Clave #7

1K 203 3
                                    

Tal y como Seokjin había pensado, no tuvieron que buscar a sus contactos, ellos mismos los encontraron en lo que "salieron" a buscar algo de comer, aunque la intención inicial era justamente que los encontraran.

El mayor tenía su mano firmemente agarrada en lo que caminaban, incluso cuando la gente que pasaba les lanzaba miradas de desaprobación. A Namjoon no le importaba demasiado que la gente los juzgara, realmente no había nadie que pudiera hacerles más daño del que ya habían tenido que soportar en cosas más importantes.

Estuvo muy concentrado pensando en la injusticia de no poder ir de la mano con tu pareja solo porque era de tu mismo género, cuando un golpecito en su hombro lo despertó de sus pensamientos: una mujer menuda de cabello oscuro y labial escarlata le sonreía amistosamente.

—Disculpa, ¿No tendrás, por casualidad, cambio de cincuenta mil? —preguntó la señorita bamboleándose casi coquetamente de un lado al otro. Tenía un cuerpo para morirse, resaltado por sus jeans ajustados y blusa oscura.

—Oh, puede ser, déjame-

Seokjin sostuvo su muñeca antes de que pudiera buscar su billetera en el bolsillo de sus pantalones y se colocó delante de él, como haciendo de barrera entre Namjoon y la menuda jovencita. No debía pasar el metro sesenta y el hecho de que no llevara tacones no la ayudaba; ellos dos parecían gigantes a su lado y aún así, Seokjin la consideraba alguna especie de amenaza.

—¿Es necesario el teatro? —inquirió Seokjin amablemente, una sonrisa agradable pintaba sus labios, pero no parecía del todo contento—, ¿dónde está tu compañero?

—Eres demasiado perspicaz, así no puedo divertirme —se quejó ella suspirando—. Está esperándonos en el comedor de allá.

Siguieron con la mirada donde su dedo apuntaba, a un pequeño restaurante familiar ubicado en una esquina. No parecía tener demasiados clientes y por su apariencia, era bastante viejo y desgastado; no era extraño que la gente de Gangnam no frecuentara un lugar que no parecía lujoso. Era perfecto para juntarse, un lugar cualquiera pero no demasiado concurrido.

Sin presentarse aún ni decir nada, la muchacha comenzó a guiarlos hasta el lugar, caminaba con las manos juntas tras la espalda y su cabello azabache se movía de un lado al otro por la inercia. Casi parecía dar saltitos.

Namjoon detuvo a Seokjin un instante.

—¿Por qué siempre son tan raros? —murmuró Namjoon contra la oreja de Seokjin, hasta ahora el único agente disque normal que había conocido era Michaels, el resto parecían unos excéntricos.

—Ojalá lo supiera —respondió conteniendo una risita, quizás el comentario del hacker lo había animado—. No te preocupes, no parece ser fastidiosa.

El interior del local tenía un aspecto retro que de alguna forma ayudaba a la atmósfera familiar, había pocas mesas ocupadas y los empleados parecían hasta aburridos de no tener nada que hacer. Al entrar ya encontraron a la muchacha sentada junto a un hombre un poco mayor que ellos que observaba el menú sin interés.

Con un gesto, Seokjin le permitió sentarse primero en el asiento revestido de cuero rojo, pegado a la ventana. Como la mesa y los asientos estaban contra la pared, salir podía resultar un poco incómodo para quien estuviera contra la ventana, pero dudaba que eso fuera un problema para ellos en ese momento.

Una vez se dejó caer a su lado, se cruzó de brazos.

—¿Nunca pensaste en ser modelo? —sugirió la señorita ubicando los codos sobre la mesa para inclinarse más cómodamente hacia Seokjin.

—Mientras me enseñaban a usar un rifle de asalto con diez años nunca se me pasó por la mente, no —negó Seokjin tomando el menú que el otro hombre acababa de dejar de lado—. Ya saben quiénes somos nosotros, sería agradable que se presenten.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora