La insoportable Jauregui

49

Miami
Camila

Pensé que iba a convulsionar cuando lo miré a los ojos, Camz de verdad espero que esto sea suficiente por que tu entiendes que es difícil tocar el tema de Marie.
Aún permanecíamos en el comedor. Las chicas de la cocina retiraban el resto de la cena y los cubiertos.
Yo junté nuestras frentes en una posición algo incómoda.

-Mis padres no son tan malos, así que simplemente se tu misma, responde a algo cuando te sientas cómoda.
Lauren suspiró. Contaba cuantos llevaba en la última hora.
Tomé sus mejillas y traté de relajarla.

-¿Te molesta si nos vamos a dormir?
Preguntó. Yo negué y dando las buenas noches a las chicas, nos retiramos, no sin antes agradecer.
Lauren caminaba de mi mano algo boba apreciando todo en mi casa. Amaba el diseño, me lo había dicho ya. Mi madre era buena también.
Subimos las escaleras y llegamos a mi dormitorio, casi al final del pasillo donde había otra sala de juegos y una televisión enorme.
Después de entrar y colocar nuestra pijama, Lauren observaba por la ventana.

-Siempre que pasaba de mi casa al colegio te miraba a ti en esta ventana y tranquila no estabas desnuda. Fue imposible no reír. Yo sabía que lo hacía y me gustaba que me molestara. -¿De verdad nunca sospechaste que me encantabas?

-Siempre trataba de convencerme de que lo hacías para molestarme, por que me comentaban muchas cosas tuyas con otras chicas, me hacía enfadar.
Ella soltó una risita.

-Todo fue una mentira, tu ya sabes quién se encargaba de formar tremendos chismes.
Asentí y la abracé por la espalda. -Quiero ir con mamá mañana ¿Quieres ir conmigo?
Asentí. -Estoy segura de que querra saber que finalmente estoy contigo.

La mañana se había pasado rápido y pronto salimos de la casa. El cementerio estaba un poco retirado.
Cuando menos lo pensé estábamos frente a la lápida de su madre, había una a lado donde supuse estaba su padre pero con un simple suspiró lo dejó pasar y se inclinó cerca de la otra. Colocó las flores que llevaba en la mano. Cerró lo ojos concentrada.

Lauren

Me dolía ver esa lapida a lado de la de mi madre. Era la de el pero para mi era difícil admitir que el no logró corregir su camino. Y alejarnos de mi padre había sido una buena decisión, tal vez yo habría terminado igual que el.
Toque levemente donde se miraba su nombre y luego la dedicación que Chris le puso sobre nosotros.
Cerré mis ojos. Necesitaba decirle todo con mucha concentración.

~Aquí estoy mamá~ pensé.
~Han sido tantos años alejada de ti y no sabes como lo lamento, tuvo que pasarme demasiado para que terminara junto a ti de nuevo, pero no todo es malo, Camz esta conmigo ¿Puedes creerlo? En realidad esta aquí y puedo tomarla de la mano, conocí a sus padres también, no sabes cuanto desearía que aún estuvieras conmigo y mirarás cuan feliz soy ahora, te extraño demasiado y Chris también, tienes nietos y yo no me canso de mencionarte, a ti y a papá, espero que el lograra encontrarte de nuevo, te necesitaba y yo...le he perdonado por sus faltas...es un poco difícil pero aquí estoy, te amo mucho mamá, estaré pronto aquí lo prometo~ Cuando abrí los ojos y me giré. Pude ver como Camila limpiaba sus lágrimas.

-¿Que pasa Camz? Pregunté al ponerme de pie junto a ella de forma torpe y preocupada. La abracé. -¿Te pasa algo? Dime.
Tomó mis mejillas. Sentí cómo limpiaba mi cara levemente.

-También tú estás llorando y me sentí...
Tomó un respiro y unió nuestros labios. -No se, me sentí como tu, quiero...¿Tu estás bien?
Yo asentí y sonreí.

-Mi amor, solo platicaba con mamá en mi mente, le pedí disculpas sobre no venir antes y le platiqué de ti, ni siquiera me di cuenta que comencé a llorar.
¿Porque debía ser tan tierna?
Me di cuenta de que no le conté nada sobre Marie, esa explicación no hacía falta. A diario le pedía a mamá por ella.
Me abracé a Camila con fuerza.
Besé sus mejillas y sus labios de nuevo. Nos quedamos por un rato en silencio.

Al salir la invité a comer cerca.
Algún lugar debía encontrar.
Quería ir a la playa y caminar de su mano al atardecer.
Podría cumplirlo ahora mismo.
Condujo por la ciudad y comimos algo rápido.
Camila también deseaba ir a la playa. Yo tenía mucho tiempo sin estar en una y esto me liberaba.
Quitamos nuestros zapatos para pisar la arena y comenzamos una caminata.
Sus manos se entrelazaron con los míos. No me cansaba de mirar su perfil y luego al mar, era como la mejor imagen. Luego el sol ocultándose. La brisa fresca recorría todo mi cuerpo ¿Existía algo más lindo que eso?

-Extrañaba estar aquí.

-Dime la verdad ¿Estuviste con alguien aquí?
Camila me miró raro y nos detuvimos. La idea de ella haciendo eso antes me hizo sentir inseguridad, no sé, solo había ocurrido.

-¿Te refieres a..

-Una pareja.
Camila rió. No entendía por que lo hacía si yo hablaba seriamente.

-Claro que no, siempre con mis padres y mi hermana.
Dejé de tensarme.

-Bien, eso me alivia.

-Eres la primera persona que viene conmigo, a solas y ¿Sabes que es lo mejor?
Yo negué divertida. - Que eres mi novia, te amo mucho y puedo besarte.
Fue imposible no sonreír. Para mi sorpresa Camz saltó a mi, enredando sus piernas en su cintura. Buscó mis labios con una buena intención.
Dejé de escuchar todo, incluso el sonido de las olas y mi corazón se intensificó. Eran mis latidos con los suyos.
La besé. Era un sueño.
Camila Cabello realmente estaba besándome en la playa, con el atardecer de fondo.