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Nueva York
Lauren

Sentí mis ojos pesados al tratar de abrirlos. Luego mi dolor de cabeza. No quise moverme para no molestar a Marie.
Respiré profundo y reflexione un poco.
Ya estaba despierta por que se movió a mi costado. Abrí los ojos y me llevé un susto.
Camila dormía a mi lado. Me levanté de golpe y ella se quejó. ¿Que estaba haciendo aquí?
Entré en pánico. Era su habitación y la luz del sol entraba por la ventana.
No.
Tomé mi cabeza echa un lío y fui silenciosa al tratar de colocarme las botas.
Recordé lo que había pasado ayer. A ese hombre besando a Marie, a ella sonriendo sentados comiendo un helado. A mi llevando las compras para hacer la cena. Dios. Era tan estúpida. Suspiré cansada.
Había llegado al departamento enfadada. Rompí cosas y golpeé la pared. Me daba miedo ser como Marie, estaba tan enfadada. ¿Como era posible que me engañara así? Después de todo lo que hacía por ella, de cuidarla y protegerla a pesar de los grandes cambios que provocaba.
Llegó al departamento como si nada, con una sonrisa, tratando besarme pero yo estallé.

-Eres una mierda Marie, estabas con ese chico besándolo y vienes con la intención de hacer lo mismo conmigo...dios...es que no lo creo, te mereces esto por jugar conmigo. Me había arrepentido de decirlo pero ella no lo entendió.

-Vete entonces y no me escuches, pero no dudes que esta vez haré lo que no me atreví a hacer antes. Amenazó. Estaba tan enfadada que no me importó. Salí del departamento y caí en el bar. Lo qué pasó después era nulo. No recordaba nada. Me sentí asustada.

Necesitaba asegurarme de que Marie estaba bien. Caminé mejor descalza a la salida y entré al departamento con mi llave.
Estaba todo destrozado como supuse. Asustada caminé a la habitación y al baño esperando lo peor. Pero no estaba ahí. No lo había hecho y eso me alivió.
Ella seguía viva y seguramente había ido a trabajar.
Volví por mis botas al departamento de Camila y me la encontré en el pasillo.

-¿Que paso anoche?
Pregunté sin nada más que decir.

-Te traje del bar y como no estaba segura de dejarte con Marie, te dejé dormir en mi cama. Asentí. Incomoda.

-¿Puedo pedirte un favor?
Camila aceptó.
-Necesito salir del departamento por unos días.

-Puedes quedarte aquí pero no quiero tener problemas con Marie.

-No se enterará.
Me dejó entrar de nuevo y algo vencida me senté en el sofá. Necesitaba pensar bien que iba a hacer después de eso. Marie no había hecho nada pero no se tardaría. Yo tendría que volver con ella y fingir que todo estaba bien. Camila me miraba con los brazos cruzados desde el otro sofá. Tal vez le debía una explicación pero no podía.

-Lauren, mira...quizá no tenga ni el derecho de saber que esta pasando realmente, pero sea cual sea el motivo, intentaré entenderlo ¿No quieres contarme? estás sufriendo mucho y aunque no creas me preocupa.
Su suave voz me envolvió. Con ella tenía esa paz que tanto deseaba desde hace años. Me llenaba el pecho verla tan preocupada por mi. Ella no me pertenecía pero aún así moría por eso.

-Prométeme que no me juzgarás.
Asintió levemente y se sentó a mi lado. Necesitaba contarle una parte.

Flashback

La noticia me había hundido. Después de esta forma de desvanecerse me sentía aterrada. Marie era lo más importante que tenía y no quería aceptar que realmente estaba enferma. La cuide toda la noche en el hospital y besé sus manos. Traté de calmarla cuando despertaba.

-No puedo resistir el dolor. Susurró.
Besé su frente tratando de que fuera posible quitar el dolor de cabeza con un beso.
Sus hermanos estaban atentos a lo que yo hacía. Nunca les había agradado y menos ahora.
En un momento me habían culpado de que Marie estuviera grave en el hospital.

-Tranquila cariño, se va a pasar ¿Si?
El doctor entró minutos después. Le habían administrado un par de analgésicos a Marie y dormía ahora. Todos nos levantamos para escucharlo.
No podía ser verdad. Marie tenía una clase de tumor maligno en el cerebro. Nos habían explicado las consecuencias. Como podía crecer con el tiempo y como podía cambiar Marie.

-Podemos operarlo y arriesgarnos a que exista otro tipo de daño o simplemente dejarlo avanzar, deben saber que...
La explicación no lo entendía. Dios. Solte lágrimas al enterarme. No entendía como a las personas que más amaba tenían que ser afectadas de esa forma. Pensé en mi madre y como la había perdido poco a poco. Yo no me sentía preparada para ver lo mismo con Marie. Ella había sido tan comprensiva conmigo, tan dulce y me amaba como yo a ella. No quería que cambiara y tampoco que se arriesgara su vida en una operación que no iba a salir del todo bien.

-Soy tu padre Marie y quiero que tengas una vida larga, cariño, operarte sería arriesgarnos a perderte y yo no puedo, no quiero, prefiero tenerte estos años con nosotros.
Marie había asentido y aceptado su destino sin decir nada.
A los seis meses comenzó con síntomas diferentes. Olvidaba cosas. Se había tratado con medicamentos y la ayudaban con eso y los dolores de cabeza. Dos años después se había convertido en alguien más. Mal humorada, con síndrome de bipolaridad y esos ataques de ansiedad terribles.

-Te prometo que siempre estaré contigo, hasta que esta brillante cabecita dejé de funcionar. Lloré. Se lo había dicho siempre con el tiempo.

-Lauren, no tienes que hacerlo, no quiero que...
La callé con un beso.

-Te amo, si, quiero estar contigo.
Sus padres y hermanos se habían convertido unos vigilantes constantes en mi vida. Después de todos los cambios y líos que provocaba con su comportamiento,Marie seguía amándome y yo no podía abandonarla. No podía. Se lo había prometido y aún con todas esas ideas maniacas que tenía por culpa de su enfermedad, yo no quería abandonarla a su suerte, ella todavía me amaba y formaba parte de su vida, al menos por lo que pudiera.
Me sentía orgullosa de ella, al luchar al diario por mantener un poco de su cordura. Cuando ella estaba bien, se convertía en la dulce novia que yo amaba. No podía abandonarla.

Fin flashback

Camila me miró sin creer toda la información que le había soltado.

-¿Estas con ella por lástima?
No. Camila no había entendido nada.

-No, escucha Camila, ella es mi novia y prometí no abandonarla, tiene demasiados problemas y no sabe cómo lidiar con ellos sola, por eso estoy yo, su familia, no es por lastima es por que la amo.

-¿Después de que te engañó? O dios.
Se levantó del sofá y caminó por el lugar sin parar.

-Marie tiene problemas mentales, ella puede ser demasiado compulsiva a veces y cuando yo intenté alejarme ella a intentado quitarse la vida, agredir y....

-¿Te ha hecho daño? Preguntó preocupada. De muchas formas pero era lo de menos. Estaba acostumbrada a lidiar con todo. Lo que nunca hubiera imaginado es que ella conocería a alguien más.

-No, pero a otras personas que quiero si, Camila, sé suponía que por eso tu no deberías acercarte a mi.
Sus ojos se clavaron con los míos y en un movimiento rápido me abrazó.

La insoportable Jauregui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora