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Nueva York
Camila

No. Me dejé caer en el piso del baño.
Yo no podía luchar tanto con lo que Lauren me hizo sentir.
Sería tan fácil decirle que si, pero tenía que ver por mi seguridad, Lauren y yo nos conocíamos de poco tiempo. Apenas ayer compartimos verdades y bueno, lo de la noche. Mordí mi labio. Me había encantado.
Había caído en sus brazos como si fuera un iman. Lauren me atraía demasiado y luego alteraba mi corazón demasiado.
Necesitaba a Mariza inmediatamente.

Tomé un baño. Cerraba los ojos y miraba a Lauren tocándome. Sus ojos y...
Me miré en el espejo. Tenía una sonrisa realmente inesperada.
¿A quien engañaba? Lauren me provocaba esa sensación de hormigueo, las mariposas en el estómago, cómo todo el mundo lo llamaba.
Cuando salí no estaba en la cama. Me quejé. La imagen de Lauren sobre mi cama desnuda me gustaba.

Después de arreglarme salí a la sala. Lauren estaba tomando café y me ofreció una taza. Su cara no era la mejor y la entendía.

-¿Te encuentras bien?
Bebió un poco más de café. Llevaba puesto otra vez su ropa.
Y no estaba de buen humor. Demasiado pensativa y quizás arrepentida.

-No quiero casarme.

-Pues entonces no lo hagas.
Después de la noche increíble que pasamos me molestaba que solo pensara en la chica que estaba cruzando el pasillo.
Tomé mis cosas y decidí salir antes de decirle algo de lo que me arrepentiría.

-No me arrepiento nada de lo qué pasó Camz, si es que esperas eso, pero...
Negué ante la explicación estupida que pensaba darme "No puedo" sabía que iba a decirlo.
-No puedo, puedo seguir viéndote después pero si los padres de Marie me dicen que debo casarme con ella, tengo que hacerlo, no puedo abandonar a Marie ahora, lamento si antes lo dije, estoy tan confundida y...

-Te dejaré claras varias cosas. Sujete con fuerza mi bolso y la mire. Aunque doliera lo que doliera. -Quiero que salgas del departamento para cuando vuelva, debes hablar con tu futura esposa y quiero que sepas que no eres la única que pasa horas en mi cama, estoy saliendo con Jacob y será mi novio muy pronto, lo que sucedió no fue tan importante, gracias por lo de anoche pero de verdad no es como si necesite que me digas lo contrario.
El silencio. Más de la mitad de lo que solté era mentira.

-Me Iré si es lo que quieres.
Dijo con voz débil.
Yo salí del departamento como un rayo.
Marie me observó desde su puerta. Con odio. Como si supiera que Lauren estaba en mi departamento y supiera que me había acostado con ella.

-Hola Camila. Saludó y avanzó por el pasillo como si nada ¿No se supone que debería estar afectada por la partida de Lauren?
Tuvimos que tomar el elevador juntas y con bastante naturalidad contestó al móvil. Alguien la esperaba.
Llegamos a planta baja. El mismo hombre con quién la vimos salir Dinah y yo hace días la esperaba.
Lauren era una tonta.
Más después de recordar lo que había dicho antes no quise intervenir. De nuevo.

Llegué a la oficina con humor terrible. Dinah preguntó por Lauren y yo mentí. No podía decirle que nos acostamos.

-¿Lauren sigue con el mismo problema?

-Si, pero estoy segura que hoy regresa con Marie.
Escandalizó.

-¿Se va a casar? Fruncí el ceño y la hice callar. Era mala idea hablar de ella mientras estábamos en medio del pasillo.
Regresé a mi oficina con Dinah siguiéndome. El lugar estaba increíble gracias a Lauren y eso me dolió. Ella tenía realmente poco tiempo para terminar con el edificio. Ya no podría verla como hasta ahora.
Además después de lo que le dije dudaba que tuviera ganas de hablar conmigo.

-Lauren es una tonta e insoportable, la verdad quiero que ya salga de mi departamento. Me quejé y di la vuelta para que no leyera la mentira en mi cara.

-¿En serio? Por que no tienes cara de poder odiarla.
Negué un par de veces. Mejor observé mi portátil. Debía buscar una buena distracción. Trabajar era mi salida así no se rompería mi corazón al recordar que Lauren ya no estaría cuando yo volviera por la tarde.

Mariza apareció pronto en mi oficina. Pero su cara tampoco me agrado. Sonreía. Convencida de algo.

-Estas enamorada de Lauren, segurísimo. Soltó.

-No es verdad....solo. Mordí mi labio. -Me acosté con ella.
Mi mejor amiga soltó una carcajada.

-Lo peor de todo es que podría estar muy enfadada con ella pero no puedo, por que me contó un par de cosas que me hacen...no sé, me dijo que estaba enamorada de mí durante el colegio y por eso me había acosado por miedo a que yo la rechazara y luego el beso...me besó hace cuatro años por que ese era su último objetivo antes de irse a Londres.
Mariza asintió ni siquiera sorprendida.

-Camila, eras la única que no sabía sobre Lauren Jauregui y su enamoramiento por ti, dios, era tan obvia.
Se quejo y sin dejarme tranquila sabía que soltaría algo que no iba a gustarme.
-Incluso ahora te sigue gustando, te encantaba que te dijera guarradas Camila Cabello.
¿Porque ahora le daba por usar los nombres completos?
-No pienses en negarmelo y...

-Después de lo de ayer quiere casarse ¿Como crees que deba sentirme? Tape mi cara fastidiada por pensarlo. Lauren no podía casarse. Yo no quería.

-Pues que puedes convencerla de no casarse y dejarte de juegos, pueden intentarlo.
Eso no podía hacerlo estaba Jacob y sus encantos. Me había tratando increíble esas semanas. No quería lastimarlo tampoco.

-No puedo, ella esta bastante convencida de que tiene que casarse con esa loca y....
Recordé todo lo que confeso sobre su enfermedad. Nadie más lo sabía.
-Marie esta enferma...por eso no puede dejarla.

-Ya sabemos que esta enferma, tu me lo dijiste y con lo que contaste es más que obvio.

-No, ella realmente lo esta. Le conté todo con detalle lo que Lauren me había dicho. Mariza seguía sin estar convencida de toda la situación de Lauren con Marie.

-Tenemos que investigar.

-No. Replique. Pero no fue suficiente por que cuando Mariza se convencía de hacer algo no había nadie para hacerla entrar en razón.

La insoportable Jauregui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora