como mis compañeros hablaban sobre la chica que había llevado a los baños y...
Por dios, eso había pasado hace años y aún no lo superaba por completo, aunque pasara horas hablando con Lauren sobre esos chismes que según ella eran falsos. Y esa chica.

Flashback

-Lauren se estaba besando con la rubita, la que va con nosotros en Química ¿La recuerdas?
Mariza estaba a veces obsesionada con los chismes del colegio y yo era la única con la que los contaba. ¿Precisamente tenía que contarme algo de Lauren?
Miré su asiento vacío y mi pecho se estremeció.
Traté de poner atención toda la clase pero fue imposible. Podía tener imágenes de ellas dos toqueteándose en los baños y no entendía por que me sentía tan ofendida o enfadada, de todas formas yo estaba segura de que a la insoportable esa solo le interesaba molestarme.
A media clase apareció. Idiota.
Pidió permiso al profesor para entrar y justificar su retardo con que se sentía mal por un rato.

-¿Fuiste a enfermería Jauregui?
Preguntó el profesor, ella dio su mejor actuación.

-Si después de estar un rato en el baño, fui ahí y me ha dado medicamento, me siento mejor ahora. Dijo. Todos rieron en voz baja y vi a Mariza hacerme una señal. Claro Lauren estaba en el baño pero besándose con esa chica.
Cuando la dejó entrar Lauren camino a su silla justo a mi lado y me dió una mirada juguetona.
Yo intenté ignorarla. Pero como siempre lo hacía, colocó su mano en mi pierna.

-Ya basta Lauren. Me quejé y quite con enfado su mano. Ni siquiera sabía el lugar exacto donde habían estado sus manos y se atrevía a tocarme.
Quería acusarla con el profesor pero no pude. Como siempre, sabía que Lauren pendía de un hilo en el colegio, podrían correrla o...
Negué enfadada y traté de poner atención al frente.

-¿Que pasa preciosa? ¿Porque estas de tan mal humor hoy?
No dije nada. Lauren sonrió de lado y luego tocó mi pierna de nuevo. Dios. Estaba cansada, no quería que me tocará para nada y rogaba por que los minutos se pasaran rápido.
Me alejé lo más que pude y escuché su risa. La odiaba.
Sonó el timbre y yo quise saltar del asiento de inmediato. Todos se me quedaron viendo. Hasta el profesor.

-Aaa necesito ir al baño.
Todos rieron pero finalmente el profe asintió. Yo salí a prisa y seguramente con la mirada de Lauren pegada a mi culo.
Sobre el pasillo. La miré a ella. La chica con la que había estado la insoportable de Jauregui.
Arreglando su cabello y sus labios frente a su casillero.
Sentía unas enorme ganas de ir ahí y estamparla hacía el espejo.
Estaba confundida por lo que mi mente pensaba.

Fin flashback

Después de un rato. Me removí el sofá. Alguien estaba a mi lado y al abrir mis ojos y darme cuenta de quien era me tensé.
Lauren me dió una sonrisa tierna.

-¿Que haces? Pregunté abruptamente. Ella dejó de sonreír cuando me aleje. Busque a mi hermana en la habitación.

-Vine a buscarte y Sofia me dijo que te quedaste dormida aquí ¿Estas bien? Debemos...

-No voy a hablar contigo ahora. Sentencie.

-Dios Camz, por favor relájate, no podemos estar enfadadas.
Tomé un cojín del sofá y se lo lancé a la cara.
Salí del dormitorio sin decir más. Y ella tampoco me persiguió.
Recordar todo eso también me ponía de nervios.

Lauren

-¿Porque Camila no esta aquí?
Alejandro preguntó y todos me miraron. No podía ser peor todo esto.
Camila se negaba a bajar a cenar. Y sus padres me miraban preocupados. Había intentado hablar con ella pero no quería explicarme nada y no entendía por que se ponía así después del centro comercial. Mi reclamó había sido tonto. Miré a Sofia por un poco de ayuda, tal vez le había contado algo.
La sala se me hacía cada vez más grande. No pasaríamos al comedor si ella no bajaba.

-¿Hay algo que debamos saber Lauren? Sinuhe me preguntó directamente. No podía decirle algo en concreto por que yo tampoco lo entendía.
Tal vez mencionar a Ashley tampoco sería buena idea.

-Camila y yo discutimos e intenté hablar con ella pero se niega a escucharme. Dije por fin. Ya me miraba con la manos de Alejandro apretando mi cuello.

-También se negó a platicar conmigo, estuvimos juntas en la tarde pero no me contó nada. Sofia intentó ayudarme un poco. La tensión aumento.

-Iré a buscarla. Dijo su padre pero no lo deje.

-Es algo de nosotras Iré yo.
Carraspee y subí las escaleras de dos en dos. Dios.¿Porque Camz me hacía esto?
Llegue frente a su puerta y toque.
No había dicho nada inapropiado al estar frente a Ashley o tal vez imaginaba que yo iba a aceptar salir con ella, no sé. Era una tontería por que cuando se fue no escuchó la explicación que di, sobre ella y yo estando juntas en Nueva York. Ashley se mostró entusiasmada por saber que finalmente estaba con Camila. Casi todo el mundo en el colegio sabía que ella me gustaba y que temía por completo decírselo sin sentirme apenada. También sabían que me rechazaría, se suponía que Camila era un imposible para la chica con mala fama.
Suspiré profundo.
Camila y yo no habíamos peleado de esa forma. Ella se negaba a hablar y mi corazón dolía demasiado.

-Camz, mi amor, por favor déjame entrar. Giré el pomo de la puerta pero era obvio que seguía igual, bloqueado.
-Debemos hablar, dios, tu padre va a asesinarme si no bajas, por favor, quiero seguir con vida para estar contigo y de verdad lamento si hice algo para lastimarte...sobre Ashley, dios, ella y yo no quedamos, le dije que eres mi novia y que te amo, no...
La puerta se abrió de golpe.
Lo siguiente que sentí fueron los brazos de Camila en mi cuello.
Yo la sujeté.
-Perdóname cariño, de verdad, cualquier cosa que haya hecho mal, te pido perdón, no me gusta pelear contigo.

Se alejó un poco para mirarme. Se miraba pensativa y un poco cansada. Me aliviaba mucho que no estuviera llorando.

-Lo siento Lauren. Tomó mi mano y me dejó pasar a la habitación. -Es sólo que necesitaba pensar un poco. Asentí y la abracé.

La insoportable Jauregui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora