Clave #28

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Abrir los ojos fue una experiencia de lo más extraña, y eso que no era la primera vez que tenía que pasar por algo similar.

No tardó nada en darse cuenta de que estaba en la cama de un hospital o recordar todo lo que había pasado durante la misión, sin embargo no podía encontrar en su memoria los momentos después de haber subido a la ambulancia. Solo podía acordarse de Namjoon tomando su mano y pegando su frente a la suya; del sentimiento de liberación cuando sintió el pulso en sus dedos y se dio cuenta de que todo había terminado de una vez por todas.

Por eso no estaba demasiado seguro de cuánto tiempo llevaba allí o si acaso había despertado antes pero su mente lo había olvidado. Giró la cabeza solo lo necesario para ver a un costado y pudo encontrarse con la imagen de su novio hablando con alguien en el pasillo a través de las persianas. Namjoon parecía estar perfectamente y en una pieza, cosa que no podía decir de sí mismo.

Estaba casi completamente seguro de que lo habían estado sedando. No recordaba haber tenido pesadillas o sueños en general, así que lo más probable era que había estado demasiado drogado para que su cerebro pudiera crear las imágenes que lo habían atormentado por semanas. Al menos algo bueno tenían los narcóticos.

Tras despedirse de la jovencita, Namjoon ingresó al cuarto, aunque se detuvo casi espantado en la puerta al verlo despierto y observándolo desde la cama.

—Estás despierto —señaló el menor como si no fuera evidente. Una rápida inspección hizo que Seokjin notara los vendajes que cubrían sus muñecas.

—Lo estoy.

—Estuviste dormido por tres días —informó Namjoon acercándose y sentándose junto a él en la cama—. Ya empezaba a preocuparme que no despertaras, la verdad.

—No soy tan débil, Namjoon. Solo perdí mucha sangre.

—No necesitas hacerte el duro conmigo, amor.

—Lo sé, solo no quiero que llames a un doctor aún —dijo suspirando. Veía sus brazos con vendajes, sentía el dolor en sus costillas y aunque no podía verlo, sabía que sus piernas no estaban en mejores condiciones bajo las mantas—. Estuve muy asustado, ¿sabes? Nunca sentí tanto miedo en toda mi vida.

—La verdad me sorprendió lo que me dijiste —admitió el menor acercando una mano para acariciar el rostro del ex agente—, no pensé que tú fueras a pedirme que tuviera misericordia por alguien.

Jin se rió y rodó los ojos.

—No te pedí que le tuvieras misericordia a Jeonghan, ese tipo puede irse al infierno en lo que a mí respecta, pero me preocupabas tú —explicó desviando la mirada. Jin volvía a verse triste y vulnerable—. No quiero que tengas que cargar con lo que yo cargo. Que te conviertas en un asesino.

Namjoon no dijo nada. Pero pudo ver en sus ojos oscuros que estaba conmovido y agradecido con Jin por cuidarlo de ese modo. No era muy bueno demostrándolo, pero el amor que le tenía a aquel hacker no podía ser comparado con cualquier emoción que había sentido en el pasado. Era fácil creer que Seokjin no estaba del todo enamorado y que el único colgado en la relación era el menor pero...

... Namjoon lo era todo. Si seguía allí era por él.

Sintió las ganas de llorar surgiendo en su pecho, pero se contuvo con la facilidad de siempre. Ya tendría tiempo de hacer el estúpido luego.

—Así que tres días —repitió Seokjin mirando hacia el techo—, ¿qué ha pasado mientras he estado inconsciente?

Aquello produjo una sonrisa en el rostro de su amado.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora