Ahora que tenía tiempo para observar mejor el apartamento se daba cuenta de lo amplio y bonito que resultó ser. Parecía bastante costoso, y considerando su ubicación en Gangnam de todos los jodidos lugares, seguro que lo era. Las paredes eran de color crema, los muebles negros casi en su mayoría. La sala era amplia y contaba con un televisor enorme de pantalla plana, bajo la cual descansaban portarretratos con fotografías de ambos... el NIS, obviamente.
Todos los pequeños pasillos y la cocina estaban iluminados por luces amarillas para darles una atmósfera más tranquila; solo el salón contaba con luces blancas, obviamente para otorgar claridad.
El baño también era bastante grande, quizás un poco más de lo necesario. Mientras recorría el piso algo lo desconcertó. Había una habitación en un extremo, con una cama individual y en el otro extremo del piso había otra con una cama idéntica. Los cuartos eran muy similares, excepto por algunos detalles.
Cuando regresó a la sala, encontró a Seokjin, aún vestido elegantemente, moviendo un aparato de un lado al otro con expresión seria. Al cabo de unos minutos parado frente al pasillo que daba a uno de los cuartos, el mayor se detuvo para fijarse en él.
—¿Sucede algo, Joonie? —preguntó Jin bajando aquel aparato que parecía ser un control remoto por su forma.
—Hay dos habitaciones individuales.
—¿Cómo? —la pregunta pareció un insulto.
—Las camas son individuales. Un cuarto está aquí y el otro allá, junto al baño —informó Namjoon señalando todo con las manos. No sabía qué expresión poner en la cara, así que seguramente lucía raro.
—Debe ser cosa del idiota de Daeil. Qué simpático —tras mover el control de un lado al otro una vez más, lo dejó sobre un escritorio en una esquina del salón—. Por lo menos no pusieron micrófonos por aquí.
—¿Y qué haremos? Las camas son muy pequeñas para que durmamos juntos pero muy grandes para moverlas.
Seokjin se detuvo a pensarlo. No llevaba zapatos y su chaleco estaba abierto, además de que la corbata le colgaba floja alrededor del cuello. Parecía ser que se había estado pasando los dedos por el cabello, pues estaba muy despeinado, al menos en comparación a cuando llegaron.
—Oh —soltó de repente y su boca tomó la forma de esa misma vocal. Sus labios carnosos solo hacían que fuera más adorable—, ya sé.
—¿Lo sabes? —repitió Namjoon acercándose a él. Se había quitado casi todas las prendas del torso, así que iba con una camiseta blanca y los pantalones negros de vestir.
—Apartaremos los sillones y traeremos los colchones aquí, a la sala.
Se le iluminaron los ojos. No era precisamente lo que se esperaría de dos empresarios renombrados, eso de dormir en el suelo, pero la idea le hacía demasiada ilusión para simplemente descartarla. Sería como volver a ser un niño y lo mejor de todo, podría dormir tan abrazado a Jin como siempre. Le vendría bien a los nervios de ambos no dormir en camas separadas ahora.
—Eres un genio, Jin.
—Lo sé —complacido por el halago, Seokjin lo sostuvo de la barbilla con el pulgar y el índice, le sonrió y volvió a soltarlo—. Voy a ponerme algo más cómodo para que podamos ir a la tienda. Tengo ganas de cocinar.
—Y de helado —adivinó Namjoon añadiendo a su tono el reproche necesario para que Seokjin no olvidara la conversación que tenían pendiente.
—Me conoces muy bien, Minjae-ssi.
Si lograba acostumbrarse a ese nombre sería un milagro.
De alguna forma le había tocado empujar el carrito a través del supermercado en lo que Seokjin buscaba lo necesario para preparar la cena y otras cosas. A pesar de que iba vestido muy casualmente, no podía evitar atraer miradas en los pasillos. Su expresión parecía perdida en su tarea, con sus labios semi abiertos y sus ojos bien abiertos considerando precios y la calidad de los productos.
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OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}
RomansaDos años después de escapar de Noir y dedicarse a formar una vida normal y alejada de los riesgos del hacking y las misiones, la calma de Namjoon y Seokjin se ve interrumpida por lo que a simple vista parece ser un virus de computadora. || Segunda p...