OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}

Clave #18

No pasó mucho hasta que las cosas se tornaron incluso peores.

Namjoon había estado en contra de seguir informando al NIS sobre lo decodificado de la red de Jeonghan, pues le preocupaban las consecuencias que eso podría acarrear a Seokjin, pero éste último insistió en que debía seguir, incluso si eso significaba meterlo en aprietos. No muy convencido pero extremamente ansioso, el menor siguió con su tarea intentando convencerse de que estaba haciendo lo correcto.

Como decodificar no era un asunto tan sencillo, ya que debía guiarse por la información que Daehyun había recopilado en la libreta, realmente era una suerte si podía conseguir todos los datos de dos de cualquiera de sus negocios al día. El proceso era largo y tedioso, algo que requería que tomara largas pausas a cada rato si no quería terminar totalmente agotado y de malhumor.

En lo que trabajaba en ello y recibían noticias del NIS sobre su éxito en los asaltos, Seokjin seguía con su trabajo de encubierto aconsejando a Jeonghan y siendo básicamente su mano derecha, actuando sin miedos como si de verdad estuviera interesado en la causa. No intentaba sabotear sus planes ni daba malos consejos, de hecho hacía lo posible para ayudarlo, de todos modos eso solo empeoraría su caso.

Según lo que le contaba con frecuencia, Jeonghan realmente no parecía confiar en Jin lo suficiente para informarle de los pormenores de sus negocios y de hecho utilizaba más sus consejos para lo legal que utilizaba para tapar lo ilegal. Aparte ya no lucía tan amable como al primer momento, evidentemente algo paranoico, pero no solo con Jin, sino que también con el resto de sus asociados.

En una de las ocasiones que acompañó a Jin a la oficina, se sorprendió de ver al hombre un tanto desaliñado y más canoso y aparentemente estresado. Era claro que todo lo que estaba pasando no ayudaba en lo absoluto a su salud y ante cualquier acción saltaba como un gato asustado. Era un poco cómico en parte, pero por otro hasta llegaba a darle lástima.

Hyunsoo acababa de informarles del éxito al rescatar a un grupo importante de jovencitas secuestradas para la trata de personas cuando Seokjin pegó un grito:

—¡Joon, ven rápido!

Entorpecido por el susto casi tiró la laptop al suelo en lo que se levantó del sofá y corrió hasta la habitación de Jin que era solamente utilizada en el día cuando el mayor necesitaba pensar o planificar futuros movimientos. Estaba sentado en el suelo con su laptop en el regazo y escuchaba atentamente por los auriculares, seguro lo que pasaba con Jeonghan. Sin fijarse en él lo llamó con un gesto y el menor fue a sentarse a su lado.

Una vez se colocó uno de los auriculares, pudo escuchar la conversación de Jeonghan.

—... fue descubierto, ya no podemos seguir con esto —sentenció el CEO. Se oyó un golpe seco, probablemente el del hombre golpeando la mesa por la frustración. Le temblaba la voz al continuar—. Tienes que deshacerte de la red, Daehyun. Ya no es segura. Está comprometida.

—Eso lo entiendo, pero ¿no te preocupa más quién pudiera ser el responsable? Tiene que ser alguno de tus socios —teorizó el chico. No sonaba para nada preocupado—. Si me das un poco de tiempo quizás pueda rastrear al intruso y...

—¿Es que no lo entiendes, chico? No tenemos tiempo. Todo se irá a la mierda si permitimos que sigan filtrando nuestra información.

Hubo un largo silencio.

—Entonces, ¿quieres que lo elimine todo? ¿Para siempre?

—Que parezca que nunca existió. Que no quede ningún rastro —confirmó el mayor suspirando. De repente parecía más tranquilo.