Media hora fue lo que tardaron en convencer a Roxane y William de que Sirius era inocente. Los dos escuchaban con atención, sin interrumpir, y se quedaron petrificados cuando oyeron todo lo que Lucy había estado haciendo durante el curso. Se relajaron un poco cuando les contaron que Dumbledore sabía todo aquello.
- Entonces... - empezó William -, lo que creía que era una teoría absurda... ¿era verdad?
- Absolutamente - afirmó Remus.
Sin decir nada, Will se acercó a Sirius y lo abrazó con todas sus fuerzas. Sirius soltó una carcajada y también le abrazó. Incluso levantó a Will del suelo.
- ¡Sabía que no cuadraban las cosas! - exclamó William dando sonoras palmadas sobre la espalda de Sirius, más feliz que nadie. Tiró del brazo de Remus y lo atrajo hacia sí, abrazando a sus dos amigos -. ¡Lo sabía! Te echaba de menos.
- Yo a ti también Comadreja - rió Sirius.
- Chicos, me estáis ahogando... - dijo Remus.
- ¡Abrazo cuádruple! - exclamó Lucy, y ella también se unió al abrazo.
Roxane, de pie frente a ellos, contemplaba la escena con una sonrisa. En cuanto se separaron, Sirius habló:
- Acepta, Pajarraco, que me echabas de menos - dijo, con una sonrisa burlona.
- ¿Tú eres la señora Pajarraco? - preguntó Lucy mirando a su madre, atónita.
Roxane dejó de sonreír. Se puso frente a Sirius y le dio una bofetada.
- ¡Fuiste un irresponsable! - le gritó -. ¡Tendrías que habérnoslo contado! ¡Y cuando escapaste tendrías que habernos pedido ayuda! - cuando Will estaba a punto de ir a calmar a Roxane, ella agarró a Sirius y lo abrazó fuertemente -. ¡Eres... eres un idiota!
- Yo también te quiero - dijo Sirius, que no sabía si reír o salir corriendo -. Si os soy sincero, pensé que quitaríais a Lucy mis pendientes y mi cinta - añadió, señalando la banda roja que la pelirroja llevaba en el pelo.
- Esa cinta es mía desde que me la dejaste - dijo Roxane, separándose de él.
- Me la robaste, acéptalo.
Mientras Roxane y Sirius debatían sobre lo que pasó con la cinta, y Remus y Will trataban de hacer memoria también, Lucy subió a su habitación. Ya era de noche.
Se sentó en su escrito y sacó pergamino y pluma, y empezó a escribir.Neville:
Espero que estés bien. Mi padre ha vuelto del trabajo hace poco. Lo siento mucho, pero no ha podido conseguir otra entrada. No han querido darle más.
Es una pena. Me habría gustado que vinieras. Es una gran experiencia ver un partido de quidditch tan importante.
Siento de nuevo no haber podido conseguir la entrada. Sé que te habría hecho mucha ilusión ir al partido.
Manda saludos a tu abuela.
Lucy.La pelirroja llamó a Pico para que entregase la carta. La lechuza salió disparada en cuanto Lucy abrió la ventana.
Cuando escuchó gritar a su madre que era hora de cenar, bajó a la cocina. La mesa ya estaba puesta.
- ¿Te quedas a cenar? - le preguntó a Sirius.
- No, me marcho - respondió el mago.
- Te he dicho que te puedes quedar a cenar - dijo William.
- Y me gustaría, pero no puedo. Un muggle me ha visto a unos quince kilómetros de aquí. Tengo que irme.
- Aquí no te van a encontrar - dijo Remus.
ESTÁS LEYENDO
Lucy Weasley y el Cáliz de Fuego ✔️ [LucyWeasley II]
FanfictionSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LUCY WEASLEY Tras un extraño y ajetreado curso, llegan las vacaciones para Lucy, las cuales pasa pintando, pasando las tardes con sus primos y escribiendo a su amigo Sirius, un fugitivo de la ley mágica. Asiste con su fa...